"Terrorismo humanitario"

En alguna otra ocasión hemos comentado en este espacio que el pecado que no puede ser perdonado, el pecado contra el Espíritu Santo, lo es porque se trata de "con-fundir", en sentido literal, el mal y el bien; o dicho de otra manera, llamar mal al bien y viceversa. Cuando esto se hace, la posibilidad del perdón queda impedida por esencia. Si el pecador no es capaz de ver su pecado, difícil será que pida el perdón y se le otorgue. Pero es que, además, es el peor de los males que pueden dominar a un individuo y a una sociedad. Si este mal domina a un individuo, su acción estará conducida por la mera casualidad o gobernada por fuerzas ajenas a él; si domina a una sociedad, lo más probable es que termine como la Alemania nazi o la postmodernidad agonizante.

Me hacía estas reflexiones a propósito de la llamada "flotilla de la libertad" que intentaba llevar ayuda al mayor campo de concentración de la historia, Gaza. Este pequeña isla de tierra palestina vive rodeada por Israel, Egipto y el Mar Mediterráneo. Sus habitantes no pueden salir, ni entrar nada que Israel, con la colaboración de Egipto, permita. Estrictamente hablando es un inmenso campo de concentración de una población sufrida, perseguida y masacrada constantemente por la mayor fuerza militar que se haya conocido jamás. Porque al poder militar de Israel se une la inmensa ayuda del Amigo Americano. Sobre Gaza se han realizado en los últimos años los experimentos con drones, aviones teledirigidos, que han permitido perfeccionar esta tecnología hasta el punto de ser completamente fiable. Aviones de este tipo son utilizados para: vigilar, grabar, seleccionar, asesinar e intimidar a la población. Todo ello se realiza con la anuencia de la comunidad internacional y con el visto bueno de la ONU.

Pues bien, Israel se siente tan seguro de su poder que se permite hacer aquello que a cualquier otro país le acarrearía severas consecuencias y sanciones drásticas. Si caulquier otra país, cada cual que piense en el que quiera, se hubiera permitido abordar con una operación militar a unos barcos en aguas internacionales, hubiera asesinado a 9 tripulantes y herido a más de 60, hubiera secuestrado a casi 700, los hubiera sometido a torturas varias (que cada cual imagine el grado) y hubiera requisado todas sus pertenencias, la comunidad internacional habría puesto el grito en el cielo y estaría pidiendo que el gendarme internacional intervenga rápidamente. No sé si se llegaría al bombardeo, porque por mucho menos se permitió el de Afganistán e Iraq, pero seguro que las sanciones habrían sido impuestas. Sin embargo, nada de esto, es Israel quien ha impuesto la agenda informativa por medio de los grandes grupos de comunicación internacionales controlados con capital filoisraelí. Según esta agenda, los pasajeros de los barcos eran terroristas con intención de proporcionar armas a Hamás; sus soldados se encontraron con fuerte resistencia y hubieron de hacer uso de las armas; Hamás está utilizando a estos pobres diablos para desgastar la imagen internacional de Israel; y por último, Israel es la víctima de todo esto, se han visto obligados a matar, secuestrar y torturar.

Me pregundo, en primer lugar, dónde están esas armas que dicen que llevaban los buques, seguramente con las armas de destrucción masiva de Sadam Hussein; en segundo lugar, cuál es la filiación terrorista de los pasajeros, cuál de las muchas ONGs "terroristas" los financia; y en tercer lugar, por qué el verdugo es la víctima y por qué no piensan que eso mismo es lo que decían los nazis de los judíos.

Considero que estas personas estaban en uso de su libertad para dirigirse a una zona donde tantos seres humanos sufren carencias y que su intención era destapar ese sufrimiento, intención que han pagado cara; que no disponían de armas, pero si hubieran dispuesto de ellas, la salvaje acción de Israel hubiera legitimado su uso; y que, de haber hecho uso de esa fuerza proporcional al ataque, deberían sentirse orgullosos. No puede ser que aceptemos tranquilamente que las víctimas son los verdugos y que los victimarios son los agredidos. De seguir por esta senda acabaremos calificando las acciones humanitarias de las ONGs, cuando no nos interesen de "terrorismo humanitario".