viernes, 28 de agosto de 2009

God Bless America

De Estados Unidos nos viene de todo; lo mejor y lo peor que podamos hoy recibir. Recibimos su arte y pensamiento postmoderno y desconstructivo que a unos emociona y a otros hace temblar ante lo que ven; nos viene lo mejor de la investigación científica y las más preocupantes iniciativas en ese campo; nos vienen los mejores descubrimientos del universo y los mayores peligros armamentísticos; nos viene, en fin, la imagen de lo que nuestra sociedad está llamada a ser, quiérase o no. ¡Ojalá que aquí aprendamos muchas de las cosas buenas que tiene el sistema estadounidense, una de las cuales es la libertad de crítica a su propio sistema y país! Digo esto porque hay una institución americana que hace alarde de libertad y transparencia en las informaciones que aporta, todas ellas contrastadas y fidedignas. Se trata de la George Washington University. Su web es una mina de información sobre muchos aspectos de la vida americana y su historia, también de los negativos. Ahí podemos acceder a los documentos secretos de la CIA que han sido desclasificados recietemente y que dan detalle de los actos de sabotaje y golpes de estado de USA durante el siglo pasado. También encontramos los informes sobre torturas practicadas recientemente por los interrogadores americanos a supuestos terroristas, con explicaciones pormenorizadas de los distintos sistemas de interrogatorio: waterbording, taladro, ducha fría y caliente, aislamiento sensorial, etc. Pero la información que ahora nos interesa es muy trascendente en los momentos que vive América Latina.

Se trata de un informe confidencial de la DIA (es la agencia estatal que se encarga del narcotráfico) de 1991 en el que se relaciona todas las personas que tienen que ver con el narcotráfico en Colombia y sus relaciones con la comercialización en USA. En este listado se especifíca sus relaciones mutuas y la posición que ocupan en los distintos cárteles de la droga colombianos. Se trata de una especie de quién es quién en el mundo de la droga colombiano. Allí están todos, absolutamente todos, incluido un tal Álvaro Uribe Vélez en el puesto 82 (como puede verse en el enalce y en la imgen del final del post). Sí, el actual presidente de Colombia, ese que acusa a otros de narcotráfico y que ha sido y no sabemos en qué medida no lo seguirá siendo, uno de los responsables de que los narcos pudieran campar a sus anchas en Colombia y exportar con suma facilidad la droga.

Es una información que ustedes no podrán obtener en los supuestos medios de comunicación habituales, porque el cerco de silencio en torno a la verdad del mundo es espeso y los intereses económicos priman sobre cualesquiera otros. Pero en USA, una universidad con un nombre emblemático, saca a la luz lo que todo el mundo debería saber antes de formarse una opinión sobre quién es quién en el mundo. Cuando fuerzas americanas van a invadir Colombia con el beneplácito de este delincuente y van a poner en peligro la paz en la zona, sería bueno que esto se supiera. Que nadie sea ingenuo y piense que los marines van allí a aprender lenguas y a entrar en contacto con los aborígenes, o a hacer turismo (lo que harían en todo caso como en la canción de Celtas Cortos: invadiendo un país). Las tropas americanas van a defender intereses estratégicos de su país. No es casualidad que en la zona exista la mayor reserva de biodiversidad del mundo, la mitad del agua potable que hay en el planeta y casi el 25% de las reservas de combustibles fósiles. Que cada uno piense lo que quiera y que Dios salve a América de los jinetes de la guerra.






1 comentario:

Martín Gelabert dijo...

El poder es una delicia entre las delicias. Además corrompe y cuanto más poder más corrupción. La cuestión en eso de la política es que podemos terminar pensando que no hay nadie limpio y que toda implicación en política es perversa. Con eso me parece que haríamos bueno eso de "peor el remedio que la enfermedad". ¿Remedio? Desde luego el "y tú más", o sea, si hablamos de Uribe, ¡qué decir del camarada Chavez y sus inmensas riquezas personales y famliares!, ese es un mal remedio. A veces he pensado que en eso de la política el remedio es votar al menos malo. Quizás no hemos reflexionado sobre como aplicar en política el clásico tema moral del mal menor. ¿Es posible una política sin pecado original? Lo grave, y en eso estoy de acuerdo contigo, es que tenemos una información pésima y en muchas ocasiones distorsionada.
Saludos cordiales

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