El acuerdo alcanzado por la UE sobre la deuda de Grecia tiene toda la pinta de ser una patada a seguir. Justo en el momento en el que la defensa de los mercados financieros estaban a punto de cazar al jugador, éste ha lanzado el balón hacia delante, zafándose del bloqueo y tomando aire durante un tiempo, al menos mientras los mercados se lo piensan y ven si es posible meter mano por algún lado al acuerdo. Más en concreto, creo que la patada alcanza a pasar el verano, justo hasta septiembre. Nos iremos de vacaciones y a la vuelta nos la veremos con los nuevos ataques a la deuda soberana, 160.000 millones de euros no dan para más allá, teniendo presente que el montante total de la deuda en el euro supera los varios billones de euros, y que los que realmente están en riesgo no son los países, sino los bancos privados que tienen toda esa deuda asentada en su contabilidad como haber, y que pasará al debe si Grecia no paga. Si esto sucediera, los bancos alemanes, pero principalmente los franceses, entrarían en quiebra, arrastrando al euro. ¿En qué medida es esto probable? Pues dependerá de lo que los mercados financieros quieran hacer. Objetivamente debería suceder más bien antes que después, sobre todo teniendo presente que los grupos financieros de la city londinense y de Estados Unidos, apuestan con fuerza a la quiebra del euro, apuesta que viene a ser una profecía autocumplida: si todo el mundo apuesta a que algo va mal, acaba yendo mal, es muy fácil.
El problema central aquí es que la deuda soberana ha sido provocada por los bancos privados como medio de salir de su propia crisis y ahora le han cerrado a los Estados la posibilidad de pagar la deuda. Si los Estados no pueden seguir endeudándose; si, además, el pacto del euro le lleva a la austeridad; si, para más inri, debe dedicar menos dinero a la protección pública, la consecuencia de todo esto es la quiebra anunciada de los Estados, seguida de la quiebra de los bancos y la quiebra del euro. No hay posibilidad de salir de esta situación, pues son habas contadas, que diría mi abuela. En fin, pasaremos el verano y a la vuelta hablamos del euro, o de lo que quede de él.
2 comentarios:
Haber y debe. ¿Y eso qué son? Cifras y columnas. Las cifras cambiarán de columna. ¿Eso es entrar en quiebra? ¿O eso es cambiar los números? Eso de la economía, cuando se trata de grandes números, resulta un poco enigmático. Si eso no tuviera repercusiones en el paro, en los sueldos, en las pensiones (ahí está lo grave de todo) sería un poco cómico. Llaman quiebra a ganar menos. La gente normal lo que busca es poder comer cada día y tener tiempo para disfrutar de la vida. Lo malo, ahí está la seriedad de tu escrito, es que estas vidas normales dependen de unos señores que hacen números y de la columna en la que los colocan. Lamentable.
Un alto nivel de vida, no garantiza la salvaguarda de la misma. Que se lo digan a Noruega, victima del brutal atentado de un fundamentalista cristiano de extrema derecha, según prensa digital. La distribución de los recursos tienen a la base una visión política del mundo.Y es de desear basada en la ética. ¿ Que lleva a un empresario noruego, con solvencia económica atentar indiscriminadamente contra sus propios paisanos ? No es por hambre.
Una lacra mas peligrosa avanza en Europa: el fundamentalismo basado en supuestas ideas mesianicas mezcladas con poder. El nazismo, que nunca se fué del todo.
Solidaridad con Europa, pobres y ricos. Todos en peligro.
La fuerza de una sola persona guiada por una idea no puede destrozar la vida del resto. La violencia no es el camino.
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