tag:blogger.com,1999:blog-6360998355283648111.post9029346487154847925..comments2023-09-28T13:31:12.024+02:00Comments on Rara Temporum: "No sea así entre vosotros"Bernardo Pérez Andreohttp://www.blogger.com/profile/06316740853208677171noreply@blogger.comBlogger5125tag:blogger.com,1999:blog-6360998355283648111.post-27066354613006453112010-09-15T10:33:41.900+02:002010-09-15T10:33:41.900+02:00Difícil tema éste de la autoridad, el poder, la in...Difícil tema éste de la autoridad, el poder, la instotución eclesiástica.... porque aunque ya todos compartimos que la sociología no es la ciencia de las ciencias, es también cierto que, de hecho, son muchas las personas para quienes la Iglesia, y sobre todo su institucionalidad, sus estructuras, se convierten en dificultad y piedra de escándalo en relación con la fe. Dicho con otras palabras: si es cierto que todas las estructuras de la Iglesia, toda su institución está al servicio del anuncio del Evangelio (como no podría ser de ora manera, por cierto), no es menos cierto que, de hecho, de todos los elementos del cristianismo, ninguno suscita tantas reservas entre nuestros contemporáneos como el factor de la institución eclesiástica, de forma que la crisis de la institución y de la práctica religiosa que puede ser considerada como una parte de ella, es el aspecto más evidente de la crisis de la religión y del cristianismo en la actualidad. En cualquier caso no debe asustarnos tal contradicción, porque parece inherente al hecho religioso que las instituciones religiosas siempre aparezcan en la realidad acompañada de esta paradoja: lo que “de iurex” tiene el sentido de revelar, “de facto” oculta. La institución es necesaria, sin ella no podría vivir una Iglesia compuesta de hombres y mujeres que vive en el mundo y en la historia, es decir, sin ella no sería posible la Iglesia-Sacramento; pero hay que añadir inmediatamente que la institución, como todo cuerpo de mediaciones es relativo, relativo al Reino de Dios. La institución eclesiástica tiene su criterio de autenticidad en su condición de realidad-para, en su condición de servicio, por eso ha de conservarse ligera, poco densa, poco importante; ella está para facilitar la vida de los cristianos no para consumir sus energías o convertirse en centro de sus preocupaciones; y ella está llamada ser transparente: del evangelio a cuyo anuncio sirve, ; del reino, cuya presencia prepara ¸ del Espíritu que anima a los que viven en su seno. En ello estamos...pero !que complicado es a veces!. Un saludo. Buenos diasWinibalnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6360998355283648111.post-41960618948936363462010-09-14T18:50:55.489+02:002010-09-14T18:50:55.489+02:00Estos últimos posts que has escrito tienen mucha m...Estos últimos posts que has escrito tienen mucha miga. Y a más de uno le vendría fenomenal leerlos. La diferencia que comentas entre poder y autoridad, o entre autoritarismo y autoridad, se puede ver en innumerables aspectos de la vida, mejor dicho en todos, porque en definitiva obedecen a la actitud radical que uno tiene ante la misma, esto es: una actitud de servicio o una actitud de egoísmo. Quien tiene claro que en esta vida se viene a servir a la comunidad, a que antes esta ella que yo —obviamente siempre desde una autoestima sana, cuestión muy delicada ésta— tiene claro que cualquier desempeño que realice, cualquier cargo que ostente, se ha de hacer desde el servicio y por el bien común. Y en la medida en que haga bien este cometido —entiendo que no sólo bastan buenas intenciones— será reconocido por la comunidad, o sea, ésta le otorgará su autoridad. El que busca su propio interés, tarde o temprano tendrá que hacer uso de su poder, porque tarde o temprano la comunidad no le aceptará, le desautorizará. Cuando alguien usa la fuerza y no el diálogo, como comentas, es síntoma de debilidad, aunque para esconder esa debilidad tenga que hacer tanto mal y tanto daño como han hecho algunos, por desgracia. Y esta lectura, según mi parecer, vale para el terreno político y social, para el educativo, para el empresarial… y un largo etcétera.Desiderionoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6360998355283648111.post-29413986345416647272010-09-14T17:52:22.665+02:002010-09-14T17:52:22.665+02:00El poder acabará. Más el amor no pasará nunca.
Est...El poder acabará. Más el amor no pasará nunca.<br />Esta reescritura de Pablo que me he permitido no hace sino evidenciar evangélicamente lo que dices en este post. Confío en que nuestra Iglesia, más pronto que tarde, lo manifestará así.<br />Saludos,<br /><br />iAnonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6360998355283648111.post-26344640755174990842010-09-14T16:50:59.146+02:002010-09-14T16:50:59.146+02:00Gracias por tus glosas, Martín. Permíteme una glos...Gracias por tus glosas, Martín. Permíteme una glosa a las tuyas. Jesús huyó conscientemente del poder, quizás porque sabía que era incompatible con el proyecto del Reino. Como lo es hoy día con el servicio en la Iglesia. Muchos son los casos que hemos visto donde se ejerce el poder y no el servicio.<br />Vosotros, los dominicos, estáis dando un ejemplo estos días de gobierno desde el servicio.<br /><br />Un abrazoBernardo Pérez Andreohttps://www.blogger.com/profile/06316740853208677171noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-6360998355283648111.post-16867885008199401512010-09-14T14:11:55.756+02:002010-09-14T14:11:55.756+02:00Considero fundamental la distinción entre autorida...Considero fundamental la distinción entre autoridad y poder. Hago una glosa a tu excelente escrito, sin entrar en matices: Jesús tenía mucha autoridad, pero ningún poder. Si hubiera tenido poder nunca le hubiesen crucificado. El mismo se lo dice a Pilato, que era el que tenia poder. Sigo con la glosa: hay una palabra de San Pablo a los Corintios en la que les dice que Dios le dió autoridad sobre la comunidad, pero no para destruirla, sino para construirla. Así debe ser la autoridad no sólo en la Iglesia, sino en todas partes. Pero al menos que lo sea "entre vosotros".Martínnoreply@blogger.com