Coherencia o hipocresía: la vida de Brian.

La huelga de hambre que lleva a cabo Aminatu Haidar está movilizando a todos aquellos que tienen simpatía por las causas perdidas ya que esta es una de ellas. El gobierno marroquí, verdadero culpable de lo sucedido, ha dado suficientes muestras de despotismo y criminalidad en su actuación sobre el Sáhara Occidental. No tiene ningún problema en dejar que esta mujer muera de hambre aunque es probable que haga un gesto de "magnanimidad real" cuando la cosa se ponga definitivamente fea. Es la forma de actuar de un gobierno que nada le importan los derechos de nadie. Bien sabemos cómo se tortura en Marruecos y cuáles son los procedimientos de esa mafia que controla a la nación, encabezada por el Rey mismo, hermano, dice, del nuestro.

Pero los gobiernos europeos no tienen menos responsabilidad. La Unión Europea ha determinado el problema como bilateral y por tanto han dejado a España sola ante este marrón. El gobierno marroquí tiene las manos libres para hacer y deshacer cuando, recordémoslo, ha sido él el culpable al negar su propio pasaporte a una, según la lógica oficial, nacional marroquí. Lo que ha hecho Marruecos es declarar unilateralmente a Haidar apátrida y de rebote ha declarado la verdad sobre el Sáhara: que es un territorio anexionado y ocupado por Marruecos. Se han conculcado todos los derechos que los países occidentales dicen defender, pero nadie mueve un dedo por ella, tampoco el gobierno español, atado como está por los intereses que le unen al país magrebí.

Lo que hace Haidar con su huelga de hambre es sacar las vergüenzas de occidente ante al atropello a su pueblo y dejar en evidencia la hipocresía de intereses que mueve a los países llamados democráticos. Si sigue con su huelga no conseguirá nada, excepto morir, pero esa muerte puede suponer un cambio de rumbo que el Sáhara estaba necesitando, porque había entrado en vía muerta, justo lo que le interesa a Marruecos. Su táctica es dejar pasar las generaciones hasta que por la vía de los hechos consumados, el territorio quede anexionado. Lo que intenta Haidar es decir al mundo que es preferible morir a vivir en un mundo como este donde los intereses priman sobre la verdad y la justicia. A veces me imagino a Jesús en el Monte de los Olivos, aquella noche aciaga en la que fue arrestado y posteriormente ejecutado, salir corriendo hacia el desierto para "reorganizar las fuerzas y seguir con la tarea por otros medios". De haber sido así, poco habría quedado de su acción salvadora y nuestra historia sería otra, algo así como La Vida de Brian, una parodia sin sentido.