domingo, 23 de agosto de 2009

La ley del embudo

Quizás no sea el mayor problema en la perspectiva de las sociedades superdesarrolladas, pero el de la basura o residuos humanos, está a punto de convertirse en uno de los principales dolores de cabeza de todas las autoridades del mundo rico. Como se ha informado recientemente, se ha detectado un cargamento ilegal de residuos de todo tipo que fue descargado en puertos brasileños bajo la rúbrica de "material plástico para reciclaje". Dentro de los contenedores de "plásticos" se encontró baterías, preservativos, jeringas, bolsas de sangre y distinto material hospitalario y un líquido espeso, oscuro y pestilente que no se ha podido identificar. El material iba destinado a una empresa que "legalmente" lo había adquirido con el fin de reciclarlo. Lo que es evidente es que todo ese material acabaría en algún tipo de vertedero ilegal y enormemente contaminante. Las autoridades brasileñas han puesto las correspondientes multas y han elevado sus quejas a las multinacionales que están detrás de este hecho porque no quieren que Brasil sea considerado un vertedero del mundo.

Lo que no dijeron estas autoridades, pero se puede presuponer, es que no quieren que Brasil sea como otros países que sí se han convertido ya en el basurero del mundo rico. Una investigación bastante seria que concluyó en documental, dejaba bien claro que países como Gana se han convertido en vertederos "legales" de material altamente tóxico, especialmente material informático y de oficina. El proceso es en todo momento legal: una empresa con sede en un país desarrollado adquiere el material de oficina para reciclarlo, ésta lo vende a otra empresa que lo adquiere con el fin de realizar la operación en un lugar apropiado. Esta empresa lo transporta hasta ese lugar, que resulta ser Gana. Allí el material es amontonado en diferentes lugares donde un grupo de obreros especializados realizan la extracción de los materiales útiles como el oro y otros metales que llevan incorporados los equipos electrónicos, y el resto es destruido en condiciones ambientales adecuadas. Hasta aquí la historia que cuentan los papeles firmados. Otra cosa es lo que el reportaje nos ofrece: puede verse cómo los obreros especializados son las hordas de niños y adolescentes (como se pueden ver en la imgen que acompaña el post) que queman en hogueras improvisadas los equipos informáticos aprovechando el plástico que contienen. Tras la quema que libera una enorme cantidad de contaminantes al aire, se extraen los materiales útiles para venderlos, el resto se amontonan. Así es la vida de estas personas en medio de un enorme basurero.

No quiero saber qué sucederá con otros tipos de residuos con mayor capacidad contaminante, pero intuyo que el proceso es el mismo. Se trata de la aplicación de la famosa "ley del embudo" por la cual los países ricos se benefician de todo el desarrollo y riqueza que la globalización está produciendo y de la que cuatro quintos de la humanidad no se entera. Pero a la hora de cargar con las consecuencias de esa riqueza, y sólo debemos pensar en la cantidad de residuos que cada uno generamos cada día (2 Kgrs), las lanzamos en las espaldas de esos cuatro quintos que nada han sabido de la riqueza. Así es esta maldita globalización de la riqueza y localización de la pobreza. Lo bueno, si es que se puede decir eso, es que las consecuencias al final son planetarias y que va a revertir sobre los orondos opulentos aquello que están contaminando. No lo hará como debería, es decir, teniendo que cargar con su limpieza, pero sí lo hará indirectamente. Quizás sea la única manera de concienciarnos de la necesidad de avanzar hacia el decrecimiento económico, la reducción del consumo y una vida más acorde con el medio en que vivimos.

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