domingo, 25 de diciembre de 2011

Dies natalis Spei

La fiesta del natalicio solar es tan antigua como la era neolítica. Los seres humanos que debían vivir del ritmo de las cosechas necesitaban saber los ciclos solares y lunares, pero especialmente los solares, pues es el sol el que aparentemente determina las estaciones. Los agricultores están pendientes del ciclo solar, especialmente en el hemisferio norte, donde hay muchas más tierras marcadas por este ciclo astronómico. Hay dos momentos en el año en los que el sol parece permanecer en la misma posición durante unos días, son los solsticios. En verano entre el 22 y 24 de junio y en invierno entre el 22 y 25 de diciembre. Son dos momentos clave para festejar en el mundo agrícola.
Es muy posible que monumentos megalíticos como Stonhenge tengan que ver con el culto al solsticio de verano y que las fiestas navideñas sean todas celebraciones del solsticio de invierno. Desde el equinocio de otoño en septiembre, el sol aparentemente va disminuyendo su presencia en el cielo, bajando cada día un grado en su movimiento celeste, hasta que en diciembre llega al punto más bajo que coincide con el día más corto. En ese momento parece que el sol va a morir, pero vuelve a surgir con fuerza, venciendo a la oscuridad y naciendo de nuevo el ciclo anual. Los romanos lo celebraran como fiestas Brumalia y Saturnalia y dedicaban la fiesta del sol vencedor. Era una de las principales festividades y se celebraban ampliamente en todo el imperio.

El emperador Constantino, tras su victoria sobre Majencio en la batalla del puente Milvio, decidió ganarse el favor de los cristianos y bajo la treta política de asociar el culto al sol con el de Cristo, consiguió unos afortunados súbditos, perseguidos y masacrados por Majencio. Al final se impuso la lógica política de Constantino y los cristianos acabaron sucumbiendo a un enemigo peor que las persecuciones: el abrazo imperial. Se sabe que hacia el 330 ya se celebraba, con los auspicios de Constantino, la festividad del nacimiento de Jesús en la fiesta del Dies Natalis Solis Invictus, al que tanto adoraba el emperador. En realidad, el nacimiento de Jesús no es una fecha cierta, pues los evangelios no la precisan. Si hemos de hacer caso al hecho de los pastores guardando por turnos los ganados deberíamos descartar el invierno. No existe ningún pastor que saque el rebaño de noche en esas fechas, debería ser en otoño o primavera y no en verano, si es que hacemos caso a que hacía frío por la noche. En algunos lugares se celebró la fiesta el 25 de marzo, por coincidir con la primavera, y en otros el 25 de agosto, pero no hubo una fecha fija hasta Constantino. 

Puede resultar feliz el hecho de unir una fiesta universal en el mundo neolítico del hemisferio norte con la del nacimiento de Jesús, pero también nos ha traído bastantes problemas, sobre todo en los últimos tiempos, donde la Navidad es sinónimo de despilfarro, consumo desaforado y excesos de todo tipo que nada tienen que ver con el mensaje de amor universal. Estoy convencido que es imposible modificar la fecha, pero también que sería lo más idóneo si queremos celebrarla con pleno sentido cristiano. Es decir, si queremos que la festividad del nacimiento de Jesús signifique la recapitulación de todas las ansias de justicia y amor universales, debemos tener presente su significado dentro de la historia del pueblo hebreo y tras él, de todos los pueblos oprimidos de la historia. Porque si Jesús, el Hijo de Dios, nació en el pueblo hebreo es porque es el único pueblo que, sometido a todos los imperios de la era neolítica, ha tenido una alternativa ante ellos que suponía un cambio universal en las relaciones humanas. Esto lo vivió el pueblo en el Éxodo y se lo recordaron los profetas, pero fue Jesús, recapitulación de toda esta historia, quien lo expresó de forma universal en su anuncio del Reino de Dios, una realidad de plenitud para toda la humanidad. 

La Navidad no es la celebración de una realidad astronómica, sino universal. No es el Dies Natalis Solis, sino el Dies Natalis Spei et liberationis humanitatis, el Día del nacimiento de la Esperanza y la Liberación de la Humanidad.

¡Feliz Navidad!

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...