Estos negadores de la realidad se escudan en una supuesta falta de consenso científico, precisamente ahora que las grandes revista de ciencia (Science, Nature) se hacen eco de los resultados constatables sobre el aumento de la temperatura planetaria. Nos dicen que si no hay consenso no hay realidad. Algo así como si todos los ciegos niegan la existencia de la luna esta no existe. Es un argumento de mucho peso lógico, como se ve, y de gran raigambre científica: construir la realidad por consenso. Es decir, que cerramos los ojos y ya está, o como me dicen algunos alumnos un tanto ingenuos, para entonces no estamos aquí. Esta argumentación es respetable a ciertas edades, pero cuando de forma tácita es expresada por personas de las que supone un nivel intelectual alto, aunque sólo sea por exhibir un título universitario, entonces la cosa adopta un tinte muy diferente. Debemos pensar dos cosas y sólo dos: una, que sus facultades morales se han visto gravemente afectadas debido al mal hábito adquirido, algo así como sucede con el onanismo; la otra, peor aún, que nos quieren engañar, independientemente de la afición de Onán. Y aquí es donde estamos, nos quieren engañar y nosotros nos dejamos engañar. Los medios de comunicación, mayoritariamente, se suman al "negacionismo" o al "aplazacionismo", es decir, negar la realidad o aplazar cualquier solución para mañana, vale decir para nunca, y que nuestros nietos no puedan vivir en este planeta.
Existe una web que puso en marcha hace quince meses un reloj con cuenta atrás de 100 meses, fecha tope para tomar medidas que sean útiles para evitar, atención, la catástrofe. Más allá de 2016, ninguna medida a tomar tendrá valor para evitar lo peor. Aún estamos a tiempo, pero...
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