El término Evangelio significa Buena Noticia y aparece en el NT 76 veces de las que 12 son citas evangélicas y el resto pertenecen a la literatura paulina. El verbo evangelizar, dar una buena noticia, lo encontramos 54, la mitad de ellas en la obra de Lucas (Evangelio y Hechos) y el resto casi todas en la obra paulina. Estas cifras nos indican, de entrada, que tanto el sustantivo como el verbo han sido utilizados de forma progresiva en la tradición primitiva. Desde un primer momento en el que tiene una importancia relativa hasta el momento en el que pasa a designar la acción propia de la comunidad de seguidores de Jesús.
Parece claro que el uso del término evangelio nace del mismo Jesús. Si tenemos en cuenta cuál era el significado pagano del mismo y cómo él lo invierte, vemos que no podía ser una interpretación de la comunidad. En la época de Jesús en el Imperio Romano su significado estaba en relación con el culto al emperador. Flavio Josefo en su Guerra de los Judíos IV, 618, designa como euaggelion la exaltación al trono imperial de Vespasiano. En este entorno helenístico resulta familiar la vinculación del término con el ofrecimiento de sacrificios al emperador. Inscripciones helenísticas del siglo IV AEC muestran que los euaggelia poseen un significado salvífico, designando, no sólo el anuncio de la salvación que llega por la presencia del emperador sino también los mensajes de gozo por el acontecimiento salvífico. Euaggelia podían ser el nacimiento del hijo del emperador, la entronización del mismo o su visita a la región.
Este es el uso pagano del término que Jesús recoge pero al que le da un giro radical. Cuando él anuncia el evangelio lo está haciendo con una intención polémica insoslayable en la época. Jesús proclama
El Reino es el contenido concreto de
Tras
El discurso del monte en Mateo o del llano en Lucas son la prueba fehaciente y constante de esta dialéctica disyuntiva entre el Reino de Dios y el reino de este mundo, en concreto era el Imperio Romano. Sabemos que su núcleo es históricamente jesuano, pero también sabemos que ha habido una elaboración por parte de la comunidad con el fin de clarificar esa dialéctica que vivía frente al orden de este mundo.
Creemos que evangelizar, desde el NT y las comunidades cristianas primitivas, tiene el significado del anuncio de Cristo, Buena Noticia de Dios para los hombres como denuncia profética de la injusticia y como propuesta de un Nuevo Orden que se enfrenta dialécticamente al desorden del mundo.
Si evangelizar es anunciar a Cristo como la salvación del hombre y Cristo propone
Evangelizar hoy es interpretar la salvación aquí y ahora, lo que exige un aggiornamento, o puesta al día de
* Para Martín Gelabert, en respuesta a su hermoso post de hoy en su blog: http://nihilobstat.dominicos.org/articulos/el-escandalo-de-defender-al-pobre.
2 comentarios:
Te estaba leyendo, y estaba pensando: voy a comentar que en los textos de Lucas (tercer evangelio y hechos) el término evangelio va unido en ocasiones a la alegría, la alegría que produce en los pobres la buena noticia y la alegría que produce en los evangelizadores la expansion del evangelio. La sorpresa ha venido al final, en la dedicatoria. Dios te bendiga, Bernardo, y premie todos tus desvelos en pro de una más auténtica comprensión de la Buena Noticia.
Siempre eres un acicate para el pensamiento y un vendaval de aire fresco en los pagos teológicos. Los que te admiramos y seguimos sólo podemos estar agradecidos de tu constancia y, algunos, nos atrevemos a escribir, titubeantes, en tu presencia.
Gracias a ti, Martín.
Un abrazo.
(Por cierto, aún llegan los ecos de tu conferencia en el Teológico. Dejaste muy buen recuerdo y ganas de más).
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