Me ha hecho llegar Antonio López Baeza un hermoso texto que aún es inédito y que me atrevo a publicar en parte aquí por lo mucho y bueno que puede hacer reflexionar sobre los acontecimientos actuales. Estamos sumergidos en un oscuro océano de indecisión, nuestras acciones parecen no tener valor alguno. Muchos piensan que nada se puede hacer contra esta inmensa injusticia y han dejado ya de luchar por otra globalización, la del amor, la única que puede hacernos humanos cabales en estos tiempos, sin embargo nada está perdido y todo está aún por hacer. Los poderosos de la hora presente solo han ganado dinero, pero el trabajo, el amor, el compromiso y la esperanza nos pertenecen a los muchos que estamos comprometidos con la causa de la misericordia, la justicia y la dignidad. Ellos tiene el dinero, los medios de comunicación y la violencia represora; nosotros tenemos nuestros cuerpos y nuestros espíritus para reconstruir cuando nos lo propongamos este mundo que resquebraja por todos sitios. Basta que nos pongamos a ello y en el acto caerán todas las mentiras; justo en el mismo momento que alguien deja de obedecer, deja de ser esclavo. La servidumbre siempre es voluntaria, como nos enseñó De la Boétie, lo único que nos impide ser libres es el miedo que nos produce la libertad. Pero lo peor de todo es que nos hemos creído el discurso del Poder: que somos un montón de gusanos sin capacidad para rebelarnos.
Pues no, no somos gusanos, somos seres humanos cargados de pasión y compromiso y con las fuerzas suficientes para construir otro mundo, un mundo sin poderosos, un mundo de hermanos. Para ello disponemos de una herramienta que debe ser explotada al máximo. De la misma manera que los primeros cristianos utilizaron los instrumentos que el Imperio romano dispuso para someter el mundo, los medios de transporte, hoy podemos usar La Red, creación del Poder para el control, para crear esa nueva realidad que ansiamos. La Red nos permite entrar en contacto a tantos los que pensamos lo mismo y que deseamos vivirlo y por ello mismo nos permite generar la alternativa. Si en el Imperio romano los cristianos vivían el grupo comunitario ampliado en el Cuerpo Místico, la Iglesia, nosotros hoy podemos crear ese nuevo Cuerpo Místico, ahora para toda la Tierra, por medio de la Red.
Dejo algunos versos de López Baeza para su fruición.
LA RED
Y EL CUERPO
MÍSTICO
ESTAMOS, sí,
dentro de ella.
Es la RED por
la que el mundo entero
puede escuchar
la voz de los sin voz,
y ser
oposición organizada contra los poderes anónimos.
Somos muchos en ella (aunque no
todos nos conozcamos).
Pero somos muchos.
Y podemos construir entre todos,
entre la mayoría,
ese tejido de fraternidad,
esa relación responsable de
unos con otros,
en la que el Bien de cada uno sea
el Bien de la mayoría,
y la mayoría haya dejado de ser
masa informe
para formar la Conciencia
Solidaria,
que habrá de conducirnos a la
Globalización del Amor.
[...]
¡Somos la RED
que suma, que arrastra, en su conciencia liberadora,
aspectos
separados de nuestro mundo,
personas
aisladas en nuestra sociedad,
valores de
crecimiento y de servicio no tenidos en cuenta,
llantos
perdidos e irredentos de millones de hambrientos…,
y todo ello conjugado
en la fuerza única de “otro mundo es posible”!
¿Quién no
advierte en esta RED aspectos vivos de aquel Cuerpo Místico,
en el cual el
Bien Universal constituye su Mente rectora,
y el Bien
Particular la fuerza de sus miembros en acción?
Antonio López
Baeza
4 comentarios:
Antonio,ese ser tan especial, representación del amor y la entrega por antonomasia. No es amor sensiblón y lloriqueante del que habla nuestro querido Antonio. Tampoco amor informático, aunque se transmita por la Red, porque él es cercanía, aún en la distancia, y se sirve de este medio, con la agudeza que lo caracteriza, consciente de que llegará a todos, a todos los que reivindicamos valores esfumados, transtornados por esta farsa de globalización. Siempre fuí remisa a adentrarme en este mundo tecnológico, desconocido e incongnoscible,tan frío y aparentemente inhumano, pero la realidad es cambiante, "somos muchos" y podemos unirnos en la Red, no para quedar presos en ella, sino para hacerla estallar en mil pedazos.
Gracias Bernardo, gracias Antonio, es un verdadero placer escucharos.
Estoy de acuerdo: la red permite interaccionar. Pero también tiene sus tentaciones y sus peligros. Yo me he propuesto, por salud mental, no entrar más en algunas páginas supuestamente religiosas. Así no me entero si hablan de mi. Mal, claro. Y desde que lo he hecho estoy mucho mejor, más tranquilo. Es una derivación de eso que tú dices sobre las posibilidades positivas de la red. Posibilidades positivas, pero, como todo, tiene también sus posibilidades negativas. Un abrazo y gracias por tus reflexiones.
Un poco de abstinencia no viene nada mal en esto de la Red, pero sabiendo dosificar, es todo un invento. la verdad es que cambia hasta la forma de trabajar. Puedes perder mucho tiempo, pero si sabes administrarte es muy útil, hasta para cambiar el mundo. Mi experiencia es muy positiva, puedo llegar y me pueden llegar personas que de otro modo sería impsobible. Es, en cierto modo, como el Cuerpo místico.
La Red es un instrumento. Un martillo sirve para clavar púas o para romper cosas. Depende las manos que lo usan. La Red no es buena ni mala en sí. Depende de lo que hagamos con ella. Puede ser semilla de revolución y puede ser un medio para difundir la pornografía infantil.
Publicar un comentario