martes, 29 de marzo de 2011

Crisis E-4: éxodo y pobreza.


El viernes 1 de abril, a las 19:45 impartiré una conferencia en el auditorio Puertas de Castilla, sito en la calle Miguel de Cervantes de Murcia. El evento está enmarcado en las actividades que los Jóvenes Javerianos organizan en torno a la crisis actual y la necesidad de la solidaridad en el mundo, de ahí que el título sea Economía en crisis para un mundo solidario. Huelga decir que la oportunidad de este evento está más que justificada, toda vez que la situación mundial está a punto de pasar a un estadio superior de la crisis y los acontecimientos van a precipitarse a partir del verano. La dislocación geopolítica global acecha y hemos de ser muy lúcidos para afrontar las difíciles situaciones que nos vienen encima. Para ello, he preparado una charla que intente dar cabal explicación de las causas reales de esto que han venido a llamar crisis y que no es sino los estertores finales del paradigma global capitalista. Se hace imprescindible tener muy claras las causas, para que no nos den gato neo socialdemócrata por libre neoliberal. Es el modelo entero el que han provocado esto, es su esencia depredadora y suicida, inscrita en el ADN capitalista y sus principales genes: lucro, avaricia y egoísmo.

Importa, digo, dejar esto claro, porque de lo contrario acabaremos con el mantra de ciertos grupos: "la culpa es de x, y o z". No, la culpa es del paradigma completo, aunque algunos sean más responsables que otros. En primer lugar el sector financiero, del que sabemos que ha realizado toda la ingeniería financiera para obtener el máximo lucro posible en el mínimo tiempo; también los políticos, que con las políticas desreguladoras de los últimos veinte años han puesto las bases para que el sector financiero pusiera patas arriba todo; y, cómo no, todos los que participamos en la orgía del consumo y destrucción del planeta. Este puede ser un orden de responsabilidades, pero el problema es el paradigma. Paradigma que nos ha llevado a una situación irrevasable en lo ecológico, energético y espacial.

La situación de crisis la he nominado Crisis E-4. Se trata de una crisis Espacial, Energética, Ecológica y Económica. Todas empiezan por e y son 4. Y esto es lo que hace irrevasable la situación. Otras crisis fueron parciales. Baste recordar la del 29, que no incluía tres de las es que esta. Pero la actual las incluye todas, reforzando una el efecto de la otra. Si empezamos por la Espacial, vemos que la tasa de crecimiento poblacional del planeta llevará al mismo a la cifra de 7.000 millones el próximo año, 9.000 millones en 2050 y 12.000 en 2100. Unido esto a la pérdida de tierras fértiles y a la disminución de los lugares habitables por mor del aumento del nivel del mar, la posibilidad de alimentar tal cantidad de personas y de, simplemente, habitar se antoja imposible hacia 2050. Ahora bien, por sí sola, la crisis Espacial no pondría contra las cuerdas al planeta. Se suma la Energética que, dado nuestro modelo de despilfarro, requiere de la extracción y quema de grandes cantidades de combustibles fósiles. Hemos pasado de 30 millones de barriles de petróleo diarios en 1970 a 87,5 millones en 2010 y la tendencia, de quedar petróleo, es llegar a 100 millones en 2020. Pero el pico del petróleo lo pasamos en 2008 y las extracciones de líquido vital del capitalismo vienen a menos, provocando un alza de precios y una reducción de la producción que hará incrementar las guerras estratégicas por su posesión.
Baste un dato que nos da la medida de la necesidad del petróleo en el capitalismo: un litro de petróleo condensa la energía que 50 trabajadores podrían realizar según el estado actual de la tecnología. Una simple multiplicación hace el resto.
Algunos piensan en la energía nuclear como sustituto, pero es mala época para hablar de ello, sobre todo si se piensa que sólo habría para 67 años de uranio al ritmo de consumo actual. En fin, que la Energética se manifiesta como la crisis que pondrá límite al capitalismo, por muy verde que quiera volverse ahora para salir de sus atolladero. Ahora bien, es la otra e, la de Ecológica, la que pone el tinte trágico a todo esto. Porque podríamos intentar controlar la población, podríamos reducir y sustituir el consumo de combustibles fósiles, pero planeta, lo que se dice planeta, solo hay uno y no puede sustituirse. El grado de contaminación del planeta, el efecto invernadero, el colapso de los océanos, la saturación de los vertederos y la imposible renovación de tantos elementos desperdiciados, hace inviable continuar con este modelo más tiempo. Solamente el manido cambio climático, por sí solo, ya nos pone contra las cuerdas. El aumento de la temperatura es irreversible y para finales de siglo será de más de cinco grados de media, lo que supone una catástrofe de proporciones bíblicas para el ser humano. La contaminación junto con el despilfarro nos llevan a la destrucción suicida.

La crisis Económica, de ser importante, lo es para hacernos ser conscientes de la necesidad de cambio, de conversión, de transformación personal y social. Es cuando se afecta el bolsillo cuando los sujetos inmersos en el capitalismo son conscientes de los límites y entonces, y solo entonces, por el sufrimiento, se abrirá un espacio para la conversión. La posibilidad de una revolución está forcluida: no hay sujeto histórico de la misma. La de una catástrofe no la queremos, entonces solo nos queda el éxodo del paradigma capitalista y la conversión. Y esto en cuatro ámbitos: personal, comunitario, social y global. Cuatro ámbitos que articulan un éxodo absoluto, asentándolo en la austeridad, el decrecimiento, la satisfacción de necesidades reales, el cambio del régimen de propiedad y la pobreza.

Dijo Dostoievsky, por boca de uno de sus personajes más hermosos, el Principe Minshkin,
"el idiota", que la belleza salvará al mundo. Hoy hay que añadir que la pobreza salvará al mundo. Es la conciencia de necesidad y la reducción de aquello con lo que vivo, lo que abrirá un espacio para la vida del ser humano en la tierra. Lo contrario es la autodestrucción, pero aún estamos a tiempo. El día ha llegado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Resulta interesante pensar en la semejanza entre esta crisis E-4 y un cáncer terminal, quizás esto nos pueda ayudar a comprender mejor esta difícil situación y la vía de escape a esta. Tal temida enfermedad se caracteriza por una taza de crecimiento celular descontrolado y que termina excediendo los límites espaciales del organismo, la demanda energética de la persona sobrepasa su posibilidad biológica de satisfacerla y los diferentes sistemas del organismo se van deteriorando y fallando hasta acabar con el enfermo. La cuestión es que la medicina capitalista no puede ver que el problema no está solamente en los genes de las células cancerosas sino en el estado de la mente del individuo que afecta a todas sus células, aunque algunas sean las víctimas más afectadas y se les termine culpando de la tragedia. La postmodernidad globalizada es el estado actual de la mente en el mundo y allí debemos apuntar porque es esto lo que hace que se expresen los oncogenes del capitsalismo. Si nos centramos sólo en eliminar las células tumorales y en controlar los síntomas no estaremos haciendo más que suprimiendo el grito de cambio, pero es cosa de tiempo para que el cuerpo que siempre quiere sanarse de raíz grite aún más fuerte. Pero esto durará sólo un tiempo, porque llegaremos al punto en que los más modernos aportes de la tecnología -que no de la ciencia- sólo servirían para prolongar y ahondar una dura agonía. Ninguna cirugía ni radio ni quimioterapia podrán ya sanar al enfermo. Es un cáncer terminal. Hasta aquí llega la medicina capitalista que terminará en el ataúd como parte del cáncer que es. Pero es aquí, cuando ya la suerte está hechada, que nosotros vislumbramos con más fuerza la quinta E de una crisis „terminal“ como en la que nos encontramos, que sin esta E ni siquiera sería crisis sino simplemente tragedia y el capitalismo en sí mismo es solamente tragedia, ahora sí, terminal. Si somos capaces de ver una crisis real es porque divisamos el Éxodo, y pienso que este junto con la consecuente metanoia pueden salvar a una persona con cáncer, aunque terminal, y sanar hoy a la humanidad. Esta crisis también es Exodal, y hoy más que nunca. Tú nos ayudas a salir y cambiar de mente, Bernardo.
Siento no poder acudir a la conferencia, que estoy seguro será muy fructífera para los que asistan.
Un saludo
René

Bernardo Pérez Andreo dijo...

Tu fino análisis como médico llega hasta las causas reales de este mal que atenaza a la humanidad, igual que otro médico de hace varios decenios en tu continente hermano.

Un abrazo

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