sábado, 24 de julio de 2010

Un libro bien vale un traje

El 23 de julio he estado en Madrid para la presentación a los medios de comunicación de mi libro Descodificando a Jesús de Nazaret. Fue una mañana maratoniana yendo de un sitio a otro. Acabé exhausto, exánime diría yo, no me quedó ni una gota de aliento. En esas circunstancias hay que poner todos los recursos personales durante demasiado tiempo al máximo nivel. Tanto es así que en el día, que empezó a las cuatro de la mañana para hacer el viaje, perdí casi dos kilos de peso, así es que el que quiera perder peso que vaya a Madrid a presentar un libro.
Llegar a Madrid fue rápido; aparcamiento, desayuno yPaseo de la Castellana arriba hasta el edificio donde está Intereconomía. Allí me esperaba el editor, Miguel Ángel de Rus. Entrar al edificio y Control de Acceso, a partir de ahí todo a la derecha, siempre a la derecha. Nos recibe José Cavero, veterano periodista curtido en Radio Nacional y colaborador de Antena 3 antes de recalar en el grupo Intereconomía. Es un hombre sencillo, amable y muy inteligente, que lleva al entrevistado con soltura y precisión. Pasamos a una sala donde grabamos el programa para la radio que conduce Cavero, Punto de encuentro. Fueron 18 minutos de una entrevista amable, relajada y bastante exhaustiva, para lo que es la radio. Seguidamente maquillaje, hacer cola, estaba Ramón Pi que empezaba su programa. Las maquilladoras hacen verdaderos milagros, no quedó ni rastro de mis seculares ojeras, acentuadas ese día por el madrugón. Después rápido a Control de sonido para prueba de micros y esperar a publicidad para entrar en plató. Un escenario extraño, todo es virtual. Las paredes son verdes, el color que eliminan para colocar las imágenes que aparecen en la pantalla. Nos sentamos, la presentadora da paso a Cavero y este me presenta a mí. Cinco minutos dan para poco y hay que aquilatar mucho lo que se quiere decir, no doy con lo que quería.
Terminado allí, la salida del edificio fue como la entrada, a la derecha, siempre a la derecha. Coger el coche y callejear hasta el café con medios en El Café El Espejo, Paseo de Recoletos 31. Un buen lugar para estar y charlar con calma. Radio Nacional envió una entrevistadora del programa Un idioma sin fronteras, fue la entrevista con más profundidad de todas. Tras el café vuelta al coche, callejeo y a Villanueva 39 donde se encuentra la web conoceralautor.com, donde se dan a conocer autores que no disponen de los recursos de los grandes medios para hacerlo. Es triste que en este país tres editoriales controlen el 85% del mercado editorial. Pero lo realmente peligroso para la cultura son las tácticas mafiosas de las que hacen uso para su control. Aprovechando su peso, imponen a los distribuidores y librerías sus propios intereses, con lo que al resto de las más de dos mil editoriales que hay les queda un hueco muy pequeño.
Terminada la sesión, vuelta al coche y a casa. Atasco de viernes en la A-3, mucha paciencia. Al final llego a casa con los míos y tengo tiempo para reflexionar sobre la experiencia. He aprendido mucho en muy poco tiempo sobre cómo funcionan los medios de comunicación y los peajes que debes pagar si quieres publicar un libro en este país. Si no eres un autor conocido, las grandes editoriales, incluso las del ámbito teológico, te están vedadas. Sus excusas siempre son las mismas: "no hay margen de mercado", "no tiene cabida en nuestras colecciones", "no se ajusta al perfil de la editorial", o la peor de todas "es magnífico, siga intentádolo con otras editoriales". Yo sé muy bien que un libro mío se vende, más tarde o más temprano. Soy profesor y mucha gente me conoce y le interesa, pero no soy capaz de vender la edición en el tiempo que dura la novedad, 90 días. Con un libro mío la editorial no pierde, pero la mayoría de ellas, con honrosas excepciones, no quieren no perder, quieren ganar y mucho. Ahora mismo tengo un libro por publicar que sólo una de cinco editoriales ha mostrado interés por él, de momento interés.
Personalmente me hubiera gustado otra forma de hacer las cosas, pero la realidad es la que es y no la que yo quiero. No me queda más remedio que someterme a las exigencias del guión del mercado, el sacrosanto mercado. O bien, olvidarme de publicar libros. Pero también creo, y esto me lo han ratificado varios amigos, que es bueno que mucha gente pueda acceder a lo que escribo. Son muchos los que me animan a escribir y más los que me muestran su gratitud y eso borra cualquier desaliento que pueda anidar en mí ante estas servidumbres. Una de las que más me cuesta es la del traje. Parecerá una estupidez, pero a estas cosas hay que ir con un cierto disfraz y he acabado aceptándolo contra mi voluntad. Yo soy el mismo y digo las mismas cosas con un polo o con una corbata, pero parece haber mucha gente que no te escucha igual con un polo o con traje. En fin, que lo importante es el servicio que se pueda hacer a los demás y si esto exige un disfraz, disfracémonos, pero solo lo externo. Espero no disfrazar nunca mi pensamiento ni mi compromiso. En el fondo, un libro bien vale un traje.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Ánimo, como normalmente digo, antes del fuego estaban las cadenas, hay que someterse un poco, pero solo un poco al sistema y los intereses impuestos, para conseguir nuestros anhelos.
Y enhorabuena, pues casi imperceptiblemente te darás a conocer, con tanto esfuerzo que debe ser recompensado.
Mucha suerte en este camino hacia la luz.

Martín dijo...

Enhorabuena. Es verdad eso que dices de las dificultades de publicar, y más en los ámbitos de la filosofía y la teología, pero lo difícil es el primero, y ese paso ya lo has dado. Con todo es cierto eso que dices de que los editores quieren que la venta sea en el tiempo que dura la novedad. Más te diré, a veces son reacios a publicar segundas ediciones de tirada breve, porque puede ocurrir que tu segunda edición, tu libro ya no novedad, haga sombra a las novedades del editor. Les interesa mucho más vender novedades, que vender reediciones. Y las reediciones, sobre todo de autores que venden, hacen sombra a las novedades. Repito mi enhorabuena por estas entrevistas.

Anónimo dijo...

Bueno...traje de cintura p'arriba, que los vaqueros, al menos en la entrevista.youtube, forman parte del aliño indumentario.
Bromas aparte, enhorabuena.Lo dificil es querer vivir de lo publicado. Porque publicar, hoy en día, gracias a iniciativas en internet como bubok, la edición está a disposición de casi todos. Otra cosa es el negocio editorial, la fama, los mas medias,los bestseller. Amplio espectro para elegir

Anónimo dijo...

Los de Atrio han colgado tu entrevista en youtube. Imagino ya lo sabes

Desiderio dijo...

Éste es el mundo que nos ha tocado vivir, y en este mundo es en el que tenemos que dar a conocer a Jesucristo. Como dices, lo importante es no cambiar nuestro pensamiento ni nuestro mensaje, y concesiones las mínimas.

Anónimo dijo...

Decodificar la realidad nos ayuda a no detenernos en un traje... Personalmente creo que no hay contradicción alguna en tus "estrategias"; las reglas del juego deben ser para todos iguales. Eso sí; cada jugador puede decidir libremente si hace o no hace trampas y ahí es en donde radica tu fidelidad. Yo lo sé bien por el "mundo del arte" ('artworld' que diría Dickie) al que, tarde o temprano, tendré que hacer frente.
Lo verdaderamente importante es que vas encontrando espacio por el que hacerte oír. No deja de ser curioso que ese espacio sea un lugar al fondo "a la derecha"... pero ¡Ojo! Tú lo dices bien; es el monopolio de los "rojetes buen rolletes" los que tienen ese 85% de control sobre lo que se publica, se piensa, se dice... pfffff.
A seguir, en la brecha. SIn atajos pero sin dar un paso atrás.
Abrazotes,
i

Anónimo dijo...

¡Sigue así! Verdaderamente es interesante lo que dices, yo estoy aprendiendo mucho y me hace reflexionar en muchas cosas. Lo importante realmente es que estas haciendo algo que amas y es estar ahi, y mostrarte como eres.
¡Suerte!

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