martes, 10 de marzo de 2009

¡Os tomaré cuentas…!

Pocos medios de comunicación, ni siquiera los llamados católicos, nos informan de la verdad de eso que han dado en llamar “crisis”. Si un cristiano quiere estar informado debe buscar él mismo la información, pero son pocos los que tienen el tiempo o la oportunidad para saber dónde buscar. Si buscamos encontraremos los datos que publica recientemente la web de la cadena estadounidense CNBC. En lo que va de “crisis” se ha comprometido o entregado un total de 4,2 billones (¡millones de millones!) de dólares a las entidades financieras americanas. A esas mismas que su codicia, egoísmo y perversión moral llevaron al sistema entero a la catástrofe más absoluta mediante ese eufemismo que utilizan para designar el robo puro y simple: “ingeniería financiera”.
Ahora han conseguido que los estados salgan a salvar a las entidades que siempre estuvieron en contra de la intervención estatal. Estuvieron en contra cuando se trataba de establecer controles que impidieran lo que ha sucedido; ahora están a favor de que se intervenga para salvar millonariamente a los bancos de su propia codicia, pero, eso sí, sin modificar los patronos sacrosantos del libremercado, ese mismo libremercado que nos ha colocado en la situación actual.
Si buscamos un poco más de información, encontramos que en pocos meses pueden morir 19 millones de niños de inanición y que tres mil millones de euros bastarían para remediarlo. Pero para esto no hay ni un solo céntimo, mientras que los cuatreros reciben 4,2 billones de dólares. Estamos ante un Robin Hood a la inversa, porque aquello que se entrega a los bancos se quita de la boca de los pobres que mueren de hambre, primero por las políticas homicidas del Fondo Monetario Internacional y segundo por las dádivas millonarias que nos emponzoñan más en la madeja de la crisis. Como dijo el profeta Amós: “Escuchadlo los que exprimís a los pobres y elimináis a los miserables… ¡Jura el Señor por la gloria de Jacob no olvidar jamás lo que han hecho!”.
El Señor no olvida a los millones que claman justicia y no olvida a los muchos que claman “ayudas” para que el modelo depredador no se hunda. Si esto no nos indigna, no seremos dignos de llamarnos hijos de Dios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A mi todo lo que está pasando me hace sentir mal.No entiendo porque si algunas personas hacen cosas malas le ponemos a Dios por medio,y nos hace sentir temor y miedo.Cuando Dios es amor y la vida está llena de errores.
Suerte me gusta todo lo que escribes.
Anónimo.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...