En la jerga de esta gentuza hay un grito de guerra en los últimos meses que es ¡a por los cerdos! Hay que saber que en inglés cerdos se dice PIGS, y esta palabra es el acrónimo con el que entre los brokers anglosajones se conoce a los cuatro países más débiles de la Unión Europea: Portugal, Irlanda, Grecia y España (Spain en inglés). Por tanto, lo que quieren decir con este insulto es que estos países están cargados de dinero y son presas fáciles. Irán cayendo uno a uno, o bien se pueden obtener beneficios a costa del euro, la moneda común.
Una vez que determinaron la presa, orquestaron el plan: durante varias semanas fueron cogiendo posiciones sobre el euro, adquiriendo moneda contra el dólar lentamente, de modo que no se revaluara el euro en demasía. Cuando el cambio llegó a 1,5 dólares por euro, empezaron a vender. Al disponer de grandes altavoces mediáticos, convencieron al resto de inversores de que Europa era débil y que había que vender moneda contra el dólar. De esta manera consiguieron vender sus euros a 1,5 hasta que han bajado a 1,37. Ahora se trata de comprar poco a poco y hacer caja. Al final de la operación han ganado limpio en una semana un 10% de lo invertido, que fue mucho. Como la economía es un juego de suma cero, otros han perdido: usted, yo y todos los que dependemos del euro en nuestras vidas. Hemos perdido en poder de compra frente al exterior; hemos perdido también en el coste de la emisión de deuda, ahora más cara; hemos perdido, sobre todo, nuestra dignidad, porque ahora saben que somos presa fácil y volverán a las andadas.
La próxima vez que lo hagan se cebarán en la deuda pública de alguno de los PIGS, como el caso de la española que ahora nos cuesta 0,5% más cara colocarla en los mercados financieros. O bien, volverán contra el euro, porque saben muy bien que Europa no va a limitar los movimientos de capitales y dejará hacer a los especuladores, de lo contrario los acusarán de ir contra la sacrosanta libertad de los mercados.
La única forma de salir de esto es volver a la paridad fija de monedas, o bien impedir los flujos de "capitales calientes", nombre con el que se conoce al capital especulativo. Creo que España tiene suficientes recursos propios como para no ponerse en manos de los buitres financieros, pero hace falta valor político para ello. Debemos ponernos muy serios y demostrarles que vamos en serio, de lo contrario nos comerán vivos. Hay que poner a funcionar los capitales propios obligando a invertir en la deuda pública y detrayendo una parte de la riqueza de las rentas más altas, de ese millón de españoles que posee más de un millón de euros y más de diez. Se trata de poner los recursos del país a solucionar los problemas de todos, es decir, hacer política en vistas del bien común. De no hacerlo así, auguro próximos robos de nuestra riqueza nacional y saqueos constantes de nuestros recursos.
1 comentario:
"Doblepensar".
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