¿Cómo era esa cancioncita de Ricky Martin? ah, sí, un pasito pa'lante, María. Un pasito pa'trás. Eso mismo es lo que están viviendo el B.C.E y Alemania por un lado y España, y en menor medida Italia, por el otro. Una semana se anuncia que ya está, que vamos pa'lante, que el euro se salva y que no hay que intervenir a España. La bolsa sube, la prima baja, los pajaritos cantan y las nubes se levantan. Pero, oh maldición, a la semana siguiente nada de nada, que no, que no se le había entendido, que donde dijo compro dice ahora paga tú; que las pensiones son muy altas en España, que los parados son muy vagos, que los estudiantes son zopencos y los enfermos unos aprovechaos. Si quieres mi amor, dicen los capitales alemanes por medio de Merkel y su draghioncillo del Sancta Sanctorum del Capital europeo, tendrás que bajarte más los pantalones (es que no les llega), así es que: un pasito pa'trás, María(no).
Solo los ciegos que no quieran ver, pues hasta el ciego que quiera lo ve, no se percatan de dónde nos están llevando en esta situación. Ni siquiera tienen empacho en reconocer que los rescates a los países del sur no son tales sino que son rescates reales a los bancos alemanes y a la economía alemana. Si Grecia, Portugal y España se negaran a pagar la deuda, ilegítima de todos los puntos de vista, Alemania y sus satélites se iban al carajo inmediatamente, por la sencilla razón de que ellos son los causantes de esta burbuja con su financiación ilimitada de las locuras armamentísticas en Grecia, constructoras en Portugal y urbanísticas en España. Por eso no echan a estos países hasta que llenen el enorme agujero negro de la economía financiera especulativa que es el euro. Están llevando a los países al suicidio social, pero lo más grave es que los ciudadanos con sus votos siguen eligiendo opciones políticas que aceptan las premisas del capital centro europeo y ponen en práctica políticas deflacionarias internas con la ilusión de hacer de nuevo competitiva la economía y atraer capitales. Menuda ironía. Todas las políticas que aplicó Zapatero y las actuales de Rajoy han conseguido justo lo contrario: aumentar la fuga de capitales, disminuir la inversión y perder la posibilidad de desarrollo en I+D+i. En fin, que estas opciones políticas, ciegas de ideología, siguen con el mantra estéril de los ajustes, la devaluación interna y los sacrificios sociales.
Ayer, el Señor de los ahorrillos, de Merkel, Mario Draghi, dijo que si queríamos dinero para nuestra deuda que cumplamos con las condiciones; hoy, María(no) cumple y aumenta la reducción del gasto en el doble de lo que se había dicho. Con esto consigue, oh milagro, que el coste del bono a 10 años baje a los niveles de hace dos semanas, cuando la reducción del gasto iba a ser la mitad justo. Es decir, que con el bailecito de Draghi se ha conseguido sacar a España, a todos los españolitos que no podemos sacar nuestro dinero fuera, la friolera del 50% del presupuesto anual en dos años, 12 puntos del PIB. Pero, sarcástica que es la realidad de las finanzas, esto no es sino un pequeño aperitivo. La deuda externa total de España es de 1,2 billones, 10 veces más de lo que promete pagar el gobierno. Por tanto, dentro de tres meses serán, no 100.000 millones, sino 300.000. Una locura, María(no). Y es que, como dice la cancioncita dichosa: "Ella es como un pecado mortal que te condena poco a poco. Ella es un espejismo sexual que te vuelve loco loco".
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