domingo, 4 de abril de 2010

Tiempo de paso, tiempo de gracia... hasta 2050.

Concluido el Triduo Pascual, celebramos la Resurrección. Disponemos de un tiempo, el tiempo Pascual, en el que queremos vivir ese paso del Señor por nuestras vidas. Pero cada vez se nos hace más evidente que ese paso no puede ser meramente personal o social, ha de ser también ecológico en toda la extensión de la palabra. El ser humano es, como cualquier otro ser vivo, el resultado de la interacción con el medio en el que vive. Sin el medio, a modo de casa, sería imposible que se diera ninguna especie, pero menos aún la humana. Necesitamos todo lo que el planeta nos aporta y lo necesitamos de forma constante. A lo largo del sinuoso proceso evolutivo, el ser humano se ha construido poco a poco humanizando el medio en el que vivía. Fueron necesarios un millón de años para llegar a dominar el fuego y con él empezar a modificar el entorno hasta el punto de hacerlo habitable a una especie demasiado desprotegida, como nos cuenta el mito griego de Prometeo. Después se hicieron necesarios varias decenas de miles de años para adquirir el conocimiento del cultivo y cría de animales. Con esto el hombre pasó de la incertidumbre a la seguridad y los grupos humanos pasaron de estar conformados por unas decenas de individuos a nutrirse de varios cientos de forma estable. Al unirse en grupos tan amplios se llega a una cierta "masa crítica" de conocimiento y los adelantos se multiplican. En pocos milenios se llegará a constituir grandes civilizaciones y con ellas vendrá también la injusticia y la opresión por parte de algunos capaces de someter al resto.
En los últimos cinco mil años de historia, la humanidad ha logrado crecer, multiplicarse y dominar la tierra, hasta el punto de que hoy somos más un peligro para ella que una bendición. Nuestro deseo inmoderado de acaparamiento de recursos y un sistema económico y social inmoral han llevado al propio planeta a una situación de estrés ecológico que difícilmente podrá soportar durante mucho tiempo. Desde hace unos cincuenta años, y por primera vez en la mil millonaria historia de la Tierra, hay una especie capaz de modificar notablemente los patrones de comportamiento del medio que le rodea. En los escasos años que nos separan del inicio de la Revolución industrial, hemos destruido, consumido y contaminado diez veces más que en todos los milenios anteriores de vida del homo sapiens. Pero la cosa no queda ahí: en los últimos veinte años, desde la caída del muro de Berlín, hemos provocado el mismo impacto en el planeta, huella ecológica, que en los veinte mil años precedentes. El ritmo de crecimiento de la depredación del planeta no ha hecho sino aumentar y, a pesar de la crisis, seguimos aumentándolo. 2009, el peor año de la crisis hasta el momento, se cierra con un crecimiento mundial ligeramente positivo, debido sobre todo al aumento de las economías emergentes. Esto quiere decir que seguimos aumentando el ritmo de destrucción del planeta, aunque sea poco. De seguir así, para 2050 será inviable la existencia del ser humano como especie en el planeta Tierra y se hará necesario tomar medidas drásticas. Algunos analistas predicen una vuelta a la Edad Media, otros una catástrofe sin precedentes de tonos apocalípticos. Por mi parte, como creyente en Cristo, muerto y resucitado, abogo por vivir los próximos treinta años como un tiempo de Paso: paso de la ideología del consumismo dilapidador de recursos, al ayuno racional de los mismos; paso de la economía de la producción y acumulación, a una economía del don donde los bienes son posesiones totales sociales; paso de una perspectiva antropológica obtusa a la amplitud de conciencia que supone saberse amado y necesitado de amar; paso, en fin, de un mundo inhumano que hemos dejado construir basado en la destrucción, la rapiña y el despilfarro, a un mundo con bases sólidas en la entrega oblativa de unos por otros y en el amor a Nuestra Santa Madre Tierra.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Cristo resucitado todo lo hace Nuevo. ¡ Feliz Pascua, Bernardo, y a todos tus lectores !

Martín dijo...

Feliz Pascua, Bernardo. Feliz Paso del Señor que nos llama a construir una tierra nueva y una nueva humanidad. Me atrevo a añadir al consumir menos y a buscar recursos más ecológicos, el trabajar menos, dedicar más tiempo a la alabanza al Creador y a la contemplación de la belleza de lo creado.

Anónimo dijo...

hola Bernardo:

Te envio este video que me han pasado sobre el calentamiento global, segun me han contado quieren ponerlo en la television pero no quieren mira porfavor
http://www.youtube.com/watch?v=J_huJsjgiTg

Antentamente tu alumna Irene Garcia Sanchez

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...