Todo esto nos dice que las previsiones de reducción de emisiones de CO2 para 2050 no se van a cumplir, es más, han sido ya rebasadas y se cree que lo serán con creces antes de 2020. Esta dinámica nos lleva al peor escenario posible, al escenario de un aumento de la temperatura media del planeta para 2100 de entre 4 y 7º C, eso supondría la destrucción de la vida en este planeta tal y como la conocemos y como ha sido en los últimos 10 millones de años. Probablemente no se trate de la destrucción del mundo, pero sí de éste mundo y eso puede ser muy perjudicial para la pervivencia de la humanidad en el planeta. Nuestra especie requiere unas condiciones bastante improbables y las hemos disfrutado durante mucho tiempo. Ahora, gracias a la locura del sistema económico que nos subyuga, estamos al borde de la destrucción de las condiciones óptimas de vida del ser humano en la tierra. No podemos saber qué pasará, pero es evidente que lo que espera a las próximas dos generaciones no es nada halagüeño y todo por nuestra forma de vida, que no deja nada sin triturarlo en la máquina del consumo desaforado.
No nos cansaremos de denunciar esta situación, aunque sólo sea por tocar las narices, o como digo en plan sarcástico a mis alumnos: para que el día del juicio no podáis decir que ignorabais lo que sucedía. Entonces se os recordará que Bernardo os lo dijo. Si esto no funciona, entonces ni resucitando un muerto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario