lunes, 31 de mayo de 2010

¡Qué bueno tener tantos amigos!

Este ha sido un día muy intenso y no quiero acabarlo sin poner por escrito algunos de los sentimientos vividos. Empezando por esta mañana con el "café con los medios", me han entrevistado tres medios, uno de prensa escrita, otro radiofónico y una televisión. El único que he visto ha sido la entrevista para la televisión que han transmitido en el informativo de mediodía. Han sido 90 segundos de emisión de una entrevista de más de veinte. La redactora ha escogido aquello que le ha interesado, que no era precisamente lo más interesante de lo que hablamos, pero entiendo que en televisión interesen cosas diferentes a las mías. Creo que siempre es así y espero ver la información en La Opinión y escuchar en Onda Regional la entrevista.
Pero lo más emocionante ha sido por la tarde. Han sido muchos amigos los que se han acercado a la presentación. Alumnos y compañeros de trabajo no han faltado, como tampoco la familia. Para mí ha sido muy especial y he de reconocer que estaba nervioso, a pesar de las muchas tablas que tiene uno en esto. Es más fácil presentar el libro de otro que el propio.
Las intervenciones han sido magníficas. Empezando por Pedro Amorós, con una lectura muy atenta al texto y una exposición con ritmo, acompasada y profunda. Ginés Pagán se ha extendido lo suyo, como siempre, pero sus precisiones han sido valiosísimas. y Antonio, qué decir de Antonio López Baeza, capaz de resumir en unos versos un libro como el mío.

Sólo puedo dar las gracias a todos los que han asistido físicamente y a los que no han podido hacerlo por diversas circunstancias. Se ha notado un ambiente cordial y lleno de interés. A la salida han sido muchas las muestras de cariño y no he podido atender a todo el mundo como debía. Espero poder hacerlo con el tiempo.

Por cierto, lo de María, Miriam y Laura ha sido todo un detalle; a Salva, Rubén y Enrique les debo una.

sábado, 29 de mayo de 2010

Ternura, misericordia y sentido del humor.

Este próximo lunes será la presentación de mi libro sobre Jesús. Aquellos de quienes poseo su correo electrónico lo saben bien porque les he bombardeado con un para de correos para que luego no digan que no lo sabían. El día de mañana podrán decir: "yo estuve allí". No es querer ser pesado, es que miro por ellos. No podría soportar la tabarra de los que no hubieran asistido porque yo no les avisé, así es que a tiempo y a destiempo lo he propagado.
Bromas aparte, he querido utilizar el humor como medio para invitar a todos cuantos conozco de una u otra manera. El humor es una clave importante para comprender el mundo, éste empieza a ir mal cuando no se toman las cosas con un poco de humor. Reírse de todo, hasta de uno mismo, es un síntoma de salud mental y social, síntoma que cada vez se percibe menos en el mundo actual. Nuestra sociedad se está encanallando y eso va dejando menos espacio al humor sano con el que los seres humanos somos capaces de distinguirnos de la mayoría de animales. Este también era un rasgo de Jesús, un rasgo que aparece poco en los evangelios, pero que se asoma por las rendijas dejadas por las suturas de algunos textos. Estoy pensando en su modo de llamar a los discípulos, poniendo motes. Nos han llegado dos: el de Simón y el de los hermanos Zebedeos, Juan y Santigo. A Simón le llamó piedra (Pedro), quizá por el rasgo distintivo de su personalidad: la firmeza y tozudez. El nombre Pedro ha perdido las reminiscencias del significado de piedra, pero hay un tono humorístico en el apelativo cariñoso que Jesús le aplica. De la misma manera, los hijos de Zebedeo son llamados Boanergés, que significa "hijos del trueno", o simplemente "los truenos". Imaginemos la situación: dos hermanos que tienen un ímpetu enorme y siempre están prestos a la acción, incapaces de estar tranquilos y ser pacientes. En lugar de llamarles "hijos de Zebedeo", les llama "hijos del trueno". Si hacemos un ejercicio de reconstrucción de la historia, podríamos imaginar al grupo de discípulos de Jesús riendo mientras se ponen motes. Sé que es una imagen diferente de la que tenemos de Jesús, pero quizás es la más real, la más histórica.
De lo que no hay ninguna duda, porque los evangelios lo proclaman por activa y por pasiva, es de que Jesús actuó con ternura y misericordia, dos rasgos de su personalidad y de su acción que están por doquier. Jesús acogía a todos los excluidos y lo hacía entregando su ser más íntimo, su corazón. Esto mismo es lo que significa "misericordia": dar el corazón. El término griego designa el acto por el que una persona se conmueve desde lo más profundo: se le remueven las entrañas, se dice en castellano. Así era Jesús, un hombre al que se le removían las entrañas cuando estaba ante un ser humano sufriente. Pero el elemento más claro de la acción de Jesús es la ternura. Esta palabra es aplicada por los profetas a la acción de Dios con su pueblo y Jesús personificó en sí mismo esta ternura de Dios para los hombres. La cualidad de la ternura está muy asociada a la acción materna a lo largo de la historia y Jesús es capaz de vivir esa ternura materna hacia los hombres y mujeres que le rodean. Esta ternura que muestra Jesús, enlaza lo que en otros post hemos identificado como la elección por no formar una familia de la sangre. Jesús se muestra como una madre que acoge a cuantos llegan a él, especialmente los más indefensos, y esta cualidad le lleva a crear una familia alternativa donde se subvierten los valores patriarcales y machistas que todas las sociedades, especialmente las imperiales, han vivido.
Ser seguidor de Jesús es experimentar la ternura y la misericordia en medio de un mundo herido y en quiebra, pero hacerlo con humor, porque Dios es amor, pero con humor.

jueves, 27 de mayo de 2010

Mi Reino es para este mundo

Hay un nexo, por extraño que parezca, entre ciertos grupos pseudocatólicos, los neocons y los postliberales estadounidenses: es su alianza en tanto que cristianos. Se llaman a sí mismos cristianos y establecen una serie de lemas que son repetidos cual mantras redentores, sobre todo dos: "dad al César lo que es del César..." y "mi Reino no es de este mundo". Con ambas expresiones, arrancadas del Evangelio y descontextualizadas, se pretende hacer coincidir el cristianismo de corte apocalíptico-mesiánico con una versión de la política que defiende los valores tradicionales del capitalismo, específicamente el capitalismo de hegemonía estadounidense. Con esta bandera supuestamente cristiana, ganó Bush hijo dos elecciones a la presidencia de la potencia imperial actual; llevó a su país a dos guerras por el control de los recursos energéticos; y embarcó a la humanidad en una era de violencia sistémica que acabará por hacer real lo que tanto anunciaron como medio para conseguir votos: el fin del mundo. La actual administración Obama lleva los mismos objetivos, aunque lo hace con distintas apariencias. Supuestamente es una administración laica, pero está sometida a los criterios de esos supuestos cristianos que tanto poder han amasado durante los años de Bush. Hasta el punto que han acabado por abrazar la doctrina del New American Century, es decir, la doctrina que define el siglo XXI como el siglo de América. América, del norte se entiende, debe ejercer su hegemonía en todos los ámbitos de la realidad, de lo contrario el caos se apoderaría del mundo y Satanás tomará posesión de él.
Lo más grave, desde la perspectiva cristiana, es que el imperio se ha apropiado del evangelio con la intención de legitimar su pax americana. Existe un intento por secuestrar el Evangelio para utilizarlo como ideología legitimadora del poder ejercido por las élites globales. Sin embargo, esto es lo más alejado del mismo. Con el Evangelio en la mano es imposible legitimar ese tipo de ideologías, antes bien estaría en las antípodas de ese pensamiento. Esos textos que hemos citado más arriba significan justo lo contrario de lo que se les obliga a decir en el discurso de estos grupos. Al emperardor/césar/presidente hay que darle lo suyo, las imágenes de las monedas, pero tu persona, que es imagen de Dios, sólo puedes dársela a Dios. Dicho en otros términos: no deis al César lo que es de Dios, por tanto, no colaboréis con el imperio ni os sometáis a su ideología. Como mucho debemos utilizar la estrategia inteligente de no enfrentarse por la fuerza, de ahí que se paga la moneda.
Lo mismo cabe decir del otro texto, tan manido y tan mal utilizado siempre. La traducción más correcta dado el contexto es esta: "mi reino no es como los de este mundo". Si el reino de Jesús fuera como los de esta organización del mundo, entonces se organizaría mediante la violencia y el poder, sin embargo, es un reino de amor, servicio y pobreza, como se puede ver, completamente diferente a los reinos de este mundo. El Reino de Dios, aquello por lo que vivió y murió Jesús, es un Reino para este mundo, pero de un orden completamente diferente, tan diferente que nos cuesta mucho comprenderlo. Hace falta un cambio de mente, una metanoia, para asumirlo, y hace falta mucho amor para ponerlo en práctica.

*El texto inserto en la imagen está tomado de la página 51 del Proyecto para un Nuevo Siglo Americano. Viene a decir que el proceso de transformación será largo, pero se necesitará de una acontecimiento catastrófico y catalizador que lo provoque, como un nuevo Pearl Harbor.

lunes, 24 de mayo de 2010

Capitalismo mon amour

Los saltos de alegría deberían ser de tal calibre que cambiaran el grado de inclinación del eje terrestre; la expresión de nuestro gozo debería hacer palidecer los macrobotellones juveniles; sin embargo, nos comportamos como si nada hubiera sucedido, no agradecemos el mucho bien que para nosotros supone que el capitalismo haya vuelto por sus fueros y con más energía de la que tenía antes de la crisis, sí antes de la crisis, porque la crisis ya ha terminado. El capitalismo ha salido fortalecido, los bancos son más solventes que antes de 2008; los hedge funds vuelven a dominar la inversión internacional; los especuladores gobiernan a los gobiernos y estos imponen sus deseos a los gobernados; las multinacionales siguen con sus negocios en todo el planeta y la productividad del capital vuelve a tasas de dos dígitos, como hace dos años.
Todo esto no es más que por nuestro bien. Ahora podremos volver a consumir tranquilamente, sin preocuparnos por el corte del crédito o la quiebra de nuestras marcas de referencia; la vida volverá a ser la misma que antes: se revalorizarán nuestras inversiones, las casas retomarán la senda ascendente y nuestros ahorros sumarán más ceros en las cuentas corrientes. Todo volverá a ser igual ahora que el capitalismo ha vuelto con más fuerza. ¡Viva el capital! ¡Viva el consumismo! ¡Viva la riqueza!

Pero, qué ocurre que no estamos tan contentos. Qué sucede para que seamos tan desagradecidos. ¿Que nos bajan el sueldo para pagar la deuda generada por los bancos? ¿Y quién la va a pagar, los banqueros? ¿Que habrá que recortar el gasto en sanidad, educación e investigación? ¿Y de dónde si no va a salir el dinero, de los capitalistas? ¿Que tendremos que empezar a pagar por servicios que antes eran gratuitos? ¿Y cómo se conseguiría aumentar las tasas de plusvalía del capital? No podemos pretender tener un sistema capitalista y a la vez justo, ecológico y solidario. Eso era antes, cuando existían incentivos para que el capitalismo tuviera un rostro casi humano, ahora ya no hay ningún motivo para que el capitalismo se travista de humanidad, ahora puede y debe mostrar su verdad, su ser más profundo.

Tras el crash del 29, las políticas keynesianas dieron al capitalismo un barniz de justicia durante más de treinta años. Después de la Segunda Guerra Mundial, el miedo al bloque soviético permitió que el capitalismo compartiera sus migajas con las clases trabajadoras durante cincuenta años. Caído el socialismo real, la globalización permitió que grandes masas asalariadas de los países enriquecidos accedieran al lujo que años atrás estuvo reservado a las élites. Pero ahora, una vez que la renta del capital ha llegado a mínimos, éste sólo puede obtener el enriquecimiento mediante la usurpación de los bienes públicos que tantos años costó construir. La inmensa deuda privada generada los últimos dos lustros, se ha reconvertido en deuda pública. Las entidades financieras han pasado de ser deudoras a ser acreedoras. Los deudores son ahora los estados sociales de occidente; los acreedores, aquellos que fueron rescatados con dinero público. El capitalismo funciona, vaya que si funciona. Es el único sistema posible. ¿O no?

domingo, 23 de mayo de 2010

La barbarie racional

Todos los que contamos ya con cuatro décadas hemos crecido con los famosos films de "indios y vaqueros" que hacían las delicias de las tardes de los fines de semana en los ochenta y parte de los noventa. En aquellas películas, indefectiblemente, los malos eran los indios, que además de ser perversos tenían gustos un tanto macabros, como el de cortar la cabellera de los blancos, estuvieran o no muertos ya. Aquello nos hizo pensar que esta barbara costumbre formaba parte del ADN de aquellas gentes sin civilizar, que su ser más íntimo resultaba carente de una mínima moral y que se dejaban guiar por los más bajos impulsos, violando y asesinando a cuantos se encontraban a su paso. Sólo unas pocas películas, como "La historia de un hombre llamado caballo" pudieron hacernos ver otra realidad respecto a los "pieles rojas".
Aquellas películas hicieron poso y en los años posteriores fue fácil atribuir a los salvajes de otras tierras bárbaras costumbres que entre los occidentales eran imposibles, dado nuestro grado de cultura, civilización y moral pública. De esta manera nos pareció salvaje la costumbre que África tienen de cortar miembros a los enemigos hechos prisioneros, a modo de castigo bélico estrategia para intimidar al enemigo. También la costumbre sistemática de violar a las mujeres de las aldeas conquistadas o reclutar a los niños para la milicia. Nos han informado de todas estas atrocidades y hemos quedado horrorizados ante tanta maldad, pero no nos hemos preguntado de dónde proceden tan bárbaras costumbres entre los pueblos "no civilizados".
Pues bien, lo de cortar las caballeras no era costumbre de los salvajes de América, sino que fue un modo que los franceses tuvieron de pagar los servicios prestados por los indígenas. Como modo de constatar el número de ingleses abatidos por los indios, les exigían la cabellera del difunto, con un precio tasado por cada una. como se ve, se trata más de una cuestión mercantil que de una costumbre perversa, pero de una cuestión mercantil de la potencia colonial. De la misma manera, cortar miembros, violar y reclutar niños era la "costumbre" introducida por los ingleses y belgas en sus colonias. Una táctica de sometimiento mediante el terror, un terrorismo que ha quedado impregnado en las conciencias de los que lo sufrieron y ahora lo repiten de forma sistemática.
No se trata de repetir el mito del buen salvaje, pero entre los pueblos primitivos no hay una barbarie institucionalizada, como la barbarie racional de los imperios occidentales. Las mayores desgracias de la humanidad las han producido los distintos imperios de la historia, pero especialmente los modernos, porque necesitan el temor de los pueblos para imponerse. Desde aquí debe ser leído todo lo que sabemos de las cárceles secretas de Estados Unidos, donde se tortura y masacra a supuestos terroristas sin ningún tipo de miramiento humanitario.

viernes, 21 de mayo de 2010

Something is rotten in... Mississippi.

En el acto I de Hamlet, Marcelo suelta aquellas históricas palabras que han quedado para la posteridad como sinónimo de ocultas intenciones políticas que se cuecen tras las bambalinas públicas. Algo huele a podrido en Dinamarca es la expresión de que tras la aparente normalidad se esconde la corrupción y la mentira. En este caso que ahora nos ocupa, ambas cosas unidas a la ambición. La fuga de petróleo que BP no puede o no quiere controlar, huele bastante mal. En primer lugar porque nadie ha sido capaz aún de contrastar la dimensión de la catástrofe, aunque todos se temen lo peor. En segundo lugar, porque BP está haciendo todo lo posible por no perder el pozo, en lugar de tapar la fuga de una vez. Sabe que si tapa la fuga perderá los muchos millones que ha gastado en la prospección. En tercer y último lugar, porque nada se puede hacer ya para impedir que la agresión medioambiental global sea irreversible y catastrófica.

Lo urgente ahora es intentar paliar las consecuencias, pero también hay que preguntarse por las causas que nos han llevado a tamaña barbaridad ecológica, porque de no conocer las causas con exactitud podríamos vernos en situaciones similares en los próximos años, situaciones que podrían escaparse de las manos de la humanidad. Según todas las informaciones, BP, junto con el resto de petroleras, recibió permiso de la anterior administración americana para reducir las medidas de seguridad que están vigentes en las prospecciones petrolíferas a grandes profundidades. Esta reducción podría ser una de las causas, en todo caso concomitante a otras. La segunda es el permiso recibido de la actual administración para buscar petróleo más allá de donde ahora se obtiene. El motivo es fácil de adivinar: el pico del petróleo ha sido superado y este modelo de crecimiento económico necesita, como un yonki, su dosis de petróleo diaria. La tercera causa está vinculada a los límites del ser humano, límites que no quiere reconocer. Al parecer, la bolsa de petróleo que BP pinchó a más de 10.000 metros de profundidad, tenía una presión de salida diez veces superior a la habitual, en estas circunstancias hicieron el resto las carencias en la seguridad: las válvulas estallaron y el petróleo inundó la plataforma, provocando una explosión y la fuga incontrolada del crudo.

Estaríamos, por tanto, ante una situación que podría repetirse si se siguen haciendo prospecciones a tanta profundidad. Posiblemente se necesiten varios años para que la tecnología permita extraer el crudo con seguridad, pero esto implica un coste añadido y el encarecimiento de la materia prima. Los mercados internacionales están bastante nerviosos ante las noticias de que este puede ser el verdadero comienzo de una crisis aún peor que la financiera para el sistema económico global: la crisis energética. Lo puede ser porque en los últimos años no se han acometido las inversiones necesarias para desacoplarnos del petróleo y buscar alternativas energéticas sostenibles, pero también porque no estamos dispuestos a hacer lo único que salvará a la humanidad: el decrecimiento económico voluntario, es decir, consumir menos para vivir todos y, en el fondo, ser más felices, pero esto es harina de otro costal. De momento, algo huele mal en Mississippi.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Una obra de muchos

El 31 de Mayo tendrá lugar la presentación del libro que recientemente he publicado. Descodificando a Jesús de Nazaret va a ver la luz del público en un acto que tendrá lugar en el Hemiciclo de la Facultad de Letras de la Universidad de Murcia, en el Campus de la Merced. Los padrinos, por llamarlos así, del acto serán tres amigos que con muy buena voluntad y quizás con poco tiempo, van a hablar de este libro. Cada uno lo hará desde su propia especialidad e intereses, aportando una visión más amplia a la que la propia obra ofrece sobre Jesús. Estoy convencido que lo que digan estos tres amigos va a resultar más interesante que el propio libro, porque en muchas ocasiones son los lectores los que hacen buenos los libros, y este es uno de esos casos.
Ginés Pagán Lajara, sacerdote y profesor del Seminario de la diócesis, es bien conocido por todos tanto por su calidad humana y pedagógica como por su pronfudísimo conocimiento de la cristología. Es un hombre que despierta admiración entre todos aquellos que le conocen, no sólo por sus excepcionales dotes humanas, sino también porque siempre es capaz de visibilizar el evangelio con su propia vida.
Pedro Amorós es un excepcional escritor murciano, profesor de historia y guionista de cine. El 3 de abril presentaba en el mismo lugar que este libro su última obra El recodo del río, un magnífico ejemplo de cómo se puede hacer novela negra con la ciudad de Murcia como fondo, casi como un personaje más que acompaña al protagonista, un editor ciego que vaga por la vida a la búsqueda de una luz que sus ojos ya no tienen, pero que intentará encontrar tras la pista del asesinato de una mujer cuyo cadáver aparece en el río Segura.
Antonio López Baeza es muy conocido, tanto por sus libros como por su personalidad: amigo de la belleza y vividor del evangelio, su vida es una transparencia pura de lo que significa la palabra amistad. Decir su nombre es hacer presente el abrazo del amigo siempre atento a las necesidades del otro. Antonio ha sido uno de los que más culpa han tenido en la publicación de este libro. Recuerdo hace unos años, cuando esta obra no encontraba hueco en las editoriales al uso, Antonio me decía: "no te preocupes, tú publicarás". Esa fe constante en mí y su presencia amiga han sacado de mí mucho más de lo que yo mismo habría creído, una muestra más de que la fe mueve montañas.
Estoy muy agradecido a los tres padrinos, pero no puedo olvidar, cómo hacerlo, a Iñaki. Artista del compromiso. Él se ha encargado de elaborar los carteles para la presentación, de difundir entre sus amigos, que son muchos y de hablar de mí mejor de lo que sin duda merezco. Siempre está presto a la ayuda y empuja bastante con esa manera tan natural de ser, como sus cuadros. Cada vez estoy más convencido de que debe haber resurrección de la carne, es la única manera de tener tiempo para pagarle tanto como ha hecho por mí.
Quiero agradecer también públicamente a tantos que de una u otra manera han colaborado para que esta obra pueda estar hoy en las librerías tal y como está. A René Cea, por sus comentarios profundos y reveladores; a Enrique Molina, que se ha tomado el libro como suyo; a Salva Giménez, por su "escucha" crítica del libro; a José Romero y Roberto Delmás, insignes alumnos; a todos los que han realizado apreciaciones críticas; y por último, a los futuros lectores, porque de alguna manera ellos también han intervenido.

*N.B.: Han sido muchos los que me han dicho que aprovecharán el libro para regalo de bodas y eventos varios. He pensado que las comuniones serían buen momento. Ya sé que son muy jóvenes los beneficiarios, pero no me negaréis que es un regalo con mucho futuro, presente tiene más bien poco.

lunes, 17 de mayo de 2010

Descodificar la realidad


Una de las tareas más urgentes hoy día es llevar a cabo un proceso de descodificación de la realidad en la que estamos tan sumergidos que somos incapaces de entenderla. Hemos llegado a creer que el mundo en el que vivimos, es decir, el modo en que se organiza el mundo, es tan natural como el aire que respiramos o que el sol brille cada mañana y no es así. Lo que sí es natural son los procesos por los que la vida crece y se desarrolla, pero la realidad humana es fruto de un conjunto de estructuras sociales, culturales e ideológicas que conforman aquello que somos, hasta el punto que nos identificamos con ello como con nuestro ser más íntimo. Cualquier intento de modificar la realidad social y cultural lleva aparejado un proceso de desvelamiento de aquello que lo organiza y estructura, algo así como una descodificación de las claves que construyen la realidad. Descodificar la realidad es el proceso que nos lleva a comprender nuestro mundo y poder hacer de él una realidad plenamente humana, de lo contrario dejaremos que nos moldee el mundo y nos haga a su imagen y semejanza.


Este mismo proceso de descodificación es el que Jesús llevaba a cabo mediante las parábolas. Las parábolas son los instrumentos "ideológicos" que Jesús utilizaba para contar la realidad de otra manera. Eran instrumentos de cambio de mentalidad o "metanioa" en el lenguaje evangélico, necesarios para poder crear ese otro mundo, el Reino de Dios, que Jesús predicaba y vivía. En todas las parábolas encontramos una visión del mundo transfigurada, con el fin de producir en las mentes de sus oyentes aquella realidad que predicaba. La única manera de construir otra realidad es llegar a pensarla como posible. Si tomamos como ejemplo las cuatro parábolas que se atribuyen al documento Q y que en Mateo y Lucas están seguidas, veremos cómo funciona esta alternativa "ideológica". Nos referimos a las parábolas de la mostaza, la levadura, el tesoro escondido y el mercader de perlas. Las cuatro tienen elementos comunes: 1º. Hay algo extraño en la parábola para los oyentes del siglo I; 2º. El Reino se compara con realidades no habituales; y 3º. La conclusión queda abierta a la decisión, produciendo en el oyente un cambio de mentalidad o "metanoia".

sábado, 15 de mayo de 2010

Aún hay más

Como en los antiguos dibujos animados que veíamos de pequeños: "no se vayan todavía, aún hay más". Ya han devorado, es decir, descontado, los fondos buitre tanto los 15 mil millones que el miércoles anunció el presidente del gobierno que ahorraría para reducir el déficit, como los 750 mil millones que el Ecofín y el FMI habían dispuesto contra los ataques especulativos. En una sola semana se han esfumado los dineros y los mercados, ese dios hambriento y voraz, exigen más y más. En este semana se han dedicado a apostar a que los países periféricos como Greecia, Irlanda y España entrarán en suspensión de pagos. Se trata de un movimiento especulativo que consiste en hacer subir la prima de riesgo del país, es decir, el dinero que le cuesta a ese país asegura su propia deuda. Cuando esa prima de riesgo es superior a la propia deuda, al país no le sale rentable y entra en suspensión de pagos. Esta estrategia sale bien a los tiburones financieros si es sostenida en el tiempo y en cantidad suficiente. Estas dos variables les importan poco a ellos, al fin disparan con pólvora de rey. Lo explico para los que aún no se creen el latrocinio que esto supone.
Los Hedge Funds (conocidos como fondos buitre por la semejanza con el comportamiento de esta ave) se dedican a tomar prestados títulos de deuda en grandes cantidades. Con ellos especulan contra la deuda. Si les sale bien, el país acaba pagando más por la misma. Se hace así: se venden grandes cantidades de deuda, de modo que el país en cuestión se ve obligado a elevar el precio que paga por la misma. Al final de la operación, la rentabilidad de la deuda ha alcanzado un 25% más, pongamos por caso, entonces el fondo de inversión devuelve los títulos tomados en préstamo y se queda con su parte. A partir de ese momento la deuda del país atacado es más cara y para hacerle frente ha debido reducir sus gastos. Pero los inversores saben que necesitará emitir más deuda para financiar la deuda anterior, con lo que tendrán otra oportunidad para atacar la deuda y hacer subir su rentabilidad para los inversores. Este fue el procedimiento seguido contra Grecia y ahora se ha disparado contra España.
Lamento profundamente haber acertado de lleno en los dos post anteriores. Hoy mismo informa un diario de tirada nacional de que el supuesto plan de rescate ha quedado "neutralizado" por el ataque de los mercados financieros, es decir, que el chantaje que decíamos ha funcionado y ahora vuelven a por más dinero. El final de este proceso es muy doloroso y veremos si tarda semanas o meses en producirse. Ahora tienen los mercados como objetivo tumbar al gobierno de Zapatero con el fin de que llegue un gobierno más afín aún a sus postulados, el de Rajoy. Es una apuesta segura en la que nada pierden, sea porque toman prestado para especular o porque directamente acuden al Banco Central Europeo a conseguir fondos al 1% con los que es poco arriesgado especular: sólo se pude perder el 1% de lo arriesgado.
En las próximas semanas veremos más ajustes para los pobres y las clases medias de este país, hemos de prepararnos para lo que se avecina, porque aún hay más.

jueves, 13 de mayo de 2010

¿Y tú, qué dices?

Hagamos como Jesús a la hora de explicar esta situación que atravesamos en el mundo:

"Un padre tenía cinco hijos. El hijo mayor se permitía vivir con todo tipo de lujos, dedicado a inversiones especulativas. Después de un tiempo lo perdió todo y llegó a su padre a pedirle dinero para pagar las deudas, de lo contrario los acreedores acabarían con él. El padre tomó el dinero de los cuatro hermanos y se lo dio al mayor para que pagara sus deudas. Pero el mayor, en lugar de saldar las cuentas, siguió con sus actividades, haciendo apuestas aún mayores con el fin de recuperar lo perdido. Como el padre había dado todo el dinero de la familia al mayor, el resto de hermanos hubo de pasar distintas necesidades: uno dejó sus estudios para buscar trabajo; otro renunció a las medicinas necesarias para aliviar su enfermedad; el tercero vendió su colección de figuras del fútbol; y el último abandonó sus sueños como científico. Todos hicieron sacrificios, pero no fue suficiente. Los acreedores del mayor llegaron a casa a pedir más para pagar la deuda. El padre los convocó a todos y anunció que todos deberían hacer un esfuerzo mayor aún para poder pagar las deudas contraídas por el mayor. Hubo un cierto murmullo entre los cuatro hermanos, incluso el pequeño se atrevió a esbozar algo así como una protesta, pero el padre les recordó que todos eran hermanos y que debían ser solidarios con el mayor, metido como estaba en líos financieros".

Para acabar como Jesús deberíamos hacer la pregunta: ¿Y tú, qué dices?
Las medidas económicas anunciadas ayer por el presidente del gobierno son claramente ideológicas. Si lo que se quería era un ahorro de 15 mil millones en dos años para las arcas públicas, podría hacer de formas muy diferentes. De hecho, las medidas adoptadas son la receta del peor neoliberalismo, aquel que opina que los pobres deben recibir el merecido castigo por su ineficiencia. Son medidas injustas, insolidarias e ineficaces. Injustas porque no se les hace pagar a los culpables; insolidarias porque se hace recaer el peso del ajuste sobre los débiles; ineficaces porque de nada sirve este ahorro si los inversores siguen haciendo de las suyas. Es como intentar curar una amputación con gasas, la sangre seguirá saliendo, aunque más despacio.
Ahora todo el mundo ha olvidado que el uno de enero de 2008 se suprimió el impuesto de patrimonio que grava a las rentas altas. Esta supresión ha supuesto una pérdida acumulada a las arcas públicas en los años que van de 2008 a 2011, año final de este ajuste, de 7000 millones de euros, exactamente la mitad del dinero que ahora se pretende ahorrar. Sin esta supresión, se haría casi innecesaria la adopción de estas medidas.

Mi oposición a estas medidas no se debe al interés personal, aunque me afecte la reducción del 5% de mi salario, sino a la clamorosa injusticia y a la ineficiencia de las mismas. En breve veremos cómo se nos exige más aún. Por mi parte, estoy dispuesto a esta reducción de mi salario y a más aún, siempre que estuviera encaminada a la solidaridad con los que sufren la crisis, no a una solidaridad inversa con los ricos. En último término, me quitan a mí para dárselo a los inversores financieros, y por ahí no paso. ¿Y tú, qué dices?

miércoles, 12 de mayo de 2010

Chantaje a la americana

Imagnínense que alguien llega a su casa, le amenaza con un arma y le dice: "deme mil euros o le desvalijo la casa entera". Usted preferiría pagar los mil euros antes que le desvalijaran la casa y casi quedaría agradecido por haber evitado lo peor. Pues bien, eso es lo que ha sucedido con España en los últimos días. Como dijimos en este espacio, los ataques especulativos iban dirigidos contra España, el premio gordo de los especuladores afincados en Wall Street y en la City londinense. Después de haber conseguido la nada despreciable cifra de110 mil millones la semana pasada, ahora quieren cobrarse la pieza mayor, para ello han decidido hacer una aproximación de tanteo, como hicieron con Grecia (recuerden que la deuda griega empezó en 33 mil millones). Quieren asegurarse que la víctima tiene miedo y pagará el chantaje. Lo han conseguido, la víctima ha cedido y ha preferido pagar los mil euros de nuestra hipótesis (15 mil millones de las arcas públicas). Lo malo es que pagado el chantaje ya no pararemos de pagar. Ahora el atracador armado querrá los electrodomésticos y después los muebles, hasta que nos deje la casa pelada, precisamente lo que queríamos evitar.

Dicen que anoche Mister O telefoneó al dueño de la casa para dejarle claro el chantaje y saber si debía o no soltar los perros. De ahora en adelante, a sus muchas ocupaciones: guerrero de la paz, asalta ancianas y salva bancos, une el de cobrador del frac y tipo duro de la mafia internacional.
Hemos cometido un grave error, si pagamos ahora nos volverán a pedir más después, hasta que no nos quede ni la camisa. Será así, es la ley de los mercados internacionales. Por irreal que parezca, sólo nos podríamos salvar del saqueo masivo de nuestro país si le dejábamos claro que no pagaríamos nada, ni un euro. Todavía no es tarde, pero los signos son muy preocupantes. Este mismo fin de semana se aprueba un fondo (le llaman contra especuladores, qué ironía), con más de 700 mil millones de euros para poder hacer frente a ataques especulativos, como el padecido por Grecia. Es todo lo contrario, es un fondo que asegura a los especuladores una rentabilidad mínima, es casi un señuelo para los cazadores y lleva un nombre grabado a fuego: Spain.

martes, 11 de mayo de 2010

Los muertos resucitan

No sabemos por cuánto tiempo podremos disfrutar en esta sociedad avanzada y opulenta de los beneficios que el progreso ha aportado a la humanidad en los últimos cien años. La ciencia, especialmente la médica, ha puesto al alcance de los seres humanos una serie de recursos que han permitido alejar el fantasma del sufrimiento hasta dejarlo confinado en momentos muy puntuales de la existencia. La mayoría de enfermedades en los países enriquecidos o bien tienen cura o los cuidados paliativos las hacen llevaderas. Esto ha sido así en los últimos cincuenta años para una inmensa mayoría de la población de occidente, pero tal y como se están desarrollando los acontecimientos es muy probable que asistamos en los próximos diez años a un retroceso en los logros sociales que habíamos alcanzado, camino como estamos hacia un mundo donde impere la ley del más fuerte y pudiente.
Sin embargo, en las tres cuartas partes de la humanidad actual donde la medicina es un lujo al alcance de muy pocos y durante la mayor parte de la historia de los pueblos, el sufrimiento provocado por la enfermedad ha sido la constante de la existencia de los hombres. A lo largo de los siglos, la medicina ha sido casi inexistente y en todo caso un lujo para las mayorías pobres. Dentro de esta historia de sufrimiento entre los pobres hay que situar la acción de los taumaturgos, entre ellos al mismo Jesús de Nazaret. Éste, a diferencia de aquellos, no se limitaba a la curación de la enfermedad, sino que su finalidad era la sanación del mal que la había provocado. Lo vemos en el pasaje donde Mateo cuenta cómo Juan, admirado de lo que decían de Jesús, envía a sus discípulos a preguntar si era él el que había de venir o debían seguir esperando. La pregunta tiene su importancia, porque Juan, preso en Maqueronte, podía tener noticias de curaciones más o menos milagrosas, pero eso no tenía por qué significar la llegada del Mesías esperado para la salvación. Eran muchos los que podían curar, pero esas curaciones no estaban relacionadas con la salvación, de la misma manera que un médico puede curar a un enfermo, pero no puede salvarlo.
Jesús, según Mateo, responde a los discípulos de Juan con la evidencia de unos hechos interpretados a la luz de la tradición profética: "decidle a Juan lo que veis: los ciegos ven, los sordos oyen, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los muertos resucitan y a los pobres se les anuncia la Buena Noticia". Y añade: "dichoso el que no se escandalice de mí". Tan importantes son los hechos sanadores como la gradación de los mismos. Nos percatamos que hay una gradación en los hechos que se aducen, siendo el más importante el anuncio del Evangelio a los pobres, ni siquiera la resurrección de los muertos es mayor que el anuncio a los pobres. Esto es así porque las enfermedades que se citan son todas ellas provocadas por la pobreza extrema y las carencias más comunes. Son todas enfermedades que se padecen por falta de alimento e higiene. La ceguera, la sordera y los problemas de articulaciones vienen provocados por carencias alimenticias; la lepra además por la higiene. En esta situación es habitual la muerte, real o aparente, por ello, el colofón de todo y lo que le da sentido salvífico, es el anuncio de la Buena Noticia a los pobres, y dichoso el que no se escandalice de esto. He aquí el meollo de la acción taumatúrgica de Jesús: su acción sanadora está cargada de salvación mesiánica. Aunque los muertos puedan resucitar, lo más importante es que a los pobres se les anuncia la salvación. Este mensaje sigue siendo hoy muy actual, teniendo una gran parte de la humanidad que sufre las enfermedades de los pobres y estando a las puertas de una nueva época de sufrimiento entre las sociedades opulentas.

sábado, 8 de mayo de 2010

"Yo soy Espartaco"

La magnífica película de Kubrick, Espartaco, es tanto una epopeya de la lucha humana por la liberación de la esclavitud, como una denuncia de la injusticia que se vivió en Estados Unidos durante la ominosa caza de brujas de McCarthy. El guionista, Dalton Trumbo, dejó escrito en el guión su propia experiencia de delaciones, acusaciones e injusticias padecidas. Hay un momento en el que el actor Laurence Olivier (Craso) dice, “dónde está mi nombre en la lista de enemigos del estado”, la respuesta de Graco (Charles Laugthon) es “el primero”. Aquella frase de la película es el fiel reflejo de un acontecimiento histórico vivido por el propio Trumbo. De la misma manera, la historia de Espartaco, el esclavo que es capaz de romper sus cadenas y generar un movimiento de liberación, no ha dejado de repetirse. Espartaco es un símbolo utilizado por muchos como motivación, así fue el caso de los espartaquistas de Rosa Luxemburgo, pero también es un símbolo de la unidad de los oprimidos cuando la victoria del imperio es inevitable. Esa unidad da a los movimientos de liberación, no sólo dignidad, sino también la posibilidad de una victoria futura, cuando las circunstancias lo permitan. Perder la dignidad es la peor derrota que los victimarios pueden infringir a las víctimas de la historia.

Con el asunto de Grecia sucede algo parecido. Sería necesario que todos nos identificáramos con el primer pueblo del mundo enriquecido que es aniquilado por las fuerzas financieras mundiales. Era previsible que sucediera y nosotros ya lo advertimos: los carroñeros de las finanzas no pueden sacar más carnaza de los países del Sur, sea porque no tienen más que sacarles o porque no se dejan. Ahora le toca el turno a las repletas arcas de los estados desarrollados, pero como siempre, empiezan por la parte más débil. Si la cadena se rompe, podrán llevarse todo el pastel. Y la parte más débil dentro de los países desarrollados está precisamente en la Unión Europea. Los famosos PIGS son estados desarrollados con un fuerte gasto social. Se trata de atacar a estos países con la finalidad de que dediquen ese dinero que ahora va a las personas a pagar una deuda ominosa que no es sino un latrocinio organizado. Grecia ha sido elegida porque conocían muy bien su situación. Fue Goldman Sachs, los ladrones de guante blanco según la propia agencia americana de supervisión de inversiones, los que realizaron la contabilidad de los gobiernos conservadores anteriores. Muy bien sabían los mercados financieros que el gobierno griego había jugado a la ruleta rusa y estaba a punto de salir la bala. Aquellos juegos financieros crearon la mayor clase gozante de la historia del país. Se llevaron todo lo que pudieron y ahora las deudas quedan para el pueblo. Además de la deuda, queda la especulación que ha aumentado la deuda en dos tercios en poco tiempo.

La única posibilidad que tiene Grecia de no retroceder cincuenta años en la historia es no pagar. Sí, su error fue decir que pagarían cuando la deuda apenas era del 100% del PIB. Los mercados financieros intrepretaron que pagarían cualquier cosa que les pusieran por delante, porque el mal llamado rescate financiero de Grecia por parte de Europa, permitía apostar a lo grande. Es muy sencillo, si Europa paga la factura a los tenedores privados de deuda Griega, es cuestión de aumentarla todo lo posible. Una vez que estos tenedores de deuda, principalmente bancos franceses y alemanes, tengan el dinero líquido en sus manos, podrán dedicarse a atacar otros países, hasta conseguir el premio gordo que no es sino España, el cerdo más cargado de dinero. La única salida humana a todo esto era haber lanzado el grito de los esclavos vencidos cuando entre los derrotados las tropas romanas buscaban a Espartaco: "yo soy Espartaco". Al menos, si caemos, caeremos con dignidad y otra generación tendrá nuestro referente. Tal y como lo hemos hecho ha sido una invitación a masacrarnos.

jueves, 6 de mayo de 2010

¿Odiar la familia?

Descodificar a Jesús supone el intento por comprender tanto sus actos como sus palabras. En ocasiones esto resulta difícil porque tanto unos como otros chocan con nuestras concepciones del mundo y hasta con nuestra sensibilidad social. De entre los hechos de Jesús más difíciles de aceptar hoy día están los conocidos como milagros, tema que trataremos en otra entrada del blog. Pero también resulta difícil de asumir para la mentalidad actual, en realidad siempre lo fue, el rechazo que Jesús manifiesta por la propia familia. Dichos como "el que no me ama a mí más que a su padre no es digno de mí", o "deja que los muertos entierren a los muertos", refiriéndose al padre, y también expresiones como las de "los de la casa de uno serán sus propios enemigos". Todas estas expresiones y otras muchas que las hay en este sentido en los evangelios, es imposible encontrarlas positivas hacia la familia en ellos, han sido interpretadas tradicionalmente como algo que los cristianos normales no debían cumplir. A lo sumo se trataba de una exigencia simbólica referida a los que elegían el camino del celibato y no suponía ninguna renuncia a los vínculos familiares.

He de reconocer que la experiencia de la paternidad cambió mi forma de entender estas expresiones. Cualquier adolescente comprende con facilidad que deba "odiar" a sus padres, sobre todo cuando son muy estrictos con las salidas, pero que un padre deba aceptar que sólo es digno de Jesús si le ama más que a sus propios hijos, resulta bastante complicado. Cómo es posible que Jesús pida a sus discípulos que renuncien a parte del amor de sus hijos. ¿Quiere decir eso que debes despreocuparte de ellos? ¿Acaso habrías de abandonar completamente tu familia para ser verdadero seguidor de Jesús? Nada de eso. El problema ha sido que se ha centrado mal la cuestión. Jesús no ataca las relaciones de amor en la familia, sino los roles sociales del patriarcado. Su crítica se dirige contra la concepción de la familia como un microcosmos del entero orden social de opresión e injusticia que tiene, precisamente, en la familia su "órgano reproductor". Todas las violencias sociales tienen su germen en el modo en el que se viven las relaciones familiares. No hace falta recurrir a Althusser o a Reich para comprender esto. El modo en que has sido educado tiende a repetirse en la educación que darás a tus hijos.
Por tanto, amar más a Jesús significa establecer en tu propia familia unas relaciones fraternas, porque antes que padres o hijos, los que te rodean son hermanos. El seguidor de Jesús vive las relaciones familiares desde el amor fraterno del que se sabe hijo de Dios, no desde las relaciones de dominio que presiden la familia patriarcal y machista que se extiende por doquier. Decíamos en otro post que Jesús renunció al matrimonio como signo de la acogida de la mujer por lo que es, no por lo que representa. De la misma manera, Jesús "destruye" la familia tradicional como forma de crear una nueva familia en la que los vínculos son la fraternidad y la filialidad, no las relaciones sociales de dominio hipostasiadas en la familia. En último término, como dijo Jesús, mi madre y mis hermanos y hermanas son los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Jesús y las malas mujeres

Me dicen que el libro ya ha aparecido en las librerías de Madrid y que en cuestión de días lo hará en el resto de España. Para mí es una satisfacción saber que tanta gente que se ha interesado por el libro va a poder acceder a él, al menos podrá verlo y manosearlo, cosa muy interesante cuando se trata de un libro. En ocasiones el continente es tan importante como el contenido y he de felicitar al editor por la labor magnífica realizada. Personas a las que respeto mucho han realizado comentarios elegiosos a la edición, espero que estos continúen después de su lectura. En todo caso, estoy convencido de que su lectura dejará indiferentes a pocos, no porque el libro sea morboso, no lo es, sino porque el personaje nunca dejó a nadie tranquilo. Todos los que se cruzaron con él en vida hubieron de decidirse a favor o en contra. Según nos cuentan los evangelios, los jefes del pueblo se compincharon para ver cómo matarlo sin soliviantar al pueblo, y el mismo Jesús actúa con cautela cuando se acerca la cena de la Pascua: "id a la ciudad, encontraréis un hombre que lleva un cántaro: seguidle; donde entre entrad y decid que el maestro quiere celebrar la cena" (Mc 14, 13-14). No son palabras de alguien que esté muy tranquilo respecto a su futuro, antes bien de alguien que debe esconderse para poder entrar en la ciudad.

Uno de los motivos que podía tener para temer algo contra él era su actitud con las mujeres. No hay ni una sola ocasión en los evangelios en la que se muestre a Jesús con actitud de desprecio, sometimiento o dominio sobre alguna mujer. Es justo lo contrario: siempre acoge, anima, ayuda, incorpora e incluye a las mujeres a su grupo. Entre ellas las hubo prostitutas, y de ellas dijo que serían guías del Reino para los bienpensantes. También se incorporaron mujeres que no dependían de varón para vivir e iban "por libre", como el mismo Jesús. Incluso alguna de ellas, como la Magdalena, pudo tener alguna función similar entre las mujers a la que Pedro alcanzó entre los varones. Con el paso del tiempo se fue diluyendo esta paridad femenina en el grupo de Jesús y los varones acapararon los relatos. Aún así, no pudieron evitar que el primer testigo de la Resurrección fuera una mujer, hecho que debieron matizar en los propios evangelio canónicos.

La elección de Jesús de no casarse debe ser entendida como una forma de respeto absoluto a la mujer. La mujer era tenida en tanto que madre y sustentadora de la familia, de la que el varón era dueño y señor. La renuncia a la creación de una familia unida por vínculos de sangre es un signo de la nueva familia que Jesús vivió, anunció y propagó; una familia donde las mujeres son consideradas en pie de igualdad con los varones, hermanas y compañeras, no esposas y sirvientas.

martes, 4 de mayo de 2010

Tragedia y Farsa

El premio Nobel de economía y ex director senior del Banco Mundial y asesor de Bill Clinton durante su gobierno, Joseph E. Stiglitz, acaba de publica Caída libre. El libre mercado y el hundimiento de la economía mundial. El libro es su explicación de las causas y posibles salidas a la crisis económica actual, la mayor del capitalismo desde el Crash del 29. Posee todas las virtudes derivadas del conocimiento profundo de uno de los mayores expertos económicos mundiales, pero adolece del mismo defecto que el resto: sigue encerrado en la visión netamente capitalista de la crisis. De ahí que sus análisis no sirvan para ningún tipo de modificación del sistema, aunque sí pueden ayudar al diagnóstico. Gran parte de éste se centra en los errores individuales que se cometieron durante los años previos a la crisis y en algunos errores estructurales del capitalismo. Pero deja de lado que la crisis en sí misma es el resultado de la lógica inherente al modelo de desarrollo económico del sistema que impera desde hace dos siglos.

Hay un texto en la página 159 que me ha llamado poderosamente la atención. Dice allí: "Al igual que Bush utilizó el 11 de septiembre y el miedo al terrorismo para justificar gran parte de lo que hizo, el Tesoro, tanto durante el mandato de Bush como durante el de Obama, utilizó el 15 de septiembre -día en que quebró Lehman Brothers- y el temor a otra catástrofe como instrumento para conseguir lo más posible para los bancos y para los banqueros que habían llevado al mundo al borde de la ruina económica". El texto está muy medido, tanto en lo que dice como en lo que oculta u obvia. En lo que dice, porque reconoce el uso del miedo por parte del poder, no olvidemos que estuvo ocho años dentro del mismo, como instrumento para el control social, sea el miedo al terrorismo como el miedo a la quiebra económica; en lo que obvia, porque da por sentado que ese es el modo habitual de actuación del poder; en lo que oculta, porque detrás de la quiebra de Lehman Brothers hubo una estrategia bien planificada para justificar el rescate posterior de AIG, como ya explicamos en su momento y hoy nos da la razón.
Pensándolo bien, las imágenes de los trabajadores de Lehman saliendo a medianoche de sus oficinas con cajas y papeles tenía algún parecido con las machaconas imágenes que nos repitieron hasta en la sopa de las Torres Gemelas derrumbándose. Hay algo obsceno en todo ello, como un intento por ocultar a la vista de todos, como un exceso de exposición pública que no hace sino encubrir el engaño. Como el prestidigitador que efectúa su truco a la vista de todos, precisamente a la vista atenta, demasiado atenta a lo que distrae del verdadero truco. Stiglitz, él y no yo, ha establecido un paralelo entre las dos fechas de septiembre: el 11 de septiembre de 2001 y el 15 de septiembre de 2008. Ambas fechas podrían tomarse como la repetición del mismo acontecimiento, de modo que ya serían historia, según el dictum de Hegel. Pero como diría Marx, la primera vez, como tragedia y la segunda como farsa (¿sangrienta?).

Hasta ahora hemos vivido la crisis como tragedia, con todo el sufrimiento provocado entre los más vulnerables, no sólo de las sociedades ricas, sino principalmente entre los excluidos del mundo. La situación de indigencia absoluta acrecienta el número de los que sufren y la tragedia está cobrando un aspecto descomunal. Está por ver que si pasamos a la repetición de la crisis, ahora ya como farsa, no sabemos si será sangrienta o no. La anterior crisis capitalista fue exactamente así: la primera fase fue una tragedia, pero la farsa posterior fue sangrienta, no olvidemos la Segunda Guerra Mundial.

lunes, 3 de mayo de 2010

¡Eureka!

Dicen que cuando Arquímedes encontró la solución al problema que le daba vueltas en la cabeza, gritó su famoso ¡Eureka! que significa exactamente eso, lo encontré. Algo así deben haber gritado los financieros internacionales al encontrar la solución a sus problemas de liquidez. La solución vendría a decir así: toda deuda de un país sumido en la crisis, experimenta un empuje vertical hacia arriba igual al volumen de especulación desalojada. O dicho de otro modo, cuanto más miedo metamos en el cuerpo, más ganancias obtendremos por la deuda, y a fe que lo han conseguido. En cuestión de poco menos de un mes, los fondos de inversión han conseguido la suculenta tajada de 110 mil millones de euros, cuando la puja empezó en 30 mil millones. Con ese dinero, que saldrá de los bolsillos, pensiones, educación, sanidad y servicios de los griegos, los fondos de inversión conseguirán mantener sus balances, repartir grandes beneficios y presentar cuentas de resultados como no las hubo antes de la crisis.
En Le monde diplomatique se publica un artículo que explica a las claras cuál es la apuesta a largo plazo y cómo se está gestando. Esta consta de seis etapas de las que ya se han cubierto tres y estamos en la cuarta y quinta. La cuarta etapa: los fondos de inversión y la banca vuelven por donde solían y empiezan a especular, pero ahora lo hacen con la deuda pública, más segura. El problema es que cuando esta se hincha es menos rentable, de ahí que haya que hacer crecer sus intereses, ello se consigue con el "ataque" especulativo a las deudas soberanas de los países "periféricos" de Europa, los "PIGS" entre los que estamos los españoles.
La quinta etapa empieza cuando los poderes públicos se niegan a frenar la especulación por ley y por una ayuda inmediata a Grecia y se desencadena un círculo vicioso: hay que pedir préstamos para pagar la deuda; reducir el déficit para pedir préstamos; recortar el gasto público para reducir el déficit; bajar los salarios, las prestaciones sociales y "reformar" las jubilaciones para reducir el gasto público.
La sexta y última es la extensión del ataque especulativo a todos los países periféricos. Pero sería bueno que nos hiciéramos dos simples preguntas: 1ª ¿porqué el Banco Central Europeo no pone a disposición de Grecia dinero al mismo precio que lo da a los bancos privados, es decir, al 1%? Y 2ª ¿porqué los países de la eurozona no han intervenido con un socio y amigo como lo hicieron con sus propios bancos privados, con celeridad y generosidad? Las respuestas a estas dos simples preguntas pueden suponer encontrar las causas de esta situación. ¡Ojalá que podamos gritar como Arquímides, eureka!

sábado, 1 de mayo de 2010

El jornalero de Nazaret

Una de las consecuencias que se desprenden de las investigaciones sobre el contexto social y económico de Jesús de Nazaret y que forman parte sustancial de los presupuestos de mi libro recién publicado es que Jesús no pertenecía a la clase media, mucho menos a la clase alta. Jesús era uno de tantos, uno de esos trabajadores que debían vender su fuerza de trabajo para sobrevivir en las duras condiciones de injusticia y opresión a que los herodianos, con la colaboración romana, tenían sometida a la Galilea del siglo I (Véase Descodificando a Jesús de Nazaret, el epígrafe Jesús, un artesano galileo, páginas 160-165).

De hecho, hay que afirmar que no había clase media sino que en el mundo antiguo la estructura social se basaba en un modelo dual: élite/no élite, en el que todos los habitantes del imperio romano, pongamos por caso, estaban sometidos. Sobre un 90% de la población estaba excluida de la situación de poder, prestigio y privilegios de la que sí disfrutaba un exiguo 10%. Por tanto, está equivocado el prestigioso investigador John Maier cuando sitúa a Jesús en el mismo nivel que los ebanistas estadounidenses, al traducir tekton erróneamente por carpintero. En el mundo antiguo, un tekton, que etimológicamente significa constructor de casas, era aquel que se dedicaba a trabajos relacionados con la construcción en general. Ya podía ser albañil, peón o carpintero en el sentido actual del término. Pero en las circunstancias concretas de la Galilea de principios del siglo I, un tekton era aquel que no podía vivir de sus propios medios, generalmente la agricultura, ya sea porque había perdido las tierras debido a las deudas, o bien porque las políticas de rapiña de los herodianos se las habían usurpado. Este podría haber sido el caso de la familia de Jesús: perder las tierras y tener que dedicarse a vender su trabajo, no sabemos si en la cercana Séforis donde los trabajos de reconstrucción exigían mucha mano de obra. O bien, trabajando en la construcción de barcas en el Mar de Galilea o como jornaleros en los feraces campos de la comarca (no quiero pensar en la construcción de cruces para los romanos como en La última tentación de Cristo).

Lo más probable, pues sólo podemos hablar de probabilidad, es que Jesús fuera lo más parecido a un jornalero que debe dedicarse a buscar su sustento vendiendo su fuerza de trabajo. Esto lo sitúa justo entre los estratos más bajos de la sociedad de su tiempo, más bajo aún que los campesinos y sólo un peldaño por encima de los ptochoi, es decir, de los pobres de solemnidad de las famosas bienaventuranzas: dichosos los pobres (ptochoi) porque vuestro es el Reino de Dios. Jesús está justo entre los excluidos y marginados de la sociedad, entre aquellos que deben esperarlo todo de las manos de Dios, porque de las manos de los hombres sólo podían esperar miseria y, en último extremo, la muerte violenta, hasta la cruz.

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