Caliente, caliente.

La NASA lo acaba de publicar en un vídeo en youtube (ver más abajo). No hay lugar a dudas, la temperatura del planeta no ha dejado de subir desde que se tienen datos fidedignos, allá por 1880, cuando más de mil estaciones meteorológicas empezaron a tomar datos contrastables de temperaturas y precipitaciones. No se trata, por tanto, de locuras de melenudos fumados, no son conspiraciones de peligrosos activistas antiglobalización, no, se trata de una de las agencias más importantes del propio stablishment de la globalización. La NASA no es sospechosa de intentar socavar el orden político o de buscar subvertir las opiniones de los científicos. El negacionismo, por el contrario, es el que se está manifestando como la conspiración mejor organizada de los últimos cincuenta años. Tras comprobar los datos científicos, si se siguen negando las consecuencias, sólo puede ser porque se pretende esconder algo.

Sin embargo, el los últimos tiempos los mismo medios de comunicación que despotricaron contra las teorías del cambio climático antropógeno, están virando hacia posiciones de reconocimiento de los hechos, cosa que sólo podrían negar mediante una amputación de su inteligencia, y abrazan unas teorías muy interesantes. Nos dicen que el cambio climático se produce, pero que es pasajero y que, bien por acción humana mediante la investigación científica, bien por la propia acción de la naturaleza, el cambio se revertirá en los próximos años. Si esta impostura no funciona, también saben unirse a otra teoría que algunos pseudocientíficos proponen: que el cambio climático se producirá, pero al contrario, nos aproximamos a una nueva edad de hielo, pues lo que está sucediendo, dicen en su enajenación auto inducida, es que el planeta se encamina hacia una disminución de las temperaturas y la extensión de los hielos polares. Tienen en contra todos los datos, pues los hielos no dejan de retroceder y es muy posible que en 2020 no quede hielo en el Ártico en verano, pero su locura es inasequible al desaliento de los datos científicos y siguen erre que erre.

En fin, es penoso ver que nos siguen distrayendo con la estafa de la crisis mientras el mundo real, el que nos permite vivir cada día, se nos desmorona año tras año y ninguno de los que deberían tomar medidas las toma. Como ejemplo el actual gobierno. Fue muy curioso ver cómo entre el programa electoral de 2008 y el de 2011 se perdieron 2 millones de árboles que se pretendían plantar. Es poco, pero lo que ahora tiene el gobierno como política contra el cambio climático es nada de nada, cero. Así es que a amarrarse los machos para enfrentar lo que nos espera.