sábado, 20 de junio de 2009

La era del "hipercolonialismo"


En el informe publicado en Mayo de este año por la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) se muestran unos datos que nos parecen de una gravedad sin precedentes. Según esa agencia de Naciones Unidas «las adquisiciones masivas de tierras se están incrementando en África y otros continentes, aumentando el riesgo -si no se hacen de forma correcta- de que los pobres se vean desposeídos o se les impida el acceso a la tierra, el agua y otros recursos, según indica el primer estudio en profundidad sobre este fenómeno». Este estudio en profundidad también nos dice que son principalmente empresas multinacionales las que están llevando a término un acaparamiento de las tierras fértiles en los tres continentes que aún las poseen: África, Asia y América Latina. Los países que no disponen de grandes multinacionales por medio de las cuales hacerse con las tierras, lo hacen directamente, como es el caso de China, aunque otros utilizan ambos medios, como Japón.


El acaparamiento de tierras llega a suponer ya casi el 50% de las tierras fértiles de muchos países y siempre va unido a la expulsión de sus legítimos propietarios, normalmente pueblos ancestrales que viven en esas tierras desde siempre. Es conocido el caso del pueblo mapuche y su lucha por sus tierras en Argentina y Chile contra Benetton, o el caso actual en Perú, donde los pueblos propietarios legítimos de las tierras quieren evitar el regalo de las mismas a las multinacionales para la extracción de petróleo. Pero el caso más importante fue el intento de Daewoo, la famosa empresa surcoreana, por arrendar durante 99 años 1.3 millones de hectáreas en Madagascar, el 50% de la tierra fértil. Creemos que el acuerdo con el presidente del gobierno fue realizado con algún tipo de soborno. Marc Ravalomanana, que es el nombre del felón, fue depuesto en Marzo de este año tras un golpe de estado. La realidad está muy lejos de lo que los medios de desinformación masiva anunciaron. Lo que llevó al golpe fue el movimiento sostenido durante más de un año por los campesinos y las asociaciones en defensa de la tierra en la isla. El actual presidente, que llegó al gobierno con la promesa de cancelar el acuerdo, sigue en negociaciones con la multinacional.

Muchas tierras están en el punto de mira de los capitales internacionales, pues saben que el futuro pasa por el control de la tierra. El aumento de población y la disminución tanto de las tierras fértiles como de su fertilidad, van a provocar una verdadera catástrofe humana en los próximos decenios. Lo más grave será el control de las tierras por parte de unos pocos, esto llevará a masivas migraciones en busca del alimento y a la necesidad de controlar a las poblaciones mediante el uso intensivo y extensivo de la violencia hiperimperialista. Las grandes empresas utilizarán las tierras, como quería Daewoo, para la producción de aquello que sea más rentable en términos económicos, a costa de cualquier precio humano y ecológico. El cultivo de maíz y de aceite de palma para la producción de bioetanol es la prioridad, mientras miles de millones de seres humanos caen en la inanición pura y dura.

Para mantener este modelo económico en el futuro será necesario crear guetos de ricos que estén perfectamente protegidos en sus ciudades búnker, mientras legiones de soldados y contratistas se encargan del control de la población sobrante: este es el hipercolonialismo que nos espera.

2 comentarios:

M. Gelabert dijo...

A la vista del panorama descrito, casi dan ganas de decir: "No temáis a los que os pueden quitar el cuerpo, pero no pueden quitaros el alma". Lo malo es que los que nos quitan el cuerpo también buscan el modo de quitarnos el alma, de manipular nuestra mente, de hacernos creer lo que no es. Y en el fondo tratan de convencernos de que esto es "bueno" para los que vivimos en la parte rica del mundo, porque nosotros seremos los beneficiarios de esta "ocupación" de tierras. Si el análisis del futuro que describes es cierto, ¿a qué responsabilidad presente nos convoca?

Bernardo Pérez Andreo dijo...

¡Cuánto me gustaría estar en un magnífico error!, pero los análisis de los mejores expertos, incluso dentro del mismo sistema económico y social en que vivimos, apuntan a esto. La responsabilidad presente a la que apuntas es muy alta: ahora debemos posicionarnos muy claramente en contra de esto, pero ni son buenos tiempos para la lírica ni para la verdad. Vamos a añorar a Aristóteles y a Santo Tomás mucho en el futuro. Gracias a Dios,nos queda la esperanza en los jóvenes, en que aún no han sido pervertidos por el sistema económico imperante. Lo malo es que lo serán si no hacemos nada. Toda mi labor como docente la he puesto en este sentido, en liberar conciencias para el futuro. Pero las resistencias son muy fuertes y me veo presionado por distintos ámbitos para cejar en el intento. No debemos desistir de predicar la verdad, la justicia, la misericordia y el amor.

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