400, camino de 450.

Esta última semana de marzo se ha producido un acontecimiento de esos que se suelen calificar de "histórico", es decir, un acontecimiento que no se había producido nunca antes y que lo singulariza en la serie histórica de acontecimientos. Entre el 12 y el 20 de marzo, las mediciones de CO2 en la atmósfera en el observatorio de referencia de Mauna Loa en Hawai han estado por encima de 400, alcanzando 401,78 de pico diario y más de 402 de picos horarios. Esto es algo que había sucedido por primera vez en la historia reciente de la Tierra (último millón de años) en mayo del año paso. Entonces fue un único día que sobrepasó la psicológica cifra de 400 partes por millón de partículas de CO2 en la atmósfera (ppm). Solo fue un día y además sucedió en el mes en el que siempre se eleva hasta el máximo anual la cantidad de CO2. Lo verdaderamente único es que en un mes que está en la media anual como marzo, hemos superado esa cota durante una semana completa. Si la serie se hubiera seguido con el incremento anual constante de los últimos 30 años, en marzo deberíamos estar en 398 de media mensual, 2 ppm más que marzo de 2013, pero con los datos de la última semana es muy probable superar los 399 de media en marzo. Está por ver si esto es una anomalía dentro de la de por sí situación anómala que vivimos, o bien se convierte en tendencia y mayo resulta ser el record más peligroso de la historia.

No me atrevo a hacer una previsión catastrofista peor de las que ya conocemos, pero este dato podría ser el indicio, solo el indicio, de que los océanos empiezan a estar saturados de CO2 y ya no pueden ejercer de sumidero natural del CO2. Todos los datos nos indican que ha aumentado mucho la acidez de los océanos debido a que el CO2 tiende a disolverse en el agua, especialmente el agua fría. Algunos de los negacionistas nos decían el año pasado que el calentamiento global se ralentizaba (cosa que es cierta, aunque no se pare el calentamiento, solo disminuye el incremento) y eso demuestra que todo esto no es más que un engaño de trasnochados ecologistas y rojos enemigos de la libertad de empresa. Pero, desgraciadamente no es así. Lo que nos dicen los datos es que el aumento de acidez de los océanos está atemperando el aumento de temperatura, de momento, pero cuando los océanos no puedan seguir sumiendo más CO2, éste acabará aumentando el efecto invernadero en la atmósfera y elevando más aun la temperatura. El aumento de temperatura producirá una mayor tasa de evaporación y el vapor de agua multiplicará el efecto invernadero.

Desgraciadamente, la crisis económica de 2008 hasta hoy no ha disminuido las emisiones de CO2 a la atmósfera. Durante estos años, el aumento del uso de energía fósil ha seguido su incremento de un 3% anual, llegando a sobrepasar los 90 millones de barriles diarios este año. Es más, el consumo mucho más contaminante de carbón aumenta más que el petróleo por la enorme demanda de China, país con escasos recursos petroleros y muchas reservas de carbón. Todo esto está produciendo un incremento de la tasa de aumento de CO2 en la atmósfera y las previsiones son que siga elevándose tanto el consumo de energía fósil como el grado de acidez de los océanos y los niveles de gases invernadero en la atmósfera. Si no hacemos nada urgente y tajante para evitarlo, la próxima década va a ser la de un aumento vertiginoso de las temperatura media global y eso tiene consecuencias desastrosas para el clima de la Tierra y para nuestra superviencia como especie en ella. Según los expertos, nunca deberíamos llegar a 450 ppm, eso supondría un aumento de más de 4ºC de la temperatura media, el fin de la humanidad como la conocemos.