jueves, 18 de marzo de 2010

... el último

Cada vez se hace más claro para el que quiera verlo que Europa se ha lanzado a una suicida carrera por destruir el modelo social que lleva su nombre, basado principalmente en cierta justicia distributiva que compensa las lacerantes injusticias del modelo económico liberal. Lo que costó una guerra y muchas luchas sociales conseguir, se está liquidando en unos pocos meses y además se está haciendo con el consentimiento tácito de todos. Esto que llaman crisis está sirviendo para desmontar, no sólo los mecanismos del estado de bienestar, sino el pensamiento solidario que subyace a él. Ahora resulta que lo correcto es bajar los salarios, porque hay crisis; recortar la asistencia sanitaria, porque hay crisis; reducir el gasto social, porque hay crisis; socavar derechos laborales, porque hay crisis; elevar los impuestos a todos, es decir, principalmente a los que menos pueden, porque hay crisis.
Lo más grave de esto es que ha desaparecido del discurso mediático cuáles son las verdaderas causas de la crisis. Y sí, lo habéis acertado: son los bancos, el sector financiero. No son las empresas productivas, ni los salarios, ni los pensionistas, ni los pacientes, ni los excluidos sociales. Pero sí serán estos los que paguen el pato, mientras los otros siguen repartiéndose sus suculentos beneficios. Sería necesario hacer una especie de análisis psiquiátrico masivo para llegar a comprender cómo hemos sido capaces de aceptar que las finanzas mundiales hayan creado un agujero de más de 8 billones de dólares, que este sea cubierto con el dinero de todos, que aquellos se queden con el dinero y que nosotros paguemos la deuda. Y para más escarnio, ahora se utilice esa misma deuda contraída por los estados para rellenar el agujero negro del sector financiero, como ariete para destruir la poca justicia que quedaba en Europa. Vemos cómo con la excusa de la deuda se desmantela lo último del sector público europeo, se reducen los salarios en un proceso deflacionista que acabará con la productividad y con los beneficios sociales, y se llega a una loca carrera por ver quién reduce más sus costes laborales para competir con el resto de Europa. Pero es imposible ser competitivos si todos reducimos los salarios, como ha indicado el Nobel de economía Paul Krugman. Es como si en un grupo se compitiera por adelgazar, al final acabarían muriendo todos.

En la imagen que acompaña este post podemos ver el "anillo de fuego" de la deuda. Como se comprueba, los países que tienen todas las papeletas para la quiebra son Japón en primer lugar, Italia y Grecia después, y seguidamente USA y UK. España seguiría a Irlanda. Entonces hay que preguntarse el motivo de que sea Grecia el país por donde empiecen los tiburones financieros su carnicería. El motivo es que todavía tiene un suculento sector público al que saquear, como también lo tiene España e Italia. Japón no dispone de ese sector y por eso se ha quedado fuera del festín, de momento, pero si algún país ha de quebrar el primero, ese será Japón. Si USA no quiebra es sencillamente porque dispone de la máquina de imprimir billetes verdes.

Estamos ante un panorama que bien podría calificarse de neurótico y ante una sociedad que atrapada por el miedo. El grito es "sálvese quien pueda", mientras todos se suben al bote salvavidas, pero el bote salvavidas está agujereado y pronto hará aguas. En fin que ... el último.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bernardo eres mi idolo!!!!!!!

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