lunes, 7 de febrero de 2011

La maraña moral

En esta semana que se celebra el día del ayuno voluntario de Manos Unidas, como medio de concienciación en su Campaña contra el hambre, nos ha surgido una noticia que revela a las claras el modo de funcionamiento del modelo económico y social actual. Bbc.com publica la entrevista realizada a un activista por la justicia global que se infiltró en un paraíso fiscal y desentrañó los entresijos de su funcionamiento. John Cristensen aprovechó ser experto financiero y oriundo de Jersey, uno de los más importantes paraísos fiscales, para encontrar trabajo en una entidad financiera radicada allí. En realidad su trabajo lo realizaba para Oxfam, una ONG de los años ochenta que hoy conocemos por Intermón Oxfam. Desde dentro pudo conocer el modo de funcionamiento y la dificultad para desentrañar los subterfugios que se utilizan en esos lugares para garantizar el secreto de las cuentas y operaciones, que es justo lo que hace que los paraísos fiscales sean lo que son. Lo verdaderamente importante es que en esos sitios confluye el dinero de todos los adinerados del mundo junto con el proveniente de la delincuencia internacional y el crimen organizado. Sin embargo, ningún juez o ningún país, han movido un solo dedo por desentrañar la madeja que cubre y protege estos lugares. Es evidente que hay un interés especial por parte del capitalismo por mantener ciertos lugares opacos donde guardar el dinero de los latrocinios, sean estos legales o no. En los paraísos fiscales existe un tercio del PIB mundial, unos 18 billones de dólares, y están allí bien protegidos por una legislación internacional que está pensada para defender los bienes de algunos y no la vida de la mayoría.
sólo con los impuestos evadidos de esas cantidades, sin contar las multas por evadir impuestos, se obtendrían en el mundo unos 255.000 millones de dólares, cantidad más que suficiente para: 1. acabar con el hambre en el mundo; 2. erradicar la pobreza; 3. escolarizar a los 500 millones de niños que no lo están; 4. reducir a niveles aceptables la mortalidad infantil. Es decir, sólo con los impuestos evadidos se podrían haber cumplido con creces los objetivos del milenio más importantes. Y eso sin necesidad de quitarle nada a los pobrecitos millonarios que disfrutan de su posesión. Si la ONU o el G20 no hacen nada es, sencillamente, porque no quieren. Porque en el fondo, los paraísos fiscales, son la esencia del sistema capitalista y sin ellos es muy probable que dejara de existir. Por esto mismo es más efectiva una campaña contra la riqueza acumulada en esos lugares que un millón de campañas contra el hambre.
Como hemos dicho en otras ocasiones, no se trata de luchar contra la pobreza, sino contra la riqueza, porque es ésta la causante de aquella. Pero, si luchas contra la riqueza te descalifican como insensato, en el mejor de los casos; si luchas contra la pobreza te llamarán utópico o te tendrán por santo. Pero el problema real está en la riqueza, en el modo de producirla y retenerla. Es ahí donde hay que atacar con todas las fuerzas, desentrañando la maraña moral del capitalismo global.

4 comentarios:

Martín dijo...

Creo que tu último párrafo, donde dice: "si luchas contra la pobreza te descalifican como insensato", debe decir: "Si luchas contra la riqueza". Aunque tampoco está mal como te ha quedado. De cuerdo contigo: el problema del hambre en el mundo y muchos otros problemas son políticos, no técnicos. Hay modos y medios de acabar con el hambre. Pero probablemente acabar con el hambre es ofrecer posibilidades de libertad, y con la libertad los poderosos y ricos se juegan el dejar de serlo. Por eso hay hambre y miseria, porque así tienen a las personas más controladas.

Bernardo Pérez Andreo dijo...

Gracias por la corrección, no me había percatado del error.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo en que hay que tomarse con cuidado la lucha contra el “hambre”, ya que incluso un pequeño tiritón podría producir un error caligráfico fatal que desencadenara una batalla contra el “hombre”, y el problema es que hoy somos muchos los que estamos tiritando.
Dices en el post anterior: la pobreza es dialécticamente proporcional a la riqueza. Yo lo entiendo así, cuando nace 1 niño en la riqueza hay 90 que nacen en la pobreza, pero véase esto bien, 1 nino rico al que nada mas nacer se le mutila el corazón con la fuerza generada por el sacrificio congénito de otros 90 niños miserables; al mismo tiempo que 1 niña alemana es desvirgada ya en el vientre materno ,90 son violadas en latinoamérica. No deberían nacer niños ricos y para eso deberá erradicarse la riqueza.
Un abrazo fuerte Bernardo.
René

Bernardo Pérez Andreo dijo...

Un abrazo para ti, René, y para tu familia.

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