lunes, 23 de abril de 2012

Something is wrong

Algo va mal, rematadamente mal en este país, cuando se puede aplicar una medida del calado social y moral como la que ha anunciado el gobierno: retirar el derecho a la atención sanitaria a unos seres humanos por el hecho de no tener la acreditación legal en el país. Y de paso, algo va mal en la Iglesia cuando quien lo justifica gusta de aparecer en las procesiones con mantilla y peineta sin que la incongruencia se le torne tres toneladas métricas de la cruz que cargó Cristo hasta el Calvario, cruz que descarga la susodicha sobre las espaldas de esa gente que ha cometido el crimen de buscar una vida a secas; cruz que todos, con nuestra anuencia y silencio, cargaremos sobre nuestras conciencias de por vida, una cruz en la que veremos pender las vidas rotas de tantos seres humanos lanzados al ostracismo social; cruz que será clavada al pie del altar del dios Mercado para satisfacer el nuevo espíritu del capitalismo: la avaricia convertida en ley social.

Si, algo está mal cuando se puede escuchar la falaz argumentación de que esos seres humanos sobrecargan el sistema público, o que están ocupando el lugar que correspondería a un nacional. Lo escuchamos de boca del pueblo como eco de las voces que a coro cantan las mentiras de nuestro sistema político. Lo escuchamos de la boca mendaz de los estipendiados para extender la mácula sobre los más indefensos y así enseñar a la población de qué lado han de estar si quieren seguir conservando lo poco que les queda. Lo escuchamos, para más desgracia mía, de la boca infame de quienes deberían levantar la voz ante tamaña injusticia en el nombre de lo más sagrado proclamado a diestro y siniestro cuando de ello se obtiene rédito político, pero callado con el estrépito de las ruedas de molino precipitándose en un tumultuoso río de obscenidad e impudicia.

Definitivamente, algo está mal en este mundo y, como decía Chesterton, lo peor es que no sabemos qué está mal, ese es el peor de los males. Cuando el bien y el mal se confunden y se puede llamar a lo uno por lo otro, entonces es que hemos perdido lo que nos diferencia de una mera horda cavernaria: el rostro del otro, del otro sufriente que se erige como el maestro levinasiano que nos saca de la oscuridad de nuestro solipsismo ensimismado, egolátrico y homicida. Sin la diferencia entre el bien y el mal descifrada en el rostro del hermano eterno, poco nos queda para no ser algo más que una pura suma de cadavéricos caminantes en busca de carne fresca. Hoy son los inmigrantes irregulares, mañana el resto.




7 comentarios:

checha dijo...

Indiscutiblemente te admiro, Bernardo. Admiro tu valentía y arrojo al hablar de lo que conoces desde dentro, al proclamar un cristianismo muy muy alejado de idolatrías, mantos de oro y viejas con pañuelo y rosario en mano. Te admiro como admiro a Antonio López Baeza, cuyo último libro y obsequio , "Un camino en lo imposible", deleita mis días y mis noches, confirma mi más auténtica creencia, que, por desgracia no trasciende a lo sobrenatural, pero comparte esencialmente la vuestra: la visión de lo humano como inviolable y la esperanza en que lo que hoy parece imposible se ponga de parto y de a luz un mundo justo para todos.
Trabajo en una ONG para inmigrantes enfermos,conozco muy de cerca sus luchas, razones y esperanzas. Todos están sólos. Han venido en patera, creyendo infundias, cegados por el falso paraíso español, y han encontrado unos cuantos cartones y un rinconcito en la calle donde dormir (¿por qué no una iglesia?. Sus bolsillos están vacíos, también sus esperanzas, y temen volver para no enfrentarse a la vergüenza de tener que extender la mano a los que aún tienen menos.
Ayer ví en el portal de mi casa una vieja bicicleta. El portero me confirmó que era el legado de Ivan, el que pintó hace un par de años mi casa. Partió a su tierra, nos dejó su trabajo y su bicicleta. Vuelve a su país con lo único que tiene, dos grandes manos para trabajar.

Joan dijo...

MALDITA SEA LA CRUZ (Pedro Casaldáliga)


Maldita sea la cruz
que cargamos sin amor
como una fatal herencia.


Maldita sea la cruz
que echamos sobre los hombros
de los hermanos pequeños.


Maldita sea la cruz
que no quebramos a golpes
de libertad solidaria,
desnudos para la entrega,
rebeldes contra la muerte.


Maldita sea la cruz
que exhiben los opresores
en las paredes del banco,
detrás del trono impasible,
en el blasón de las armas,
sobre el escote del lujo,
ante los ojos del miedo.


Maldita sea la cruz
que el poder hinca en el Pueblo,
en nombre de Dios quizás.
Maldita sea la cruz
que la Iglesia justifica
- quizás en nombre de Cristo-
cuando debiera abrasarla
en llamas de profecía.


¡Maldita sea la cruz
que no pueda ser La Cruz!

Martín dijo...

Como se creen obligados a "justificarse" por lo que hacen, dicen lo que dicen. Uno se pregunta si además de muchos perjudicados hay algún beneficiado con esas medidas. Ah, claro, qué ingenuo soy: el capital sale siempre beneficiado. Y los servidores del capítal, o sea, nuestros políticos, ¿que beneficio sacan? Porque no parece que ellos sufran ninguna de las consecuencias de las medidas que toman. Digo yo que si sufrieran alguna consecuencia, a lo mejor no las tomaban. Bueno, doctores tiene la santa madre, aunque yo prefiero eso de la biblia: si se callan los doctores, hablarán las piedras.

araceli dijo...

L Eamentablemente estoy de acuerdo con todo lo que dice. Estamos en manos de los "mercados"cuyo único objetivo, por encima de todo y de todos,es el beneficio,olvidando, como decia Keynes, "que el problema politico de la humanidad consiste en combinar tres aspectos: eficacia económica, justicia social y libertad individual".

alberto dijo...

Bernardo, soy Alberto Marin, por si sale como anónimo, hoy he escrito una carta a raiz de tu articulo. No se si se podrá pegar, pero voy a intentarlo. Solo desearte lo mejor.

Cabeza v/s Cuerpo

Uno de los mauores trastornos que se pueden producir en el comportamiento de una persona consiste en que la cabeza vaya por un lado y el cuerpo por otro, imaginemos los problemas que sufren los enfermos de parkinson, la cabeza quiere llevar la cuchara a la boca y, por el contrario la cuchara va a la nariz. Mas grave podría ser la circunstancia de querer dar pasos hacia delante y el cuerpo dar pasos hacia atrás.

Jesús, el hijo del carpintero, mostró en repetidas ocasiones su preocupación fundamental, el sufrimiento, siempre estuvo a su lado; podría haber optado por encarnarse en una vida regalada y acomodaticia, sin embargo lo hizo en el seno de una familia de lo mas humilde; podría haberse evitado el sermón de la montaña, sin embargo estableció su olvidado “Bienaventurados los pobres”; podría no haber hecho referencias más explicitas aún a su autentica labor para con los desfavorecidos, no obstante nos iluminó el método para entrar en la Gracia de Dios, “Tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber. Cada vez que has hecho eso con algunos de mis hijos, me los has hecho a mi”.

Cristo es la Cabeza de la comunidad de hermanos que formamos la Iglesia, siendo todos los fieles el cuerpo de ese grandísimo sacramento. En esta gran comunidad ha habido siempre grandes hombres que han seguido esa preocupación de Jesús por los desfavorecidos, solo voy a citar a San Francisco de Asís, quien teniéndolo todo, se despojó de las cosas terrenales para intentar paliar los sufrimientos de sus hermanos; como él ha habido, y sigue habiendo, una multitud de fieles que mantienen esa defensa por los segregados de la sociedad.

Sin embargo, la iglesia como institución, ha tenido a lo largo de la historia muchos momentos en que se ha separado de sus grandes obligaciones, solo citar casos como la Inquisición, el periodo de los Borgia o la connivencia en la Guerra Mundial. Pero en ningún caso debemos confundir esos errores de las jerarquías con el compromiso y dedicación que, en esas mismas fechas, tenían otra gran parte de ese Cuerpo sacramental.

No me cabe en un solo comentario sigo con el siguiente.

alberto dijo...

Sigo con la carta.


Pero abordemos la situación actual; no supongo, afirmo que si Jesús viviera en la sociedad actual y viera las grandes injusticias que se cometen contra sus hijos, una reforma laboral que deja en la incertidumbre a muchísimos padres y madres de familia, que se consideraban con un “colchón” de dinero en el caso de que hubiera un despido para poder criar y educar a sus hijos, y de la noche a la mañana se lo dejan en la tercera parte (esto hay que vivirlo para saberlo), una reforma sanitaria que deja sin cobertura a mucha gente que nos ha estado pagando con su trabajo los grandes aeropuerto, televisiones, aves, Copas de America, etc; que va a dañar el sistema de enseñanza publica, pues bien, ese Jesús sacaría el látigo que empleó contra los mercaderes en el templo y fustigaría a todos los causantes de esos atropellos. Sin embargo, la institución eclesial que montó grandes manifestaciones para rechazar directrices como el aborto (algo lógico pues la defensa de la vida debe ser una obligación cristiana, o contra el matrimonio gay (algo no tal lógico pues en ningún momento se posicionó Jesús contra la homosexualidad, y si defendió a la pecadora “El que esté libre de pecado que tire la primera piedra”), pues bien esa misma institución que está viendo lo que Jesús vería si conviviera con nosotros, se mantiene como Don Tancredo, como si el tema no fuera con ellos, y mirando para otro lado, de forma que, difícil es el dia que no hablan sobre la homosexualidad; digo yo, que para llenar la boca de algo y de esta forma, mientras estan hablando de eso evidentemente no pueden hablar de otra cosa.

No es eso señores obispos, su obligación es estar al frente de su grey, ser sensibles a las graves preocupaciones que tienen los más desfavorecidos de sus fieles y ayudarles, pero no dándoles de comer en Caritas (que también), sino estando al lado de ellos para defender sus derechos que han sido mermados por el articulo treinta y tres y manifestando la misma contundencia que mostraron en anteriores ocasiones. En definitiva que el Cuerpo sea una prolongación de la Cabeza.

Bernardo Pérez Andreo dijo...

Gracias a todos los comentaristas de este post.La verdades que hemos de mantener la fe contra toda esperanza, de lo contrario acabaríamos comentiendo los mismos errores del pasado y no es eso.

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