martes, 2 de marzo de 2010

Burbuja sobre burbuja

Cuando empezó la fase final de la crisis del modelo de desarrollo (por utilizar los eufemismos al uso) capitalista, allá por el lejano 2008, no creí ni por un momento que se podrían generar nuevas burbujas financieras que pudieran aplazar el ineluctable final de este sistema corrupto de vida que el genio de Kafka definió como "un estado del mundo y del alma". Han sido al menos tres las burbujas generadas desde los noventa: la burbuja de las puntocom, la burbuja bursátil y la burbuja de la construcción. Esta última ha tenido dos momentos, el primero entre el año 2000 y el 2004 de pura especulación urbanística, desde el 2004 hasta el 2007 de especulación con los productos derivados, los famosos vehículos estructurados de crédito y demás artilugios financieros que sólo servían para que la ingente deuda se sustentara a sí misma. Cuando esta última burbuja explotó, llegaron los multibillonarios rescates financieros. Cerca de 8 billones de dólares de dinero público en todo el mundo se inyectaron en las entidades financieras para evitar el colapso del sistema. Era dinero que no existía con lo que tuvo que emitirse deuda, deuda que sirvió para sanear los balances de las entidades y que generaron a su vez la crisis de los estados en la que estamos envueltos, como es el caso de Grecia.
Pues bien, ahora nos vemos en la última burbuja financiera, la burbuja de la deuda. Creo que esta sí que debe ser la última porque ahora sí que no se me ocurre otra posibilidad de generar más dinero de la nada, pero el capitalismo se distingue por ser capaz de renacer de sus cenizas. Esta última burbuja se ha construido a base del endeudamiento de los estados para salvar a los bancos, pero lo verdaderamente gracioso es que esos mismos bancos han utilizado el dinero que se les dio para prestarlo a los estados. De esta manera resulta que la deuda privada se ha transformado en pública y que los estados se han vendido a los intereses financieros. Según el GEAB 42, a partir de ahora los estados entrarán en un quiebra sistemática. La abultada deuda de USA y Reino Unido no podrá ser sostenida y tendrán que recortar de tal manera el estado que apenas será una sombra de sí mismo.
Ahora les toca a las economías desarrolladas. Como los buitres financieros ya no pueden exprimir más a los pobres, deberán recortar las condiciones de vida de los habitantes de los países enriquecidos. Hemos de prepararnos para la sarta de mentiras que se van a esgrimir para recortar los derechos sociales. Se nos dirá que la crisis, que los mercados internacionales, que la competitividad, etc., etc., pero la realidad es que el salvamento del sistema financiero nos ha puesto la soga al cuello, ahora se trata de saltar y quedar colgados.
Lo he dicho muchas veces en este blog: hay que salir del sistema y avanzar hacia modelos económicos diferentes en los que la economía esté al servicio de los seres humanos y no de un grupo de chacales hambrientos de riquezas. ¡Ojalá esta sea la última burbuja!, porque la opción a esto es la burbuja de la muerte, de ganar dinero con la muerte y destrucción, como nos explica Naomi Klein en su magnífico libro La doctrina del shok, el capitalismo del desastre. En los próximos años asistiremos a demasiados terremotos, huracanes y demás desastres "naturales", estemos preparados.

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