Pues bien, con fecha 25 de Marzo de 2010, la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA), agencia estatal encargada de verificar y aprobar los nuevos planes de estudio que se adaptan al proceso de Bolonia, emitió el informe positivo sobre la acreditación del primer Máster Universitario en Teología por una universidad pública, en este caso la Universidad de Murcia. Dicho Máster será impartido por el Instituto Teológico de Murcia (Franciscanos), pero forma parte del elenco de Másteres de la Universidad de Murcia en la rama de Artes y Humanidades. Este hecho puede calificarse de histórico, pues hace historia. Los que saben de esto conocen que fuera del ámbito germánico, los estudios de teología están separados del resto de estudios y no forman parte del currículo habitual de estudios superiores. Con este paso que audazmente ha dado la Universidad de Murcia, la Teología vuelve a estar allí donde siempre estuvo antes del proceso secularizador, en el centro del saber humano y de la investigación académica. La Teología vuelve allí donde nunca hubo de desaparecer. Bien es cierto que las culpas están repartidas, aunque la Iglesia tuvo mucha parte de responsabilidad de que la Teología abandonara el ámbito civil universitario. El miedo a las ideas y a la confrontación con el saber le llevaron a cerrarse. Por ello no es menos importante que sea una Orden religiosa como la franciscana la que, con su esfuerzo y buen hacer, vuelva a introducir la Teología en el ámbito civil. A partir del curso próximo impartiremos este Máster en el Instituto Teológico, con la intención de recibir alumnos que hayan cursados los Grados de Artes y Humanidades y quieran tener una formación amplia y variada. Muchos se sorprenderán cuando vean el programa del Máster, porque siguen instalados en una percepción estrecha y periclitada de lo que ellos denominan "catolicismo". La Teología es hoy una de las ramas del saber que más avances está realizando en todos los campos, sea en el diálogo con la filosofía, sea en la relación con otras culturas, o bien en el apasionante mundo de la ciencia.
La Teología necesita, para cumplir plenamente su misión, encarnarse hasta las últimas consecuencias, como hizo el Verbo, y encarnarse supone estar allí donde se construye el mundo, de modo que este se parezca cada vez más al Reino de Dios. La fecha con la que ANECA firma la verificación, la Iglesia celebra la Encarnación del Verbo. Todos los que hemos tenido que ver con este Máster vivimos esta "casualidad" como una cita histórica con la humanidad y con Dios mismo.
8 comentarios:
He creído reconocer en las fotos del enlace al profesor Luis Oviedo. Enhorabuena a tí, a Luis, y a todos los que habeís hecho posible este Master.
Gracias Martín, Lluís es uno de los que han colaborado. Su experiencia docente e investigadora ha sido indispensable para que esto pudiera ser. Su conferencia, como se ve en las fotos del enlace, fue magnífica y es uno de los pilares de este proyecto.
¿Podrían indicarme requisitos de acceso y sobre todo la posibilidad de cursarlo a distancia?
ahuescar027k@cv.gva.es
Gracias
Los requisitos de acceso son los mismos que para cualquier otro Máster en el área de Artes y Humanidades, tener el Grado académico o similar. En caso de provenir de otra área del conocimiento debería haber una compatibilidad del 50% del currículo y superar una entrevista personal.
Dado el sistema de Bolonia, no cabe la posibilidad de realizarlo a distancia.
Gracias
Si no formas parte de la casualidad... ¿Del destinto?
¿Algún motivo coherente por no creer en la coincidencia?
¿No hay término medio? Si el destino se da, no somos libres; si todo es casual, no somos necesarios. Ni casualidad ni destino, existen leyes en el caos, o bien, necesidad en la libertad.
No existen motivos coherentes más allá de la asunción de las propias responsabilidades. La coherencia forma parte de una ilusión del sujeto. Los grandes obradores del mal eran muy coherentes con sus postulados. El principio de incertidumbre sólo tiene validez cuántica, no en la vida del espíritu.
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