Ahora bien, referido a la Iglesia, la palabra cuerpo tiene un valor importante que se pierde en algunas de las explicaciones que se dan al respecto. Cuerpo no designa meramente una entidad biológica, sino que de forma directa designa una estructura orgánicamente construida. Así hablamos del "cuerpo de bomberos" y no queremos referirnos a la realidad biológica del conjunto de los bomberos, sino a que forma una unidad orgánicamente estructurada para conseguir un fin. De la misma manera hablamos del cuerpo (utilizamos mejor el étimo latino corpus) legal, para referirnos al conjunto organizado de leyes. Cuando aplicamos el término cuerpo para referirnos a la Iglesia, lo acompañamos del complemento de Cristo precisamente porque es una estructura orgánicamente construida para obtener un fin: ser la presencia temporal del cuerpo glorioso de Cristo.
Es necesario saber que no siempre se llamó a la Iglesia cuerpo místico de Cristo, sino que fue Jaime de Viterbo en 1300 el que modificó la relación terminológica entre la Iglesia y la Eucaristía. Durante el primer milenio de la Iglesia, ésta era denominada Cuerpo real (verum) de Cristo, mientras que la Eucaristía se designaba como Cuerpo místico de Cristo. A partir del segundo milenio fue cuando se cambiaron los términos y el adjetivo místico se aplicó a la Iglesia, mientras real se reservó para la Eucaristía. Esto llevó a ciertos peligros, porque identificar una sustancia concreta con la realidad de Cristo puede degenerar en una conciencia mágica que está muy lejos de lo sacramental. Aunque el cambio era comprensible, dado que la Iglesia real y visible poco se parecía al cuerpo real de Cristo, luego había de ser cuerpo místico.
La Iglesia es cuerpo de Cristo porque es la continuación temporal del cuerpo real de Cristo. En esta definición no identificamos real con físico sino que ampliamos la conceptualización a su sentido etimológico: real es lo que tiene res, cosa, substancia, permanencia. La Iglesia tiene como fin el mismo que tuvo Jesús en su vida, muerte y resurrección: la construcción del Reino de Dios hic et nunc, a cualquier coste.
*La imagen tiene algo de prefiguración del cuerpo de la salvación.
1 comentario:
La Iglesia, Cuerpo de Cristo. Y en el cuerpo todos los miembros son necesarios. Y solidarios. Un miembro no puede maltratar a otro. Todos deben cuidarse mutuamente. Todas las imágenes de la Iglesia van en esta línea: Pueblo de Dios, sacramento de salvación, templo del Espíritu, Esposa de Cristo. Debajo de todo está la comunión, la relación recíproca. Una reflexión sobre los miembros más débiles, más olvidados o menos considerados, redundaria en bien de todo el cuerpo.
Publicar un comentario