Si hoy estableciéramos algo parecido en España, incluso en el mundo, aunque no sería la solución del problema, sí nos permitiría evitar la catástrofe. 2000 millones de árboles permitirían fijar millones de toneladas de CO2; recuperar las tierras que están al borde del colapso biológico; repoblar la fauna natural; producir grandes cantidades de madera para la construcción e ingentes cantidades de biomasa con la que se podría generar electricidad limpia. También producirían un efecto positivo sobre el clima porque los bosques atraen las lluvias y ayudan a temperar un clima que se está volviendo extremo. Todos estos beneficios a corto, medio y largo plazo vienen acompañados de una fuerte creación de empleo. Primero para su plantación, después para el cuidado de los bosques y por último para la enorme cantidad de empresas que pueden beneficiarse de estos productos. Todo eso sin ningún tipo de gasto adicional porque es más cara la suma del plan E, un plan inútil desde el punto de vista de la economía productiva, los famosos 420 euros de miseria y los gastos derivados del incumplimiento del protocolo de Kyoto. Todos estos gastos sumados, grosso modo, se elevan a más de 15.000 millones de euros, amén de los 150.000 que se están dando a los bancos. Así es que se trata de sacar las cuentas e incluir en ellas los costes ecológicos, humanos y económicos de tomar una u otra decisión y ver qué es más rentable teniendo en cuenta los imperativos categóricos de Jonas: que nuestra acción presente incluya la vida futura del hombre en el planeta. Y efectivamente, lo que aquí proponemos es más rentable en todos los sentidos.
La imagen que acompaña el post refleja los puntos de más calentamiento en los últimos diez años, como se ve es en el Ártico donde más se ha elevado la temperatura, a pesar del aumento de la capa de ozono. El aumento de temperatura es tan elevado que el hielo no resiste todo el verano y que grandes masas de agua, antaño helados, empienzan a inundar los demás océanos produciendo un aumento de la temperatura en ellos. Pero nuestra idea sigue siendo que aún podemos evitar lo peor, pero cada vez queda menos. Habría que hacer un gigantesco Plan G a nivel mundial, no por el famoso punto homónimo sino por Gaia, la madre tierra que nos acoge y que está en grave riesgo.
1 comentario:
Saben que esas cifras de dinero son ficticias, y por lo tanto juegan con ellas como si fuesen ha hacer algo bueno con el plan E o con las insuflaciones de dinero a los bancos. Su juego de ficción quieren hacerlo como nuestra realidad.
Saludos.
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