Este no quiere
ser un comentario de un libro, ni tan siquiera una reseña de una obra
importante; quiere, como solo se puede querer lo fundamental, recuperar el
valor de la narración para la sociedad humana, un valor que la sociedad del espectáculo está arrinconando
y que el cristianismo, si quiere subsistir, tendrá que recuperar a toda costa.
Esto es lo que hace l’esprit de finesse
de Xabier Pikaza[1], un
espíritu cultivado y cautivado por la Sagrada Escritura, en especial por la
figura y la presencia de aquel que, nacido de una joven en extrañas
circunstancias, fue el revulsivo histórico que Dios quería para la humanidad;
fue la salvación para todos los que se han encontrado con él y los que lo
harán. Pero para encontrarse con él es necesario recibir el testimonio, y esto
habría sido imposible sin la genialidad de un tal Marcos, allá por el año 70 de nuestra era. Tuvo la osadía y la
iluminación de escribir para que no se perdiera, justo en el momento en el que todo podía derrumbarse (28), la
experiencia de un grupo de hombres y mujeres que habían compartido con el
Nazareno su vida, sus anhelos, sus lágrimas y su fe.
Pikaza, sin
grafía, pero con el sentido de una obra completa, pretende también, como
Marcos, recuperar la experiencia salvífica de Jesús ahora que todo puede derrumbarse y que los hechos
históricos nos conducen a variados caminos sin salida, a tientas, sin la luz de
la fe ni tampoco la de la ciencia. Por eso quiere rescatar del olvido, redimir
de la condena al abandono, lo que ha sido una gran tradición de liberación de
la humanidad vivida con pasión, sufrimiento y compromiso y que, en el devenir
de los tiempos modernos, los mismos que debíamos poner en la práctica diaria,
hemos dejado de lado por miedo a las consecuencias que tal compromiso arrostra.
Son consecuencias para la propia vida, pues lo que Marcos nos da no es sino una
biografía de la persona humana de Jesús en la perspectiva pascual. Marcos, dice
Pikaza, propone la solución al Calvario: contar la historia real de Jesús, es decir, la pascual. Es
el relato del fracaso mesiánico de Jesús Nazareno que, paradójicamente, se
construye como la posibilidad de la llegada del Reino de Dios a partir de
Galilea para todos los hombres que vivirán, para toda la sociedad y para todas
las sociedades. Galilea es el nuevo comienzo del Resucitado en y por sus
seguidores para todos los confines del mundo y para toda la historia. Galilea
es hoy el signo de la necesitada reconstitución eclesial que debe experimentar
en sí misma la Pascua de Cristo. Muriendo y resucitando, la Iglesia será capaz
de cumplir su misión, justo antes de que todo
se derrumbe.
La obra, magna
por su volumen y magnífica por su ejecución, es una lectura y comentario
capítulo a capítulo y versículo a versículo del primer evangelio histórico.
Quiere ser y es un texto de consulta y acompañamiento para los lectores del
evangelio. Los siglos transcurridos y la necesaria traducción, no solo textual,
sino vivencial, hacen necesario un texto que acompañe y explique el de Marcos.
Solo un especialista puede hacer esta labor, un especialista con la dedicación
y la experiencia de Xabier Pikaza. De ahí que esta obra contenga, a partes
iguales, la obra del hagiógrafo y la obra del teólogo. Como las grandes obras
del siglo pasado sobre Jesús, esta también nos muestra el Jesús de Pikaza, no solo el de Marcos, de ahí que sea el Marcos de Pikaza, el evangelio según
Pikaza. Y muy al contrario de lo que cierta exégesis al uso pretende, a saber,
recuperar el texto originario sin la mediación del intérprete actual, esta obra
es muy consciente de la necesidad de toda traducción y de los medios y métodos
que las ciencias hoy nos aportan. Lejos de ser estos métodos impedimentos, son
los posibilitadores de todo acercamiento al texto, texto que quedaría como una
simple reliquia si no pudiéramos hacer otra cosa que repetir sus palabras sin
alcanzar el corazón de las mismas: el sentido que vehiculan. Los textos, sin el
acercamiento de los plurales métodos exegéticos, son tumbas del sentido,
sarcófagos del pasado, mausoleos de la experiencia humana.
Para hacer una
mínima aproximación a la obra lo haremos en tres momentos que presuponen tanto
la quiebra histórica del cristianismo marcano como la quiebra posmoderna que
nos atenaza. El texto, todo verdadero texto, presupone un sustrato oculto, la
trabazón de los hilos de su composición, donde se asienta la trama que se
expone. Esa trama nos permite rescribir el sentido de la experiencia humana,
recrear la comunidad liberadora y reconstruir la historia de salvación. Esto es
lo que ha establecido Pikaza en su obra: un texto que reconstituye el texto de
la experiencia creyente de la comunidad marcana.
[1] X. Pikaza, Evangelio de Marcos. La Buena Noticia de
Jesús, Verbo Divino, Estella 2012, 1199 pp. Las las referencias entre
parántesis se refieren a esta obra.
1 comentario:
it's ok
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