jueves, 28 de noviembre de 2013

Cásate, sé sumisa y hazte policía.

Al ritmo que vamos no sería mala idea que las mujeres volvieran a las antiguas costumbres: buscar un buen partido, casarse, ser sumisas, aguantar cuanto quiera su hombre y así poder, al menos, vivir. De ahí que el bodrio publicado recientemente que aconseja esto mismo haya tenido cierta aceptación entre el público italiano, lengua de origen de la perpetradora del engendro. 50.000 ejemplares vendidos los quisiéramos para nosotros cualquiera que nos dedicamos al asunto este de la publicación de libros. Es muy posible que ni en cien vidas consigamos algunos publicar la cuarta parte de esa cifra y esta señora de lo ha conseguido en un solo país con un único libro. Eso demuestra que hay un nicho de mercado, pues no se entendería de otro modo que alguien vaya a la librería a dejarse sus euros por tal engendro. Sin embargo, hemos de reconocerle una virtualidad: destapar una perversión oculta dentro de ciertas mentes que se llaman creyentes. Para algunos y algunas, el lugar de la mujer sigue estando justo debajo del marido en todo momento.

En los años venideros bien podría ser una salida a la crisis. Yo recomiendo a las mujeres en edad casadera que busquen un hombre, da igual si es bueno o malo, se casen y luego se hagan policías, pues al menos tendrán la porra a mano por si acaso al maromo se le va la olla y se toma en serio lo de la sumisión. En todo caso, la profesión policial es la única a la que se augura un futuro esplendoroso, tan necesitamos como estamos de reprimir las protestas y suministrar amplias dosis de jarabe de palo, zumo de pelota de goma y elixir de cañones de agua. El futuro, decididamente, es de los violentos y a las mujeres se les ha abierto la puerta a la institución de los custodios sociales de par en par. Es una profesión pública, que no tiene recortes, segura y bien remunerada. Qué más puede buscar alguien en esta vida. Así es que, si eres mujer, ya sabes, cásate, sé sumisa y hazte policía. Si no encuentras un buen marido, al menos, estarás bien equipada para defenderte como decía aquel sacerdote de los de antes: "si te da, dale, si las fuerzas son iguales".

miércoles, 27 de noviembre de 2013

Seréis como hijos

Hay un pasaje bien conocido en el libro del Génesis que relato el motivo por el que la humanidad hubo de abandonar la situación paradisíaca en que habitaba en los albores de su existencia. Al principio, los hombres vivían de la caza y recolección, sin tener que dedicar apenas 2 horas diarias a las preocupaciones alimenticias y de sostenimiento del cuerpo. Era una situación idílica en la que los hombres vivían en consonancia con la hermana tierra, pero algo sucedió que cambió los parámetros vitales. Un deseo inmoderado de obtener más de lo que necesitaban les llevó a tomar de los frutos que no estaban inmediatamente a su alcance. Un susurro corrió entre ellos, algo así como un seréis como dioses si sois capaces de acumular recursos para satisfacer cuanto os propongáis. Nada os frenará, conoceréis los arcanos del mundo y vuestro poder no tendrá límites. Desde entonces, la humanidad vio como el paraíso habitado se tornaba un duro erial al que había que arrancar con esfuerzo los bienes que les permitieran existir.
Andando el tiempo, otro pasaje bíblico nos cuenta que en un momento crucial de la historia, en medio de un pueblo sometido por la mayor expresión del seréis como dioses, el Imperio romano, viene al mundo, en una familia sencilla y humilde, aquel que es la imagen perfecta del Amor y la Solidaridad de Dios para los hombres. Aquel que fue el proyecto de origen para los hombres; aquel que no quiso ser como dios, porque era Dios mismo hecho hombre para llevar a los hombres a la verdadera y única divinidad posible: ser hijos de Dios. Jesús transformó el seréis como dioses en seréis como hijos y por ello hermanos, demostrando que sois, os movéis y existís en Dios. La Encarnación del Hijo es la plenitud de la perfección de la humanidad, quebrada por el anhelo irrefrenable de acumular y obtener bienes a costa de lo que fuere: de los hermanos o de la naturaleza. Ese deseo inmoderado llevó a la ruptura, pero el Hijo, haciéndose hombre abrochó la sima que se había abierto entre los hombres y entre ellos y Dios, hasta el punto de que todos podemos volver a construir el paraíso perdido, el Reino de Dios.

viernes, 22 de noviembre de 2013

Desobediencia civil y dignidad humana

El que no odia a su padre o a su madre no es digno de mí... el que no tome su cruz y me siga no es digno de mí... he venido a traer fuego a la tierra y qué quiero sino que arda. 

La historia de la desobediencia civil es larga, tan larga como la historia de la humanidad. Los esclavos solo pueden rebelarse y luchar hasta la muerte; los hombres libres, aquellos que no viven en estado de esclavitud material o moral, no se rebelan, no luchan porque no están dispuestos a perder la vida, aun no han perdido bastante como para que no les importe morir. Ahí nació la desobediencia civil como una manera de conservar la dignidad y la libertad interior cuando la libertad material ha sido puesta en cuestión. Mientras las luchas de los pobres siempre acaban en masacres por parte de los poderosos y rara vez en revoluciones, las luchas de los hombres libres suelen tener un componente lampedusiano implícito: hay que hacer todo lo posible por conservar el status quo ante. No son revoluciones ni sociales ni personales, se trata de una defensa moral de la libertad personal. Así lo hicieron Thoreau, Whitman o Gandhi. Ninguno de ellos llamó a revoluciones sociales, sino a tomas de postura personales que sumaran al mayor número posible de "liberados". Son, en definitiva, la recuperación de la dignidad dañada por el poder o por el Estado dictatorial, de ahí que no puedan acabar con la dictadura ni con la opresión, no se lo propusieron nunca. Solo pretendían poder vivir de acuerdo a su conciencia individual.

Un caso específico de esta desobediencia civil está en el Movimiento de Objeción de Conciencia al que pertenecí otrora. Este movimiento había nacido de la desobediencia civil pacifista de los sesenta y setenta y tenía sus máximos referentes en posiciones personales que eran llevadas al límite. El caso paradigmático en España es Pepe Beunza, un referente para todos los que nos movimos en esos pagos. Se negó al final del franquismo a hacer el servicio militar y fue encarcelado en África 2 años 4 meses y 1 día. Al salir de la prisión militar le obligaban a hacer el servicio militar y lo volvieron a encarcelar, por el mismo delito que ya estuvo preso. Salió definitivamente con la ley de amnistía de la democracia. Venció al Estado y su victoria iluminó a muchos en el camino, muchos como yo cristianos. Pero es una lucha personal, casi individual, en la que cada uno arrostra su sino sin un destino común. Al final, el servicio militar fue eliminado por obsoleto, no por la lucha de los objetores. Muchos nos negamos a hacer la mili, pero eso no acabó con ella. De ahí que la desobediencia civil no sea el medio para transformar radicalmente la realidad.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Incipit finis terrae

Previsiones de extracción de petróleo crudo hasta 2035
Agencia Internacional de la Energía
Finales de 2015, esa puede ser la fecha para que todos empecemos a notar de forma significativa lo que significa el fin de una civilización, la nuestra, basada en el productivismo extremo que tiene en los combustibles fósiles su único punto de apoyo. Los datos no dejan lugar a dudas. La Agencia Internacional de la Energía (AIE), acaba de hacer público su World Energy Outlook (WEO) para 2013 y sus previsiones, siempre tan comedidas, son un grito sordo en el cielo. Digo sordo porque cualquier profano puede ver los gráficos y seguir como si no pasara nada, pero quien sabe de esto, al ver los gráficos, especialmente el que acompaña este post, solo puede asombrarse de que los líderes mundiales no tomen medidas radicales para evitar el colapso civilizatorio que se anticipa 30 años. Antes creían que el colapso llegaría en 2050, pero los datos hechos públicos muestran que los llamados "catastrofistas" no somos sino realistas. 2020 se está convirtiendo en un muro infranqueable para este modelo social y económico.

Es de saber que el petróleo no tiene su principal virtud en la proporción de energía a gran escala y relativamente barata, esa energía podría ser sustituida por otros tipos de energía renovable, a mucho coste, sí, pero podría ser sustituida. Lo que no hay forma de sustituir son las propiedades químicas del petróleo. Se trata del más flexible de los productos químicos que se conocen. Su composición a base de carbono lo convierte en el mejor elemento para obtener aquellos productos que tienen su base en la química del carbono. Lo más importante de todo es la producción de abonos químicos, imprescindibles para sostener a una población que supera los 7.000 millones y que podría llegar a sobrepasar los 9.000. Sin el petróleo sería imposible producir los abonos que permitan generar los alimentos necesarios para tanta población. Si, como anticipa la AIE, en 2020 no habrá 40 millones de barriles diarios, 28 menos que este mismo año, el petróleo crudo, el más indicado para la producción de abonos químicos, tendrá un precio desorbitado que elevará el coste de producción de alimentos hasta hacerlos prohibitivos y empujando, gracias a la injusticia del sistema actual, a más de 2.000 millones de seres humanos al hambre crónica.

martes, 12 de noviembre de 2013

Filipinas, un desastre anunciado.

Como puede verse en el vídeo adjunto, el desastre actual de Filipinas venía anunciado desde el año anterior, cuando otro tifón, Bopha, de categoría 5, llevó la muerte y destrucción a aquel país del sudeste asiático. En dos años dos tifones de categoría máxima cuando en 50 años no se había visto ninguno en aquel país. Esto no es por casualidad, son las circunstancias del cambio climático que empiezan a sentirse en su máxima crudeza. El representante de la delegación filipina tomó la palabra en Doha mientras Bopha arrasaba su país para pedir que se tomaran medidas de inmediato, antes de que una catástrofe que se presagiaba entonces pudiera ponernos antes imágenes dantescas de sufrimiento. Hoy es muy complicado evitar este tipo de fenómenos, pero sí se puede organizar los países de modo que ante esta eventualidad las personas tengan donde refugiarse. Sin embargo, las situaciones de pobreza y subdesarrollo lo impiden, de ahí que los males naturales encuentren en los males sociales un buen aliado para multiplicarse.

viernes, 8 de noviembre de 2013

Civilización moderna: ¿muerte y resurrección?

Mesa redonda: En las postrimerías de la Civilización Moderna. Proceso decivilizatorio, ética y religión.
Instituto Teológico de Murcia, 8 de noviembre 2013. 18:30 horas.

Ahora que nos cuentan el relato de la salida de lo que ha sido la más profunda recesión económica del modelo capitalista de desarrollo no está de más profundizar en las causas y consecuencias de este evento que no puede quedar reducido a una cuestión meramente económica, mucho menos financiera. La crisis de la civilización occidental es una realidad de largo aliento que podemos rastrear en la obra y vida de Nietzsche y en sus epígonos posmodernos tras la quiebra heideggeriana. Se trata de un modelo de civilización el que está en crisis, un modelo de civilización que ha tenido en la infraestructura económica su razón de ser, de ahí que los síntomas de la enfermedad mortal de occidente se vean en primer lugar en la economía. Pero las causas hay que buscarlas en las mismas raíces de esta civilización, raíces profundas que habría que rastrear dos milenios atrás, pero que tienen su manifestación más precisa desde la constitución de un mundo globalizado efectivo.

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