Los Hedge Funds (conocidos como fondos buitre por la semejanza con el comportamiento de esta ave) se dedican a tomar prestados títulos de deuda en grandes cantidades. Con ellos especulan contra la deuda. Si les sale bien, el país acaba pagando más por la misma. Se hace así: se venden grandes cantidades de deuda, de modo que el país en cuestión se ve obligado a elevar el precio que paga por la misma. Al final de la operación, la rentabilidad de la deuda ha alcanzado un 25% más, pongamos por caso, entonces el fondo de inversión devuelve los títulos tomados en préstamo y se queda con su parte. A partir de ese momento la deuda del país atacado es más cara y para hacerle frente ha debido reducir sus gastos. Pero los inversores saben que necesitará emitir más deuda para financiar la deuda anterior, con lo que tendrán otra oportunidad para atacar la deuda y hacer subir su rentabilidad para los inversores. Este fue el procedimiento seguido contra Grecia y ahora se ha disparado contra España.
Lamento profundamente haber acertado de lleno en los dos post anteriores. Hoy mismo informa un diario de tirada nacional de que el supuesto plan de rescate ha quedado "neutralizado" por el ataque de los mercados financieros, es decir, que el chantaje que decíamos ha funcionado y ahora vuelven a por más dinero. El final de este proceso es muy doloroso y veremos si tarda semanas o meses en producirse. Ahora tienen los mercados como objetivo tumbar al gobierno de Zapatero con el fin de que llegue un gobierno más afín aún a sus postulados, el de Rajoy. Es una apuesta segura en la que nada pierden, sea porque toman prestado para especular o porque directamente acuden al Banco Central Europeo a conseguir fondos al 1% con los que es poco arriesgado especular: sólo se pude perder el 1% de lo arriesgado.
En las próximas semanas veremos más ajustes para los pobres y las clases medias de este país, hemos de prepararnos para lo que se avecina, porque aún hay más.
1 comentario:
Incluso para los que no entendemos de economía, la película resulta cada día más sorprendente. El hecho es que nuestros impuestos suben, disminuye el salario, se volatilizan los ahorros, podemos hacer menos cosas (eso en parte hasta podría ser bueno, pero no de esta manera). Y uno tiene la triste impresión de que siempre pagan los mismos, los que menos tienen. Estoy convencido de que si hay un cambio de gobierno no solo no anulará ninguna de las medidas tomadas por el actual, sino que todavía incrementará más la presión sobre los pobres. O sea, que vamos de mal en peor.
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