domingo, 5 de junio de 2011

La Bestia seguía allí

Decíamos en el último post que hace falta un milagro para poder vivir el próximo año, un milagro que se viene produciendo los últimos treinta años y al que nos hemos acostumbrado, tanto que nos parece normal lo que no es más que la excepción a la norma. De producirse las condiciones normales, este sería el último año. Son muchos los datos que hemos aportado en este blog los dos años que llevamos escribiendo, y todos ellos apuntan en la misma dirección: nos queda poco tiempo para poder virar el rumbo de una nave que se dirige en medio de un mar proceloso hacia la Escila de la destrucción medioambiental y la Caribdis de la superpoblación. Entre los datos que hemos aportado, concretamente el 24 de abril de 2009, como puede leerse pinchando en este enlace, está la realidad de lo que sucede en Somalia con los llamados piratas, esos que secuestran nuestros barcos de pesca y piden un rescate por ellos. Advertíamos allí que la realidad de Somalia es muy compleja y que desde hace muchos años, la situación de guerra provocada por los intereses occidentales está degradando hasta extremos inimaginables la vida en la zona. Sabemos bien que durante más de una década se utilizaron sus aguas como cementerio clandestino de residuo altamente tóxicos. Todo se confirmó cuando el tsunami de 2004 sacó de las profundidades los enormes barriles que contenían la muerte encapsulada y ahora liberada.

Lo que ahora podemos aportar es el excelente documental que La noche temática emitió este sábado. Como siempre, La 2 nos trae un poco de verdad en medio de tanta basura televisiva. El documental Toxic Somalia, nos muestra la investigación que un equipo de televisión del Canal Arte francoalemán, ha realizado sobre la situación de este desgraciado país. El documento certifica todos los extremos que conocíamos: que han sido los intereses de las potencias occidentales los que estaban detrás; que la guerra es el medio de mantener un país sin ley para poder mejor controlar sus recursos y hacer cuanto interese; que todos han obtenido su tajada, empezando por Italia que utilizó sus costas como vertedero de residuos, residuos que hubiera costado 100 dólares la tonelada su procesado y que sólo costó 2,60 dólares arrojarlos al mar. También se ha beneficiado España, con su flota pesquera sacando todo lo que puede del mar y los principales productores de armas, que mantienen un mercado fijo de venta de armas.

Las consecuencias de todo esto las sufren, como siempre, el pueblo, la gente pobre y sencilla que ve cómo sus hijos nacen con deformaciones congénitas que le provocan enormes sufrimientos y una muerte segura, sin ningún medio de ayuda. También los jóvenes, lanzados a la piratería y la guerra como único medio de vida. Y, cómo no, el medio natural, devastado por tanta guerra, rapiña y avaricia. Todo para mayor beneficio de la industria contaminante, que ahorra grandes inversiones en reciclaje y tratamientos, de los grupos de inversión, que aseguran sus beneficios y de los países occidentales que mantienen su hegemonía en la zona.

Recomiendo el visionado del documental para comprobar que todo esto está sucediendo y que nos es un mal sueño, una pesadilla de la que podemos despertar en cualquier momento. Quizás, como en el cuento de Monterroso, cuando despertó, la Bestia seguía allí.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Un voto cada cuatro años no es democracia. Pero también pienso que al igual que el coito a cada instante y en cada lugar -como realmente ocurre en el capitalismo- tampoco asegura una sana vida sexual, el voto ininterrumpido que es nuestro consumo incesante, nuestro „dedo permanentemente apretado sobre el botón“ - como dijera el mismo autor que citas- tampoco garantiza la democracia. Reflexiono desde el post y del enlace que el problema es que en el IGP se rompe el lugar que permite que un coito lo sea verdaderamente, que sea relación, procreación, gratuidad, castidad; se atomiza el lugar donde el voto constante no es un robo permanente sino una entrega absoluta. Entiendo que por eso la propuesta de Jesús sea -en tus palabras- hacia un „no-lugar, como la manera de liberarnos, de dejarnos al margen de los infinitos falsos lugares que se ofrecen ahora en la postmodernidad globalizada, y así poder vivir en un nuevo lugar donde las relaciones ya no se establezcan sobre „el honor y la vergüenza“ sino que, como dice Alba Rico, se cree desde el compromiso reiterado del cuerpo con su entorno. Para salir de este marasmo se necesita un „no-lugar“ que va a tener que ser asumido a modo de milagro, es decir, desde lo natural. Porque los milagros de Jesús consisten precisamente en hacer lo natural, como se ve en el milagro de la „división“ de los panes. Lo natural, lo maravilloso, lo milagroso es el compartir. Intento asumir mi vida, el mundo, agarrándome lo más fuerte que puedo de los escasos milagros que van quedando, porque sí, pienso que lamentablemente va siendo cierto que en el capitalismo sea un „milagro“ ver el milagro, la marabilia, lo natural que es la vida, y estos „milagros“ van siendo cada vez más escasos.
Me cuesta no extenderme. Un fuerte abrazo, Bernardo

René

Bernardo Pérez Andreo dijo...

Estimado René, cuánto bueno volver a tener tus comentarios. Tienes toda la razón, en el capitalismo se extiende una pseudodemocracia donde todo el mundo cree decidir todo en todo momento, como en los programas televisivos. Caigo en la cuenta y lo anoto.
Son esos "no-lugares" del sociólogo francés los que nos llevarán a los verdaderos milagros del amor y la justicia.
Un abrazo y perdón por cambiar una palabrita de tu texto.

Anónimo dijo...

Con el cambio de la palabra quedó sin duda mejor el comentario, te lo agradezco. Lo que no entiendo es haber publicado mi comentario en este post, siendo que lo quería hacer en el anterior. Abrazo.

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