martes, 21 de febrero de 2012

Enemigos públicos

Las declaraciones del responsable policial de la bárbara carga contra los estudiantes nos retrotraen a otros tiempos; aquellos en los que la policía estaba al servicio del poder para reprimir a los ciudadanos cuando ejercían sus derechos, no reconocidos por aquellas leyes, pero inherentes al propio ser humano. La protesta ante una situación considerada como injusta, forma parte del más mínimo de los derechos del hombre: el pataleo, ya que no puede hacer otra cosa por cambiar su situación. Si tampoco podemos patalear, sólo nos queda una salida, y no creo que sea la mejor ni la más útil en estos momentos.
El responsable policial ha identificado a los jóvenes como "el enemigo", haciendo uso de una terminología propia de los estados de guerra o de la formación militar e impropia de las fuerzas de seguridad democráticas. Recuerdan más a las declaraciones de Pinochet tras el golpe de estado en las que calificaba a los "elementos subversivos" como enemigos de la patria y por tanto acreedores de cualquier tipo de "consecuencias" para sus personas. Da la sensación que el responsable policial ha olvidado que quienes llevan armas y defensas son los policías y que son los representantes de la autoridad, por ello mismo son aquellos que deben saber ejercer con moderación su potestad legal de reprimir con violencia la violencia de aquellos que perturben el Bien Común. No parece que fuera esto lo que sucedía en Valencia, al menos no en las imágenes que hoy, gracias a las redes sociales, podemos ver al instante. Antes bien, lo que hemos visto es, cuando poco, una desproporción enorme entre el supuesto riesgo para la paz social que representaban los jóvenes y el abuso de la fuerza por parte de la policía.

Decía Platón que el Estado tiene la función de limitar el natural ardor guerrero de los "guardianes", dedicados a la seguridad. La justicia, fin último de una verdadera república, no se puede alcanzar mediante el uso desmesurado de la violencia por parte de aquellos que están legítimamente encargados de monopolizarla. Las cargas policiales en Valencia, pero peor aún, la legitimación del responsable de las mismas, indican que la justicia brilla por su ausencia en estos actos y suponen un atentado contra la libertad de todos los ciudadanos. Si esta forma de proceder se extiende, no tendremos más remedio de hacer uso de una fuerza proporcionada a la que nos impide ejercer nuestros derechos, humanos y también, que no se olvide, constitucionales.

No he olvidado todavía la cara de uno de los números de los antidisturbios que custodiaban la entrada a un conocido centro comercial en la última manifestación que asistí. Su gesto de desprecio y odio hacia un manifestante que le tomaba una foto, su brazo forjado en gimnasio y sus palabras: "o la dejas o te la tragas", indicaban que aquella persona era la menos indicada para ejercer su labor. Suelen ser estos "guardinaes" los que ejercen la primera violencia, con actitud chulesca y provocativa ante los manifestantes y luego ellos mismos los que sádicamente la ejecutan.

*Creo que la imagen lo dice todo sobre lo que sucedió en Valencia.

4 comentarios:

pp daza dijo...

En Chile suele suceder lo mismo, fuerzas de orden y seguridad, con escasa formación, y con una actitud mental simiesca, acometen contra la gente que reclama, juez y parte, muertos y heridos, sanciones nulas, las cúpulas de poder ciegas y cómplices, disfrutando sádicamente las cotidianas protestas que siempre quedan en nada
PPdaza

Martín dijo...

Copio lo que dicen dos amigas mías, bajo mi responsabilidad, claro. Aunque suprimo dos alusiones finales que ellas hacen (con nombres de partidos o instituciones), porque no tengo ganas de poner demasiado picante . Una dice: "Els estudiants son molt perillosos carregats de llibres i raons per defensar. Ja... som massa boques per tapar". Otra dice: "!!! Uns donen canya amb porres, nosaltres en libres i tesines, memories...vixca la llibertat de expressió...!!!"

Bernardo Pérez Andreo dijo...

pp daza, se me ocurrió la imagen del siniestro Pinochet al ver al no menos siniestro responsable policial valenciano. Sé que vosotros sufrís más, pero la violencia de las élites es similar siempre. Un fuerte abrazo.

Martín, sé que esto no irá a más y que todo esto de "primavera valenciana" y otras cuestiones quedará en nada, como el 15M, al que aprecio, pero ¿y si no?, ¿y si va a más y de verdad nos rebelamos?
Un abrazo

checha dijo...

Así son los tiburones,así somos los hombres convertidos en tiburones, engordando a los peces pequeñitos y haciéndoles ver que les damos lo mejor, para que luego nos resulten más apetitosos y sabrosos.
Supongo que conocerás la Ópera de los Trés Peniques, de B Brecht. La última entrada de mi blog : "si los tiburones fueran hombres" contiene esta maravillosa metáfora, y es el mejor comentario que puedo hacer a tu estupendo artículo,

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...