martes, 12 de enero de 2010

Educar contra la manipulación

Definitivamente no aprendemos, nos dejamos engañar por cualquier estupidez que pase por delante de nosotros. Ayer fue con los recursos dedicados a la Gripe A, hoy con los dineros que se destinarán a adquirir esas maquinitas que desnudarán virtualmente a todo el que quiera volar. Al respecto, el director ejecutivo de la empresa que vende las maquinitas dijo en Informe Semanal que España es uno de los países que antes ha comprendido el riesgo que supone el terrorismo y ya se ha interesado por adquirir varios de estos aparatos. Estos aparatos son de dudosa eficacia si lo que se pretende es que los posibles terroristas suban con bombas a los aviones, bastaría con que las llevaran en el interior del cuerpo, como los camellos las drogas que pasan el estrecho, para que la máquina no las detectaran; pero sí son muy eficientes a la hora de reducir a cero la dignidad de los pasajeros que sean sistemáticamente despojados de su intimidad.
Decía José Luis Villacañas, antiguo profesor mío y catedrático de filosofía en la Complutense, que las colas en los aeropuertos para que las gentes sean desnudadas por las máquinas guardan un gran parecido a las colas que los judíos hacían en los Lager para ser desnudados y entrar así al campo. De alguna manera, es un acto más de disciplinamiento de la población, que además está contenta de que se asegure un poquito más su vida.

Decíamos que no tenemos arreglo porque la desproporción entre la causa esgrimida y los efectos que se esperan no tiene más lógica que la del enriquecimiento con las ventas de las maquinitas y la más que posible intervención militar en Yemen-Somalia y la subsiguiente caja que harán las distintas empresas de la guerra que llevaban dos años de capa caída en las bolsas: las guerras de baja intensidad como Irak y Afganistán reportan pocos beneficios y se hace necesario abrir nuevos frentes. Bastaría con el argumento de la desproporción entre causa y efectos para que cualquier mente lógicamente ordenada negara el gran engaño que se nos propone, pero si esto no es suficiente, aporto nuevas informaciones suculentas sobre la más que probable operación encubierta del nigeriano que intentó hacer volar un avión. Al parecer, dos testigos implicados en el vuelo han revelado ciertos datos que no cuadran nada con la versión oficial y sí mucho con una operación bajo bandera falsa por parte de los servicios secretos (en este enlace puede leerse la información). Un pasajero de ese vuelo, Kurt Haskell, relata que estando en la cola del control para tomar el vuelo, vio acercarse a dos hombres, uno negro joven y otro de la India, bienvestido y mayor. Al llegar, el mayor dijo a los policías: "este hombre necesita subir a bordo de ese vuelo y no tiene pasaporte". Los policías le informaron de la imposibilidad de subir así al avión y lo enviaron a el jefe de policía. No sabe lo que sucedió, pero al joven negro volvió a verlo en el avión.
Otro de los pasajeros, el que saltón encima del joven para apagar el incendio que se había provocado, Jasper Shuringa, dijo: "temblaba. No opuso ninguna resistencia. Simplemente resulta difícil creer que estuviera intentando hacer estallar el avión. Estaba en trance. Tenía mucho miedo”. Daba a entender que podría estar bajo los efectos de algún tipo de droga o cualquier otra cosa, no parecía ser un terrorista suicida que quiere explosionar una bomba.


Vemos una clara estrategia de seguir con la aplicación del shock social por medio del miedo. Mister O no hace más que aplicar el discurso que pronunció en la recepción del infame Premio Nobel y seguir con la "guerra necesaria para la instauración de la paz". No estaría nada mal que ya de una vez nos hubiéramos vacunado contra tanta mentira y por principio desconfiáramos de todo lo que venga del imperio, sobre todo si es tan grosero como esto.

2 comentarios:

Martín dijo...

He leído el enlace que nos ofreces, y me he quedado un poco sorprendido. Uno ya no sabe qué pensar, aunque sí que tengo tendencia a pensar que muchas decisiones políticas están avaladas por grandes mentiras. Estoy de acuerdo en lo desproporcionadas que resultan algunas medidas en los aeropuertos. En los trenes de larga distancia el pasajero no pasa por ningún escaner, y el sabotaje de un tren podría tener efectos publicitarios tan grandes como el de un avión. Y respecto a que el nigeriano subió sin pasaporta al avión, realmente me parece tan increíble que, de ser cierto, habría que lanzar una campaña para exigir al menos explicaciones a los gobiernos implicados. Gracias, Bernardo, por ofrecernos datos difíciles de obtener que conviene conocer, aunque le dejen a uno bastante sorprendido.

Anónimo dijo...

Hay mucho más sobre este asunto en los siguientes enlaces:
http://www-es.rtve.es/noticias/20091228/nigeriano-detenido-avion-detroit-pudo-haber-embarcado-sin-mostrar-pasaporte/308385.shtml

También en una red social donde el matrimonio de abogados de Michigan cuentan la visita del FBI:
http://www.mlive.com/news/detroit/index.ssf/2009/12/flight_253_passenger_kurt_hask.html

En fin, que la cosa no sólo no se desmiente sino que se confirma el montaje.
Ánimo con estas noticias

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