jueves, 19 de marzo de 2009
Crisis what crisis
¿Quién dijo crisis? Crisis significa juicio y riesgo. Ni lo uno ni lo otro se dan en el caso de los ejecutivos de las grandes empresas que gestionan multimillonarias sumas de fondos públicos que han servido para tapar su desastrosa gestión financiera por la que ahora se quieren llevar sus bonus. He aquí la verdad de todo esto. El término para designar las primas a las que tienen derecho los ejecutivos es el mismo que el que identifica las ganancias en los juegos de las máquinas recreativas. Es lo que han estado haciendo en los últimos dieciocho años en la City o en Wall Street, jugando en un megacasino llamado “Planet Earth”, pero con un pequeño truco. Si sale bien, gano mucho dinero, si sale mal, los demás pierden mucho dinero y me llevo mis bonus, que para eso está firmado en la relación contractual laboral. Imagino que también tendrán sindicatos que defiendan sus intereses, como cualquier honrado trabajador.
No voy a entrar en si deberían ser despedidos o si se los debería fusilar, como propuso philip Stephens, prestigioso analista del Financial Times. Porque creo que ellos son también, sí también, víctimas de este gran monstruo llamado capitalismo, que acaba devorando a sus propios hijos. Los ejecutivos no son más que meros ejecutores de una lógica inhumana y suicida que acaba con todo lo que toca. Cual Rey Midas, convierte en oro todo lo que toca y lo hace inservible para el ser humano de hoy y de mañana. Entiendo que se trata de entrar en un cambio de época y no meramente en una época de cambios, como pretenden los que rigen los destinos de este planeta. Porque ya no es posible ir más allá, no hay punto de retorno. Lo único que saben hacer para acabar con esta crisis es volver a inflar una burbuja, como están haciendo con los Bonos del Tesoro estadounidense, que en el tramo a tres meses se pagan al 0 %, es decir, que hay quien prefiere que le aseguren que no va a peder nada en tres meses. Lo peor es que si la burbuja de Bonos estalla se llevará por delante al dólar y esto acabará con la economía del imperio, porque sin la moneda de referencia Estados Unidos no puede hacer frente a su enorme déficit, y el imperio no lo va a permitir así como así.
La crisis, en boca de los que la han organizado, sólo es una excusa para acelerar el proceso de concentración de capital, la disminución de las cargas sociales y la disminución de la legislación medioambiental para poder seguir con más de lo mismo. Crisis es un mantra que viene bien para despedir trabajadores, recortar salarios y derechos, reducir gastos sociales y acabar con cualquier resistencia. La verdadera crisis, no es eso, es una oportunidad para emitir un juicio sobre este modelo económico y social que llevamos padeciendo dos siglos. Se trata de poder poner en claro cuáles son las verdaderas causas del mal, las consecuencias a corto y largo plazo, y establecer una planificación pormenorizada para desmontar el sistema entero, si es posible, pieza a pieza. Por desgracia, no se puede eliminar de un plumazo, volveríamos a niveles preindustriales que no pueden sustentar al número actual de habitantes, o nos encontraríamos con un escenario como en Mad Max, una barbarie absoluta. A esto se agarran para que los estados salven el sistema de depredación, “capitalismo o barbarie”, parecen decir. Pero sí que hay alternativas a este desorden mundial y debemos ponerlas en práctica.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario