Al final de la primavera de 2008, ¡cuánto ha llovido ya!, ingentes cantidades de dinero empiezan a fluir desde las inversiones hipotecarias hacia el mercado de materias primas. 350 mil millones de dólares toman posiciones en el mercado de materias primas, buscando posiciones de ventaja sobre los futuros de los cereales, sobre todo. Esto significa que los fondos de inversión se adueñaban de grandes cantidades de reservas de estos productos. El principal inversor en estos productos fue Goldman Sachs (75% del total), el banco de inversión que no quebró, como recordamos, porque Paulson dejó caer Lehman Brothers e intervino AIG. Goldman Sachs es el banco de inversión por el que han pasado todos los responsables de la política económica estadounidense de los últimos diez años. Este banco se dedicó en 2008 a enjugar sus pérdidas en el sector inmobiliario con inversiones en las materias primas. Fueron inversiones multimillonarias que acapararon la producción mundial de cereales que se decide en la bolsa de Boston. El sistema era utilizar el dinero de los inversores para comprar y recomprar. Por ejemplo, se compra el derecho sobre una partida de cereales, cientos de millones de tonelas, durante tres meses, al cabo de ese tiempo se recompra esa partida a un precio mayor, lo que da beneficios a los primeros inversores y asegura la propiedad para la empresa de esa cantidad de cereal. Como es un producto de primera necesidad, la presión de compra para el mercado "real" de consumo aumenta y el precio sube. Al terminar los tres meses, Goldman Sachs vuelve a comprar para otros inversores esos mismos cereales, de modo que estas cantidades no entran en el mercado de consumo mundial, su precio vuelve a subir y los inversores, junto con Sachs vuelven a ganar. De esta manera, acaparando "legalmente" los cereales, su precio se multiplicó por dos en la bolsa de valores y por cuatro en los mercados finales. En la primavera de 2009, el precio del trigo, el arroz y el maíz, los productos básicos de consumo mundial especialmente para los pobres, eran tan elevados que el número de hambrientos sólo podía crecer y crecer. Ahora mismo, los precios se mantienen, pero lo peor es que el mecanismo para hacer subir los precios sigue estando ahí para que cualquier inversor con la suficiente capacidad lo utilice en su propio beneficio.
Me he atrevido a decir arriba que este era el mayor crimen jamás cometido, a pesar de haber sido tantos los crímenes cometidos contra la humanidad, este es el más grave por tres motivos:
1º porque es el mayor cuantitativamente: en dos años se han sumado 2000 millones de seres humanos al sufrimiento del hambre y la exclusión.
2º porque se ha realizado de forma sistemática, con el consentimiento de las autoridades "legalmente" constituidas y a la luz de todo el mundo, incluso a pesar de la denuncia de muchos que no hemos dejado de gritar ante tamaño crimen.
y 3º porque ha sido un crimen gratuito que se ha efectuado para salvar las cuentas bancarias de miles de inversores opulentos que veían peligrar sus fondos tras el hundimiento del sector inmobiliario. Y esto es lo más grave, porque para salvar los dineros de los ricos "ha sido necesario" sacrificar a 2000 millones más de seres humanos. Lo peor, con mucho, es que esto no para aquí y se seguirán sacrificando tantos seres humanos como sean necesarios con el fin de que los ricos sigan siendo ricos. El año pasado ya aumentaron su riqueza en un 50% y este año van por el mismo camino. Se trata de la lógica del capital, el verdadero criminal de la historia.
1 comentario:
Vaya análisis de una gran estafa investida de inmoral prosperidad. Una bolsa de valores en la que “corrupción” es la letra del tesoro con la que inescrupulosos inversionistas apuestan con el beneplácito de indecentes estados. En esta sensación de vergüenza ajena (que es propia) considero que sólo la educación, el uso de la razón y la libertad de expresión podrán revertir esta perversa realidad. Gracias por abrirme la cabeza, aunque suene un poco grotesco, pero es lo que siento. (Por suerte, desde iglesiaenhellin vengo sin casco). Saludos sinceros. Virginia.
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