Qué poco sabemos de José, el padre de Jesús, según lo que nos cuentan los evangelios. Noticias ciertas que queden de José es que era carpintero, de ahí que a Jesús se le llame "el hijo del carpintero" en Mateo 13, 58. Sin embargo, es lo suficiente para situar a Jesús en su tiempo y en su circunstancia social, económica y política. Todo hombre es más hijo de su tiempo que de su padre, pero de su padre le queda la marca indeleble del oficio, del modo de ganarse la vida. En realidad, no necesitamos saber más sobre José, pues su papel en la vida de Jesús no va más allá, según la importancia que los relatos evangélicos le han dado.
Me permito extractar un texto de mi libro Descodificando a Jesús de Nazaret (pp 160-163) en el que analizo exactamente lo que significa que Jesús, como su padre, era carpintero. Este mismo texto me ha servido para realizar la voz Carpintero en el Gran Diccionario Enciclopédico de la Biblia, dirigido por Alfonso Ropero Berzosa. Espero que pueda arrojar luz sobre algo que sigue siendo muy oscuro para muchos. Unos piensan que Jesús era algo así como un ebanista actual, de clase media alta y con una cultura amplia. Otros lo sitúan en la línea de cierta élite social y cultura. Como se puede ver en el texto que sigue, todo esto son errores que no hacen sino entorpecer la comprensión del Evangelio, de ahí la necesidad de descodificarlo.
Hemos dejado arriba la cuestión del significado exacto de la
palabra que se traduce habitualmente por carpintero. En principio hay
que indicar que en todo el Nuevo Testamento esta palabra, en su original griego
tekton sólo aparece en dos textos: Mc 6, 3, aplicado a Jesús
mismo, y Mt 13, 55, aplicado a su padre con lo que «el hecho universalmente
conocido de que Jesús era carpintero pende del hilo de medio versículo»[1]. Pero, demos crédito a la
información y analicemos su significado.
Según
Balz y Schneider, un tekton es un obrero de la
construcción, aquel que produce algo con sus manos, especialmente con madera[2]. Su significado primigenio
es el de obrero de la construcción derivado de su significado, originariamente techo,
casa. Debe aplicarse en este contexto a aquellos que se dedicaban a la
construcción de casas donde intervenía tanto lo que es la albañilería
propiamente como lo que hace referencia a carpintería. Jesús y su padre serían
propiamente obreros de la construcción con una especial dedicación a los
trabajos con la madera. Como lo expresa Léon-Dufour:
«[carpintero]
traduce inexactamente el griego tekton (del que se deriva
"arquitecto"), ya que los carpinteros apenas eran conocidos en
Palestina. En este sentido amplio, el término griego designa un obrero o
artesano que trabaja un material preexistente, de madera, de piedra o incluso
de metal: un cantero, un albañil, un escultor…»[3]
Para
saber qué significaba esto en aquél entonces hemos de utilizar los modelos
propuestos en el capítulo anterior. Según Lenski, habría que incluir a los tekton
dentro del
grupo de los artesanos, y dado que es una zona rural dentro de los artesanos
rurales que se encontrarían por debajo del nivel de los campesinos:
«…la clase de los artesanos se hallaba constituida en su
origen por miembros de las filas de campesinos desposeídos y sus hijos no
herederos, y estas fuentes fueron las
que proporcionaron nuevos elementos para aquella»[4].
Por
lo tanto, los artesanos, donde incluimos a los tekton, pueden
ser definidos como campesinos desposeídos. La presión sobre los campesinos con
los impuestos y tasas lleva a estos a necesitar otros medios de subsistencia
suplementarios o bien, si el endeudamiento es excesivo, a malvender las tierras
y dedicarse únicamente a la artesanía. Crossan tiene claro que la
situación en Galilea en el siglo I bajo Herodes Agripa incluye:
«…la
presión permanente que, en el mejor de los casos, fuerza a los agricultores
campesinos a ser también artesanos campesinos, en el peor de los casos,
fuerza a los agricultores campesinos a convertirse sólo en artesanos
campesinos»[5].
Un
artesano, por tanto, es un campesino desposeído de sus medios naturales de subsistencia[6], sea por la presión
tributaria o por el endeudamiento. Sea como fuere, no es la mejor opción y, en
todo caso, implica un descenso en el nivel social: de agricultor propietario
pasa a artesano desposeído. Esta situación debería llevar a muchos campesinos
desposeídos a tener que trabajar en la rápida urbanización del territorio que
Antipas llevó a cabo en Galilea, sobre todo teniendo en cuenta que Séforis,
reconstruida por los años 20, y Tiberias son ciudades que requerían mano de
obra para la construcción.
Meier
cree que es posible que Jesús trabajara en la construcción de Séforis, lo que
no explica es si lo haría como carpintero o como obrero de la construcción:
«Una
sugerencia sobre la actividad laboral de Jesús no tan desconectada de su época
es que posiblemente encontró empleo durante un tiempo en Séforis, una
importante ciudad de Galilea que se hallaba al noroeste de Nazaret, a sólo seis
kilómetros de distancia y una hora de camino»[7].
No
le queda más remedio a Meier,
aunque sea a regañadientes, que admitir la evidencia. Jesús, siendo tekton debió ir a trabajar a Séforis, la cercana capital de la
Galilea de Antipas. El trabajo en la pequeña Nazaret no daba para un obrero de
la construcción, un artesano que había perdido los medios de subsistencia
normales entre los campesinos: la tierra.
Algunos
creen que la formación recibida en Séforis, de tipo helenístico es la que
explicaría sus conocimientos escriturísticos y de otro tipo, pero entonces
habría que explicar por qué los evangelios nunca nos muestran a Jesús entrando
en una gran ciudad helenística, siempre lo vemos en las aldeas alrededor del
lago de Genesaret, rodeado de pescadores y campesinos judíos. González
Echegaray cree que:
«Su
forma de pensar, de expresarse y de actuar no puede ser del todo ajena al
ambiente en donde desarrolló su trabajo cotidiano [Séforis] ni a las personas
con que se relacionó desde su primera juventud, ni a todo lo que veía y oía por
la calle, ni a los criterios y la forma de pensar de una sociedad con la que
tenía que convivir a diario»[8].
No
compartimos esta excesiva influencia que el autor le supone al contacto diario
y prolongado en la ciudad en la que seguramente trabajó. De la misma manera
podría pensarse que el contacto fue tan negativo que le llevo a alejarse de los
ambientes urbanos helenísticos, siendo ese el motivo por el que no aparece
Jesús entrando en ciudades en los evangelios. Por otro lado, podríamos dar una
posición intermedia: con su trabajo en la gran ciudad helenística, Jesús pudo
darse cuenta de la relatividad del judaísmo y empezó a fraguar un pensamiento
más abierto hacia los paganos, siendo este el germen de sus posiciones judías
nada fundamentalistas.
[1]
Meier, John P., Un judío marginal. Nueva
visión del Jesús histórico. Tomo
I, las raíces del problema y la
persona, Verbo Divino, Estella, 1998, 292.
[2]
Balz, Horst – Schneider, Gerhard, Diccionario exegético del Nuevo Testamento,
2 Vols., Sígueme, Salamanca, 1998.
[3]
Léon-Dufour, X., Diccionario del Nuevo Testamento, Cristiandad, Madrid,
1977, 133.
[4]
Lenski, Gerhard, Poder y Privilegio, Teoría de la estratificación social,
Paidós, 1963, 289.
[5]
Crossan, John Dominic, El nacimiento del
Cristianismo. Qué sucedió en los años inmediatamente posteriores a la ejecución
de Jesús, Sal Terrae, Santander, 2002, 217.
[6]
También en Crossan, John Dominic, El
nacimiento…, 350: «…tekton o artesano campesino no es más que un eufemismo para designar al
campesino, al trabajador sin tierra».
[7] Meier, John P., Un judío…, 295.
[8]
González Echegaray, Joaquín, Jesús en Galilea. Aproximación desde la
arqueología, Verbo Divino, Estella, 1999, 136.
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