viernes, 30 de diciembre de 2011

¿No hay 5º malo?

Ya, por fin, tenemos las anunciadas medidas duras que se nos prometían. Son, según las estimaciones del gobierno, más de 8.000 millones de recorte del gasto respecto al del año anterior. También hemos sabido que el déficit del año en curso sobrepasará en 2 puntos el previsto, lo que supone añadir más de 20.000 millones a los 16.500 millones anunciados de recorte para estar al final del próximo año en el 4,4% de déficit, cifra con la que se ha comprometido el actual presidente y que mide el grado de destrozo de la economía para el próximo ejercicio. Sí, destrozo, porque eso es lo que va a suceder con las medidas adoptadas. Es imposible salir de esta situación, según enseña la economía al uso, si no hay inversión, sea privada o pública. Debe meditarse el artículo que enlazo de Richard C. Koo sobre el impacto de las medidas adoptadas en Europa y, especialmente en España, para salir de la crisis. Según este economista postautista, como se denominan a los economistas críticos en el mundo anglosajón, la única forma de salir de esto es la inversión pública en sectores clave de la economía para generar demanda agregada y que se reactive el ciclo económico. De lo contrario no nos espera la II Gran Recesión, sino la catástrofe más absoluta. Pero sigamos con las medidas y vayamos por partes, como dijo Jack el destripador.

Lo primero que se me antoja es que se han arrugado a la hora de tomar las medidas anunciadas, para esto no hacía falta cambiar de gobierno, de hecho, lo que extraña es que un partido neoliberal adopte medidas socialdemócratas. Sí, pues subir el IRPF de forma progresiva es lo que debía haber hecho el anterior gobierno, se habría asegurado unos miles de millones y la fidelidad de sus votantes. Ahora, tras la derrota, un gobierno neoliberal adopta las medidas que eran posibles entonces y no se atrevieron a adoptar. Lo que sucede es que huele un poco mal, pues ya sabemos que en marzo se tomarán otras medidas: subida del IVA al 20 o 23%, como es la media europea, re-pago de servicios públicos básicos, aumento de cotizaciones para trabajadores y disminución de pensiones diferida mediante el subterfugio de computar toda la vida laboral. En fin, que esto es un punto y seguido, pero no sabemos hasta cuando. Los dioses del mercado están muy atentos y castigarán, vía prima de riesgo, cualquier desvío del déficit previsto, pero más aún castigarán la disminución del crecimiento, porque no son tontos y saben que la única manera que tiene un país de pagar su deuda es crecer económicamente y esto no es lo que va a suceder.

Lo que realmente podemos afirmar es que la retirada de 8.000 millones del gasto del Estado supondrá una contracción similar del PIB, es decir, el 0,8%. Si a esto unimos el subsiguiente recorte de más de 25.000 millones que han dicho que hay que hacer, son un total del 3,3% de disminución del PIB, junto a la ya anunciada recesión de al menos un punto, todo suma la quiebra del Estado para poder hacer frente a los servicios esenciales. Y no se trata de elucubraciones o de reflexiones ideologizadas, son números, contantes y sonantes, y no hay ningún economista que pueda rebatirlos. A lo sumo, nos encontramos con titiriteros de la economía, con ilusionistas de las finanzas, con futurólogos del mercado, que nos dicen que sí hacemos esto o aquello, entonces sucederá esto otro que provocará aquél cambio anhelado que nos llevará otra vez de vuelta al Olimpo de los dioses del capitalismo. Pero nada de esto sucederá y nos veremos el año que viene en una situación peor aún que la actual, precisamente como anunciábamos en este blog hace ahora un año. Puede compararse aquí lo que decíamos entonces con lo sucedido. Me gustaría equivocarme, pero no está en mi mano. En fin, que tengamos una feliz entrada de otro año más de esta larga crisis sistémica, el quinto. Dicen que no hay quinto malo, veremos.

*Lo de la imagen  ya habrán imaginado los lectores a qué se debe.

Para Ángel José Martínez Corbí y familia, con mucho cariño.


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